Las pérdidas gestacionales y neonatales son un duro golpe para los padres que las sufren. El duelo por la pérdida de un hijo puede durar muchos años y jamás se olvida el dolor por ese hijo que se ha ido antes de tiempo.
La muerte prenatal y neonatal, es decir los bebés que fallecen durante la gestación o al poco tiempo de nacer, sigue siendo un tema tabú del que apenas se habla, por eso nos ha gustado conocer que poco a poco se les va dando el reconocimiento que merecen. El cementerio municipal de Boadilla, así como han hecho algunos otros en nuestro país, tendrá a partir de octubre un espacio para los bebés que murieron antes de nacer.
Se trata de un pabellón especial, cuyas obras comenzaron en mayo, que cuenta con nueve columbarios para las familias que lo soliciten con una duración de 99 años. El precio será de 386,56 euros para los empadronados por todo el periodo de concesión, y del doble para el resto.
"Este gesto pretende que cualquier vecino que lo desee pueda recordar, llorar y rezar de una forma digna a su hijo y que éste no sea tratado como un mero residuo médico. No tiene sentido que una familia que sufre un aborto no pueda dar sepultura a su hijo ni se le facilite el duelo con espacios como los que estamos habilitando. Es un pequeño paso, pero significativo, para lograr que triunfe el respeto a la vida independientemente de las circunstancias de ésta", ha señalado el alcalde de Boadilla del Monte, Javier Úbeda.
Una sentencia que reconoce el derecho a ser enterrados
En el año 2016 una sentencia del Tribunal Constitucional que creó jurisprudencia respalda esta iniciativa. La justicia dió la razón a una madre que tras someterse a un aborto terapéutico por incompatibilidad con la vida del feto, reclamó al hospital que le entregara sus restos para incinerarlos. El centro se negó por considerarlos "restos quirúrgicos" al pesar 362 gramos y tener un tiempo de gestación de 22 semanas.
Hasta ese momento, sólo los restos superiores a 500 gramos y a una gestación de más de 180 días eran considerados restos humanos y tenían derecho a ser enterrados. Pero el tribunal estableció que el derecho de enterramiento de todos los fetos está contenido en el "derecho a la intimidad familiar" y permite ahora enterrar los restos de un bebé que ha fallecido durante la gestación, independientemente de su peso o tiempo de gestación.
Otros cementerios también han puesto en marcha una iniciativa similar, como el cementerio municipal de Sant Cugat del Vallés (Barcelona), donde se ha instalado un memorial para los bebés que no han llegado a nacer, y el primer panteón en España para niños no nacidos en el cementerio de Torrent (Valencia).
Si conocéis otros espacios como estos, os agradecemos que nos lo digáis en los comentarios para que otros padres puedan conocerlos y honrar allí la memoria de sus bebés que lamentablemente se han ido antes de tiempo.
Iniciativas como estas son muy necesarias para dar visibilidad a un dolor que suele vivirse en silencio y tener un sitio donde poder recordar y llorar a los hijos que se han ido demasiado pronto.
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