El movimiento arquitectónico modernista se desarrolló entre finales del siglo XIX y principios del XX, y aunque Barcelona tiene los edificios más representativos de este estilo, firmados por el gran Antoni Gaudí, Madrid también tiene una auténtica joya casi desconocida: este precioso palacio situado en el número cuatro de la calle Fernando VI, en el barrio de Malasaña.
Se trata del Palacio de Longoria, actualmente sede de la SGAE (Sociedad General de Autores), que normalmente no se puede visitar por dentro. Pero con motivo de la exposición '¿Bailamos? 125 años de danza en España', que homenajea a casi una treintena de grandes referentes del baile español, podrá hacerlo quien desee, -y además, gratis- hasta el 30 de abril.
El impresionante edificio fue construido entre 1902 y 1904 por encargo del financiero Javier González Longoria para residencia familiar y oficinas de su sede bancaria. Es obra del arquitecto catalán José Grases Riera, a quien aunque muchos consideran discípulo de Gaudí por sus influencias, en realidad fue su compañero de estudios.
El Palacio de Longoria: máximo exponente de modernismo en Madrid
Es conocida en el barrio como la "casa tarta" por el estilo de su estupenda fachada decorada con molduras de piedra artificial, algo difícil de ver en los edificios madrileños. Sus columnas-palmera, sus formas suaves, vegetales y orgánicas enlazadas entre sí son un ejemplo del estilo modernista más puro.
Sin embargo, en su interior tiene un estilo más tradicional, donde lo primero que salta a la vista es una imponente escalera imperial de forma circular. Pero lo más espectacular sucede al levantar la vista, cuando nos encontramos con una impresionante cúpula de hierro y vidrio de Casa Maumejean, los mismos artistas que crearon las vidrieras de las Catedrales de Burgos o Sevilla, entre otras. La barandilla de hierro y bronce también es muy llamativa, repleta de elementos vegetales como flores de colores y hojas de latón.
En la parte interior del solar cuenta con un extenso patio-jardín al que asoma, a través de grandes ventanales, la fachada trasera, del mismo estilo que la delantera.
En 1912 el edificio fue vendido por 500.000 pesetas y reformado por García Nava para la Compañía Dental Española, como residencia para su presidente. Esta reforma hizo desaparecer su estructura original y en 1946 pasó a manos de Construcciones Civiles, que volvió a reformar el palacio.
En 1950 pasó a ser propiedad de la SGAE, y en 1992 se realizó una rehabilitación integral de los interiores y una restauración de la fachada, muy deteriorada en ese momento. El edificio ha sido declarado como Bien de Interés Cultural del patrimonio español.
No os perdáis esta oportunidad única de visitar el Palacio de Longoria, donde además de disfrutar de una exhibición que recorre los últimos 125 años de la historia de la danza en España, podréis ver más de doscientas obras de autores como Joan Miró, Antoni Tàpies, Rafael Alberti, Mariano Benlliure o Herminio Molero.
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