La invasión de Ucrania nos está dejando imágenes realmente dramáticas que ojalá no tuviéramos que ver, y una de ellas es esta impactante imagen difundida por Unicef de una madre herida en Kiev y su bebé recién nacida, que da testimonio de la violencia de la guerra.
Olga tiene la cabeza vendada y el cuerpo lleno de heridas de metralla mientras amamanta a su bebé; ambas están acompañada del padre de la niña a un lado de la cama. La foto se ha vuelto viral como símbolo del horror de la guerra y de la protección de una madre.
La historia detrás de la foto
Olga es una madre ucraniana de 27 años que resultó gravemente herida el pasado domingo por la mañana mientras amamantaba a Victoria, su bebé de apenas seis semanas, en su apartamento de Kiev.
Un misil explotó cerca de su casa, las ventanas de la habitación donde estaba junto a su hija explotaron y se hicieron añicos, dañando a la mujer. Recuerda su conmoción al ver a su bebé cubierta de sangre, temiéndose lo peor.
"Me hirieron en la cabeza y la sangre comenzó a derramarse sobre mi bebé. No entendí, pensé que era su sangre”, dijo Olga a la agencia Reuters, sentada en una cama en el Hospital de Niños de Okhmatdyt, donde estaba siendo tratada.
Motherhood.
— Kateryna_Kruk (@Kateryna_Kruk) March 19, 2022
Ukraine, Europe, 2022 pic.twitter.com/LGyG6pIbBM
La madre había cubierto a la bebé con una manta y la sostenía en brazos protegiéndola con su propio cuerpo, lo cual ayudó a evitar que sufriera heridas graves, y probablemente a salvarle la vida.
Dmytro, el padre de la niña, se despertó por el ruido de los cristales y dió un salto para protegerlas a ambas. Fue ahí cuando cogió a la niña y pudo ver que la sangre pertenecía a la madre, no a la niña. "Olga, es tu sangre, no es la de ella", recuerda que respondió Dmytro.
Olga está siendo tratada por múltiples cortes en la cabeza y el cuerpo, pero la bebé resultó ilesa, aparte de un rasguño y algunos moretones.
El donde están siendo atendidas difundió las imágenes con el siguiente mensaje:
"Nuestro hospital admitió a una familia de habitantes de Kiev que resultaron heridos durante el bombardeo. El padre, Dmytro, dice que él y su esposa escucharon fuertes bombardeos por la noche; se acercaba cada vez más hasta que finalmente golpeó un edificio cerca de su casa por la mañana".
A pesar de la dramática situación, el padre expresa que "No nos queda nada por hacer más que mantenernos positivos, solo para creer que fue lo peor, lo más horrible que pudo haber sucedido en nuestras vidas".
Afortunadamente, en este caso, sus protagonistas pueden contar la historia mientras se recuperan del susto. Al contrario de lo sucedido con la embarazada que fue evacuada en camilla de una maternidad bombardeada en Mariúpol, quien días después murió junto a su bebé a causa de las graves heridas.
Foto | Unicef Ucrania y Hospital de Niños de Okhmatdyt.