Según informa El País, Iberia ha sido multada con 25.000 euros por pedir un test de embarazo previo a la contratación de mujeres en su plantilla. La Consellería de Trabajo de Balears ha condenado a la compañía por una infracción muy grave de discriminación por motivos de sexo.
La empresa se ha justificado diciendo que en caso de confirmarse un embarazo en las candidatas, habría que poner en práctica un protocolo diferente de salud laboral fijado para estos casos y destinado a evitar actividades que pudieran conllevar un riesgo.
¿Vulneración de un derecho o protección de la trabajadora?
Este particular requisito en las pruebas de selección de personal fue descubierto el año pasado en Baleares, aunque Iberia aseguró a la Inspección de Trabajo que el test de embarazo se les exigía a todas las candidatas a nivel nacional.
Las pruebas de selección eran llevadas a cabo por una empresa de trabajo temporal contratada por Iberia, y a las clásicas pruebas de esfuerzo o analíticas para detectar consumo de drogas que todos los aspirantes debían hacer, se sumaba un reconocimiento médico con test de embarazo incluído para las mujeres.
La empresa se ha defendido alegando que la prueba de embarazo forma parte del reconocimiento médico que se hace a las candidatas una vez han pasado el primer proceso de selección, y previo al curso de formación “que algunas superan y otras no”.
En cualquier caso, Iberia afirma que el único objetivo que tiene para realizar una prueba de embarazo es evitar los riesgos que ciertas actividades laborales tienen durante la gestación, asegurando a la embarazada un puesto y unas funciones compatibles con su estado.
La autoridad laboral, sin embargo, ha rechazado esta explicación recordando que debe ser la mujer quien notifique su embarazo una vez haya sido contratada y no antes, y que la exigencia de este tipo de pruebas puede ser considerada como una manera de evitar la contratación de la candidata.
Ahora la aerolínea deberá decidir si asume la multe o recurre ante la Consejería de Trabajo.
Las reacciones en Twitter no se han hecho esperar al conocerse la noticia y es que, a pesar de los argumentos de la aerolínea, hay quien, al igual que la Consellería de Trabajo, ve un claro caso de discriminación laboral por cuestiones de sexo.
Hola Enrique, el reconocimiento médico es un proceso amparado por el artículo 26 de la ley de prevención, se hace una vez/1
— Iberia (@Iberia) 9 de julio de 2017
pasadas las pruebas de selección, antes de la inducción y con pleno conocimiento de las participantes, la finalidad de ello/2
— Iberia (@Iberia) 9 de julio de 2017
es asegurar que en caso de que la persona este embarazada, las labores a desempeñar no pongan en riesgo en ningún momento/3
— Iberia (@Iberia) 9 de julio de 2017
su salud o la del bebé. Saludos /4
— Iberia (@Iberia) 9 de julio de 2017
"¿Tienes hijos?" La pregunta del millón en las entrevistas de trabajo
Personalmente, han sido varias las entrevistas de trabajo que he realizado en los últimos años, y si bien nunca me han pedido un test de embarazo para contratarme, sí que me han preguntado en numerosas ocasiones si tenía hijos o pensaba tenerlos (cuando aún no era madre).
A veces la pregunta venía de forma directa, como un proyectil que no te esperas, pero en otros casos el entrevistador acababa haciendo la pregunta del millón de forma sutil e inocente.
Ocho meses después de convertirme en madre por primera vez, acudí a una entrevista de trabajo con el objetivo de reengancharme al mercado laboral. Se trataba de un puesto de media jornada cerca de mi casa, y los requisitos que pedían los cubría con creces, tanto a nivel profesional como académico.
Todo transcurría perfectamente hasta que la entrevistadora me preguntó si tenía hijos. Cuando le dije que tenía un bebé de ocho meses me miró con gesto contrariado y me hizo la siguiente pregunta: "Imagina que te contratamos. Estás trabajando con nosotros y un día te llaman de la guardería para decirte que tu bebé tiene 40 de fiebre... ¿qué harías?".
Me quedé en blanco durante unos segundos. Jamás me habían hecho una pregunta similar y no supe que debía responder: ¿qué esperaban de mí? ¿Qué fuera "políticamente correcta" o que dijera la verdad?. Obviamente, la respuesta que di no fue la que mi entrevistadora esperaba, pero no me salió decir algo que no sentía.
"Necesitaban una persona entregada al 100% y sin distracciones personales", me dijeron abiertamente cuando me rechazaron, y aunque en el fondo me alegré de no haber entrado a formar parte de una empresa con esa filosofía, no pude evitar sentir cierta indignación por la discriminación tan brutal a la que había sido sometida, por ser mujer y madre.