Graban a un niño que grita y corre convirtiendo un vuelo de ocho horas en una pesadilla, pero la culpa no es del niño
Ha trascendido en las últimas horas un vídeo grabado durante un vuelo de Lufthansa entre Alemania y Estados Unidos que aunque tuvo lugar el 26 de agosto, se viralizó estos días. Fue subido a YouTube por Shane Townley bajo el título 'Niño demoníaco grita y corre durante un vuelo de 8 horas'. Pero la culpa no es del niño.
En él podemos ver lo que han llamado "la pesadilla de cualquier pasajero". Un niño de tres años se pasa el vuelo gritando, corriendo por los pasillos del avión, golpeando el techo, subiéndose al respaldo de los asientos y molestando a los demás pasajeros. Unas imágenes (que por cierto, parecen haber sido grabadas sin el consentimiento de los padres) que vuelven a abrir el debate sobre los niños en los vuelos, pero también sobre si a veces juzgamos sin conocer en realidad la situación. Mira las imágenes y cuéntanos, ¿qué harías si hubieses estado en ese avión?
Un vuelo de pesadilla
Incluso desde antes del despegue el niño empieza a gritar y ya se intuye lo que será el resto del viaje. La madre le pide a la azafata conectar el wifi para así poder darle el iPad y lograr que se tranquilice, algo imposible dado que aún no habían despegado. Más tarde, una vez en vuelo, tampoco hubo wifi que consiguiera calmarlo. El pequeño, incansable, no dejó de moverse por todo el avión gritando, subiéndose al respaldo de los asientos y corriendo por los pasillos.
Entre los pasajeros, algunos simpatizaron con la madre, mientras que otros la criticaban por no ser capaz de controlar a su hijo, que convirtió el viaje de ocho horas en un auténtico infierno para el resto de pasajeros. Según la persona que grabó el vídeo, la madre "no hizo prácticamente nada para calmarle" y hay quienes opinan que hasta deberían haberlo "drogado" antes de viajar.
Por otro lado, con un poco más de sensibilidad, hay quienes señalaron que el niño podría tener autismo o algún trastorno del desarrollo que fuese la causa de su mal comportamiento, aunque la madre no lo mencionó en ningún momento. Muchos padres de niños autistas comentaron que un vuelo puede llegar a estresarlos demasiado y que se prepara al niño con semanas de anticipación para afrontar el viaje.
Pero esos padres estarán desesperados por que lo habrán intentado ya TODO!
— Paloma paleo (@PalomaPaleo) 16 de febrero de 2018
Pero es muy fácil culpar a los padres y creeros que lo sabéis todo y que vosotros no lo harías así. Vergonzoso es que se publique esa noticia y se etiquete a un niño como ‘demoníaco’.
I have one of these at home. He drives me nuts.
— angel grey (@angelgrey81) 14 de febrero de 2018
Nothing mom can do and I feel for her.
Demonic child torments passengers on 8-hour transatlantic flight https://t.co/TIsuoDmfZG
La culpa no es del niño
El asunto de los niños en los vuelos siempre es motivo de controversia, dado que nadie quiere cerca un niño que llore o grite durante todo el vuelo. Sin embargo, aunque es entendible que pueda ser estresante para algunos pasajeros, también debemos ser comprensivos y practicar la empatía. Los niños son niños, no robots a los que se les pueda apagar con un botón de "off" cuando molestan.
Aunque también hay que decirlo, hay padres y padres. El respeto por los demás debería ser un valor que los padres inculcaran a sus hijos desde pequeños. Como digo en esta carta abierta a quienes creen que los niños no deberían viajar en avión, "hay padres que no asumen la responsabilidad de educar a sus hijos cuando ya tienen edad de entender las consecuencias de sus actos. Si tu hijo da patadas, pega o insulta es tu responsabilidad enseñarle que eso no se hace esté donde esté, ya sea en un avión, en un autobús o en el parque de la esquina".
Sin embargo, creo que tampoco hay que juzgar a la primera sin conocer a fondo la situación de ese niño. Es probable que no fuera un niño maleducado, sin más, y desde luego jamás diría que un niño es "demoníaco". Es probable que tuviese alguna condición que no conocemos responsable de que perdiese el control de esta manera.
Veo en el vídeo pasajeros que se tapan los oídos, que se quejan con caras de desaprobación, pero no veo que nadie se acercara a brindar ayuda para calmar al pequeño. Si la madre no es capaz de controlarlo, por el motivo que sea, tal vez otra persona pudiese colaborar con estrategias para tranquilizarlo, como juegos o actividades para entretenerlo, o tal vez intentar que descansara. Así todos hubiesen podido tener un vuelo más placentero.
Si yo hubiese estado en ese avión, por mi salud mental y la del resto de pasajeros, hubiese intentado ayudar a esa madre. ¿Qué hubieseis hecho vosotros?
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