Cuando la insensatez de unos padres divorciados acaba en que su hija haga su Primera Comunión obligada por un juez

Cuando la insensatez de unos padres divorciados acaba en que su hija haga su Primera Comunión obligada por un juez
2 comentarios

Cuando los padres se divorcian y no pueden solucionar sus diferencias de forma civilizada, los únicos perjudicados acaban siendo los hijos, y este es un claro caso de lo absurdas que pueden llegar a ser algunas situaciones cuando no hay diálogo entre ambos.

Un padre de Palma de Mallorca demandó a su ex-mujer para que se cumpliera su deseo de que su única hija de 8 años hiciera su Primera Comunión, a lo que su madre se oponía. El conflicto se resolvió con una sentencia de un juez que obliga a la niña a hacer, obligada, su Primera Comunión.

No voy a entrar en asuntos religiosos, porque no es el punto. Cuando uno de los padres quieres que su hijo sea educado en el Catolicismo y el otro no, es una cuestión que deberán dialogar y llegar a un acuerdo. Y si no es así, preguntarle a la niña cuál es su deseo, que también tendrá algo que decir, y con ocho años, ya es capaz de decidir.

Según la madre, ella se oponía a que la niña hiciera la Comunión porque ella le comunicó que no quería hacerla, ni tampoco quería estudiar Religión. Por eso la apunto en una asignatura alternativa, natación.

Al preguntarle el juez, la niña le confesó que acudía a catequesis, pero que no le apetecía mucho, prefería ir a natación. También le contó que no quería hacer la comunión, pero sí le gustaría ponerse el vestido blanco.

¿De verdad es necesario que un juez decida por ellos?

En su día, la pareja contrajo matrimonio por la Iglesia y su hija fue bautizada. Esto fue tenido en cuenta por el tribunal para dictar sentencia. Cree que no se trata de que la niña "tenga necesidad o no de hacer la primera comunión, sino que es un acto consecuente a la trayectoria católica de los padres". Además, aunque solo sea el padre quien desea que se celebre esta ceremonia religiosa de administración de un sacramento, los jueces entienden que "no genera daño ni perjuicio alguno a la niña, ni a la madre", quien se confesó católica y creyente.

Lo más dramático es que tal vez la niña quería agradar a ambos padres y se sentía presionada al tomar una decisión definitiva. En ese caso, son los padres los que, con sensatez deben hablar con la niña y entre ellos y llegar a un consenso, ¿no creéis?

Vía | Diario de Mallorca
En Bebés y más | Clases para padres divorciados

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Comentarios cerrados
    • Si se trata de buscar lo mejor para el menor, de ninguna manera un juez puede obligarla a una practica religiosa que no le servirá para nada más allá de llevar un vestido blanco.
      Si a la niña no se la lleva a un colegio religioso, nunca bajo ningún concepto, ese juez la puede obligar a nada que la marque para siempre. Por suerte no la marcan a fuego como al ganado.
      Y sus padres está locos por pelearse por una cosa así, no merecen el cuidado de la pequeña. Pobrecilla.
      ¿No estamos criticando que los musulmanes obliguen a las mujeres a ir tapadas? ¿Vamos a obligar a las mujeres españolas a llevar un cruz colgando del cuello? Retratados quedan.

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    • Avatar de lectora- Respondiendo a lectora-
      interesante

      Vamos a ver, que aquí ningún juez obliga a una niña a hacer la Primera Comunión, ni a ponerle una cruz al cuello ni mandangas varias.

      Aquí lo que hay es un conflicto de familia, donde el padre quería que la hiciera y la madre no. Y el juez para valorar de quién es el capricho, pues ha indagado. Y resulta que los padres se casaron por la Iglesia, la niña está bautizada, y que tanto la madre como el padre se confiesan practicantes. Y en virtud de estos hechos, el juez estima que la petición del padre y le concede su petición, que es que la niña haga la Comunión.

      ¿A qué cambia el relato de la historia, si dejamos de lado nuestros prejuicios?

      El juez habría procedido de forma similar si los padres no hubieran estados casados antes, ni la niña bautizada ni en clases de religión, y el padre saliese conque quería que la niña hiciese la comunión. En virtud de la trayectoria de esa familia, el juez dicataminaría que no, que no le concedería la petición al padre.

      No nos ofusquemos, esto no va para nada que obligan a una pobre niña a hacer la Comunión. Esto va de que una unidad familiar con una trayectoria religiosa se rompe, y uno de los progenitores quiere que la niña prosiga con ella, y el otro progenitor, por los motivos que sea, no. Y ante la falta de acuerdo, decide el juez de familia. Y ya está.

      Salvo que se quiera hacer de esto un tema para atacar a la religión, que está muy de moda últimamente.

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