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HOY SE HABLA DE
Hace unos días nos hicimos eco de la norma del restaurante vegano El Vergel, de Tarragona, que no permite que los bebés sean alimentados con leche artificial que provenga de las vacas o las cabras, en lo que es una medida no exenta de polémica.
Hace escasos minutos, habida cuenta de que es un tema que se ha extendido ampliamente por todo el territorio español, hemos recibido una nota de prensa del restaurante para explicar su filosofía y detallar cómo actúan en base a la controvertida norma.
Las aclaraciones del restaurante
Para que no haya malos entendidos os copiamos la nota de prensa íntegra:
Ante la dimensión mediática alcanzada por la noticia, queremos precisar que en nuestro restaurante no se admite el consumo por los lactantes de leche de procedencia animal (no humana), y así se advierte a la entrada del local y al efectuar las reservas telefónicas. Está aceptada, por supuesto, la lactancia materna.
Esa posición obedece a que queremos ser coherentes con nuestra filosofía de vida, pero a la vez queremos ser respetuosos con la de nuestros clientes.
Es falso que hayamos expulsado a nadie del restaurante. Jamás se ha tomado ninguna medida contra nadie que haya ignorado nuestro ruego. Nunca hemos hecho uso de nuestro derecho de admisión, no hemos prohibido la entrada a ninguna persona ni le hemos invitado a marcharse. También es falso que excluyamos a los minusválidos, antes al contrario, desplazamos mesas al piso inferior para atenderles mejor.
Desde El Vergel no nos consideramos abanderados de ninguna causa, ni juzgamos a nadie por el tipo de alimentación de sus hijos. No imponemos nuestros valores ni ideas. Sencillamente intentamos hacer un ejercicio de coherencia, respetando siempre el derecho de cada persona a mantener sus opiniones.
Por ello, pedimos libertad y respeto para establecer en nuestro local las normas que creamos más convenientes, que no han sido discriminatorias, excluyentes o denigrantes, ni lo van a ser nunca. No odiamos a los bebés ni a las familias, antes al contrario, tienen nuestro afecto y respeto. Tanto es así que disponemos de tronas, sillas altas para niños, pinturas y libros para colorear y juegos de mesa.
Alvaro Soto Ángel Martín
Foto | iStock