Todos los paders procuramos tener veinte ojos pendientes de nuestro hijo para evitar accidentes infantiles: que no se ahogue, no se queme, no ingiera productos venenosos o no se trague objetos pequeños, procurando no dejarlos a su alcance. Pero aún así, se producen, sobre todo cuando hay que dividir la atención entre varios pequeños.
Ese es caso de un Xiao Wu, un niño de cinco años residente en la provincia de Guizhou, en el sur de China, que fue tragando bolitas magnéticas mientras veía la televisión con su hermana pequeña, como si se tratara de caramelos.
Ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente para sacarle 123 cuentas que quedaron alojadas dentro de su estómago.
Bolitas magnéticas, un gran peligro para los niños pequeños
Por desgracia no es la primera vez que hablamos de los peligros de las bolitas magnéticas en los niños: no solo pueden producir ahogamiento si pasan a la vía aérea, sino que, además, si se ingieren varios, es muy probable que produzcan graves complicaciones intestinales.
Así lo ha asegurado también el subdirector del Centro de Gastroenterología Endoscópica del hospital donde fue atendido, ya que, de no haberle operado, el niño podía haber sufrido una perforación intestinal.
Así lo explica una publicación local, que señala que, en principio, Xiao aseguró a su hermana que cuidaba de él y a sus padres que solo se había tragado una bolita. Por esa razón, el primer médico que lo atendió le envió a casa porque suponía que la expulsaría de manera natural en pocos días.
Pero como a los seis días aún no la había expulsado, sus padres decidieron llevar a su hijo al Hospital Afiliado de la Universidad Médica de Guizhou y fue entonces cuando descubrieron que no se había tragado una bolita, sino muchas.
Según informa el hospital, tras más de cuatro horas de cirugía, en las que fue utilizado equipo especializado de gastroscopía, los médicos pudieron recuperar del estómago del menor las 123 cuentas de 0,5 centímetros cada una que había ingerido.
Inmediatamente decidieron extraerlas para evitar complicaciones tan graves como erosión del tracto digestivo o perforación intestinal.
Pero la intervención por endoscopia fue complicada, ya que Xiao no solo tenía bolitas magnéticas formando un bloque en el estómago, sino también una gran cantidad de residuos de alimentos envolviéndolas. Afortunadamente todo salió bien y el pequeño no ha tenido secuelas.
Por eso, ahora que se acercan las Navidades y no es algo tan extraño que los Reyes Magos o Papá Noel dejen alguno de estos juegos magnéticos en casa, seamos conscientes de los peligros que entrañan y no les dejemos a solas con ellos, ya que pueden ser fatales para los niños.
Vía y fotos | Hospital Afiliado de la Universidad Médica de Guizhou
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