Cuando Cristina Pedroche dice "Tendré un hijo y le querré mucho pero nunca tanto como a David" ¿Inexperiencia o sinceridad?

Cuando Cristina Pedroche dice "Tendré un hijo y le querré mucho pero nunca tanto como a David" ¿Inexperiencia o sinceridad?
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Sí, la reflexión viene a colación por la última entrevista que ha concedido la presentadora de televisión Cristina Pedroche, que como casi siempre ha generado cierto revuelo y algo de polémica entre los lectores y las redes sociales.

La entrevista ha sido en "La Vanguardia" y en ella el propio autor, Andrés Guerra, ha seleccionado como titular esa afirmación: “Tendré un hijo y le querré mucho pero nunca tanto como a David”. ¿Y a vosotros?¿Qué os parece?

Cristina Pedroche está muy felizmente casada con el cocinero David Muñoz y por las declaraciones de ambos se aprecia que el sentimiento es mutuo. Ella habla de ese amor en términos absolutos, como cuando dice que “..ahora David es quien le está dando sentido..” a su propia vida, más allá de su profesión, su familia, sus aficiones, sus amigos.

Pero el titular elegido por el periodista es ese “Yo tendré un hijo y le querré muchísimo, pero nunca tanto como a David” eso sí, en la siguiente pregunta que le hace a Cristina Pedroche ya le advierte “Prepárese para recibir tuits de madres furibundas” porque como todo el mundo sabe, las “madres” (entiendo que se refiere en exclusiva a las mujeres que ya hemos sido madres, o sea a Cristina no y al resto de las mujeres que no lo han sido tampoco, claro) en cuanto se nos lleva la contraria mínimamente somos una especie “furibunda” que no sabe respetar las opiniones distintas de los demás humanos del planeta… ¡cuánto ayudan los prejuicios! ¿verdad?

Furibundismo maternal

No Cristina no ha sido madre pero esto de hacer entrevistas es lo que tiene que no se cincelan en piedra y son un contrato inamovible con la audiencia ya de por vida. Si ni los partidos políticos cumplen sus propios programas electorales ¿por qué no va a poder cualquier mujer cambiar de opinión cuando cambian sus circunstancias?

O incluso si me apuráis… y saliendo del “furibundismo” al que casi me empujaba el autor de la entrevista, lo mismo es así en su caso, ¿por qué no puede pesar el amor hacia su pareja por encima del que pueda desarrollar hacia su hijo?

Me lo creeré más cuando vuelva a responder a esa pregunta después de haber sido madre eso también es verdad pero así a priori me planteo que ¿por qué no?

Cada persona somos un mundo, incluso las “madres furibundas” y cada persona vivimos unas circunstancias bien distintas a lo largo de nuestra vida ¿juzgar a estas alturas las declaraciones de una mujer a partir de nuestras circunstancias que pueden ser diametralmente opuestas a las suyas? No, a mí no me parece sensato ni lógico pero claro… yo puede que sea sólo una “madre furibunda” más.

Mujeres 2

Pero la historia es la historia

Fíjate que en lo que estoy menos de acuerdo es en el matiz que plantea Cristina Pedroche cuando Andrés Guerra, el periodista de La Vanguardia que le hace la entrevista, le habla del día de la mujer, el 8 de marzo. Coincido plenamente con Cristina Pedroche en que hay poco que celebrar en ese día pero a mí sí me importa lo que pasó hace cien años, me importa mucho.

Hace cien años más de cien mujeres murieron en su puesto de trabajo porque en la fábrica donde trabajaban cerraban las puertas para que esas mujeres no pudieran salir. Hace cien años muchas mujeres fueron juzgadas por ir a la huelga, por manifestarse, por exigir su derecho al voto, por querer trabajar en los mismos trabajos por ejemplo en los que habían estado trabajando cuando los hombres se habían marchado a la guerra.

Hace cien años una mujer casada no podía comprarse un coche sin la autorización de su marido y una niña tenía muy restringidas sus posibilidades de educación y de futuro más allá de un matrimonio y lamentablemente no todos esos matrimonios se fundamentaban en el amor que se profesan Cristina y David.

No, a mí sí que me importa mucho lo que les pasó a las mujeres hace 100 años y 10 años y 1 año porque me importa que esas injusticias no se repitan, me importa que las niñas de hoy no normalicen los malos tratos en la pareja, me importa que las hijas de mis amigas puedan caminar tranquilas cuando salen a la calle, me importa romper el techo de cristal en las empresas y me importa que ser madre (por muy furibunda que sea, que a veces sí que lo soy) no se convierta en una rémora profesional para miles de mujeres en este país y en otros tantos.

Y para eso creo que sí merece mucho la pena recordar la historia, para no caer en la injusticia de repetirla porque lo del amor puede ser relativo y siempre es algo personal, pero la historia no podemos cambiarla y es cruel que nos jactemos de ignorarla.

Vía | lavanguardia.com
Fotos | twitter.com | flickr.com
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