Según la encuenta "Movimiento Natural de la Población" difundida por el Instituto Nacional de Estadística (INE), durante el primer semestre de este año se han registrado en nuestro país más defunciones que nacimientos, continuando con una tendencia negativa que viene observándose ya desde hace dos años.
Los nacimientos en España desde el año 2008 están decreciendo, y nos hemos preguntado: ¿Por qué no nacen suficientes bebés? ¿Qué haría falta para que el saldo vegetativo (nacimientos menos defunciones) fuera positivo?
Una tendencia que continúa a la baja
Entre enero y junio de este año nacieron 186.703 niños (un 6,3% menos que en el mismo período de 2016) y murieron 219.835 (un 4,5 % más que el año anterior). Pero este saldo (provisionalmente) negativo no es un hecho aislado, ya que la tendencia viene siendo así desde hace dos años.
Tan sólo hay tres comunidades autónomas en las que hubo más nacimientos que defunciones: Madrid, Región de Murcia e Islas Baleares. También Ceuta y Melilla registraron esta tendencia positiva.
Por su parte, Castilla-León y Galicia fueron las comunidades que registraron los índices de natalidad más bajos.
Hace unos meses vimos, además, que la edad de las mujeres para convertirse en madres a lo largo del 2016 había alcanzado la cifra histórica de 32 años. En 2015 fue de 31,9 años y en 2014 de 31,8 años. Es decir, vamos aumentando la edad en una décima por año para tener nuestro primer hijo.
Por el momento parece que la cifra de hijos por mujer es lo único que no varía manteniéndose en 1,33; es decir, continuando con la tendencia del hijo único.
Estos datos de momento son provisionales, ya que faltaría por analizar el último semestre de este año. Pero si bien el INE advierte que el número de defunciones suele ser más elevado en el primer semestre que en el segundo, todo parece indicar que acabaremos el año con un saldo vegetativo negativo.
Cifras muy preocupantes
Lo cierto es que desde los años de la posguerra no se registraban datos de natalidad tan negativos como los que se están dando en la actualidad, y es muy preocupante ya que parece que la tendecia continuará en aumento.
La población cada vez está más envejecida y esto afecta al equilibrio poblacional ya que debería haber un balance entre el número de nacimiento y defunciones. Este hecho, además, acarrea graves consecuencias a nivel económico puesto que la sociedad no puede mantenerse con más jubilados que personas en activo.
La Fundación Renacimiento Demográfico alerta también de esta grave situación:
Los datos son testarudos. La baja natalidad es un problema, sobre todo, de valores. Es un fallo estructural, direccionalmente catastrófico, del actual modelo de sociedad español y occidental. O lo enmendamos en lo que nos lleva a tener tan pocos niños, o vamos al precipicio.
— Renac. Demográfico (@ren_demografico) 12 de diciembre de 2017
¿Por qué se tienen cada vez menos niños?
Los expertos coinciden en afirmar que esta tendencia a la baja en los nacimientos se debe principalmente a las escasas ayudas que reciben las parejas para conciliar la vida laboral y familiar. Además, la inestabilidad y precariedad en el empleo, la falta de ayudas y subvenciones por parte del Gobierno, y un permiso de maternidad insuficiente no hacen sino poner más piedras en el camino.
Por otro lado, no debemos olvidar que el retraso en la edad de maternidad también puede condicionar el número de hijos que se tienen. Los óvulos, al igual que el resto de células del cuerpo, también envejecen, haciendo que las probabilidades de embarazo vayan disminuyendo con la edad.
Fotos | iStock
Vía | INE
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