De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) uno de cada 160 niños tiene un trastorno del espectro autista (TEA), que presentan problemas de neurodesarrollo y de funcionamiento cerebral que dificultan sus interacciones sociales y comunicación.
Los niños que presentan este trastorno, pueden tener ocasionalmente una crisis, que suele aparecer cuando se estresan o estimulan en exceso. Esto fue lo que le sucedió a un niño con autismo mientras visitaba un parque temático, pero una empleada corrió a su rescate y le acompañó hasta que su crisis terminó.
Lenore Koppelman es la madre de Ralph, un niño de 9 años de edad que tiene autismo. Ella y su familia se encontraban visitando por primera vez el parque temático de Estudios Universal en Florida, Estados Unidos, cuando el pequeño tuvo un crisis debido a un disgusto que tuvo mientras se encontraban ahí.
Publicada en su cuenta de Facebook, la madre cuenta la historia de lo sucedido ese día, un día que de acuerdo con sus palabras, no olvidará jamás, especialmente por la intervención y amabilidad de Jen Whelchel, una de las empleadas del parque.
"Quiero compartir algo increíblemente especial con todos ustedes. Un día que nunca olvidaré", comienza a contar Lenora, explicando que era la primera vez que su hijo Ralph visitaba ese parque, y que ella estaba orgullosa de ser una familia "neurodiversa" debido a que él tiene autismo.
A pesar de que es maravilloso, amoroso, educado e inteligente, Ralph en ocasiones tiene dificultades (¿no las tenemos todos?). Cuando él batalla demasiado, a veces puede tener algo conocido como una "crisis autista". Algunas personas que no están educadas en el tema del autismo, podrían verlo como un berrinche. Pero la realidad es que no es un acto de un niño mimado y travieso. Es un llamado de ayuda. Esta es la forma de Ralph de decir "No sé cómo controlar y regular mis emociones en este momento. ¡Necesito ayuda, por favor! ¡Estoy asustado! ¡Me siento agobiado! ¡Quiero sentirme mejor pero no sé cómo hacerlo". Y entonces, apareció Jen al rescate
Lenora procede entonces a explicar el motivo por el cual Ralph tuvo una crisis que terminó en el tumbado en el suelo del parque. Resulta que el pequeño estuvo esperando todo el día para subirse a un juego de Spiderman, que se encontraba al final de su recorrido por el lugar. Durante todo el día, estuvo preguntando a sus padres cuándo sería el turno de subir a esa atracción, a lo que ellos le respondían que pronto llegarían a él y que mientras disfrutara los otros juegos.
"Él fue MUY paciente por MUCHO tiempo. Lo más paciente que pudo ser", cuenta Lenora. Finalmente, cuando llegaron al juego que tanto esperaba Ralph, entregaron sus pases especiales para no tener que hacer tanta fila y se fueron a esperar su turno a un lugar cercano durante 15 minutos.
¡La espera estaba volviéndolo loco! Pero hizo su mejor esfuerzo por regularlo con las herramientas que se le han dado a través de los años, gracias a sus maestros y su equipo de terapia en su escuela de necesidades especiales. Todos ellos, y él, son increíbles.
Cuando por fin volvimos al juego, él estaba saltando de alegría. Él pensó "¡Oh, guau! ¡Aquí estamos! ¡POR FIN!" y deberían haber visto la sonrisa en su rostro. Era increíble. Entonces, cuando ya se acercaba nuestro turno para abordar y él podía verlo todo, nos dieron la noticia de que el juego se había descompuesto. A todos se nos pidió amablemente que nos retiráramos. Y Ralph, comprensiblemente, perdió la calma (¿No lo hubieras hecho tú?). Mi esposo y yo conocemos las señales. Podemos ver que se acerca, como un tren que se avecina. Y aún así no pudimos evitarlo. No había más hacia dónde ir. La crisis de autismo iba a suceder. Y SUCEDIÓ.
Entonces Ralph se tiró en el suelo, mientras todas las personas intentaban salir del área del juego, llorando, gritando e hiperventilando. Y mientras Lenora intentaba levantar del suelo a su hijo para evitar que fuera pisoteado y las personas pudieran salir, apareció corriendo Jen, una empleada del lugar.
Ella me dijo que lo dejara en el piso si él necesitaba estar ahí. Y entonces hizo esto. Se tumbó en el piso CON ÉL. Se quedó quieta junto a él mientras lloraba desconsoladamente, y le ayudó a respirar nuevamente. Le habló de manera calmada, y mientras el lloraba y gritaba, ella gentilmente le decía que lo sacara todo.
Le dijo a las personas que continuaran caminando alrededor de ellos, para que dejaran de quedarse a observar. Y entonces le dijo a él que estaba bien estar triste y sentirse de esa manera. Ella entendió. Ella se sentiría de la misma manera. Los sentimientos de él fueron validados. Y ella le dijo que él podría quedarse ahí tumbado con ella el tiempo que fuera necesario hasta que se sintiera mejor.
Eventualmente, Ralph se sintió mejor y ambos se levantaron del suelo. Jen le dijo que él podía llevarse algo de la tienda de regalos para que se sintiera mejor, y eligió una pequeña libreta con una pluma y un accesorio de Spiderman. Ella le dijo que podía tomar algo de mayor valor y le sugirió otros juguetes más costosos, pero él solo respondió "No gracias, estoy bien". Y para sorpresa de su madre, Ralph sonrió y le agradeció a Jen por todo.
Lenora explica que después de la crisis, habló con Jen y ella le contó que todo el personal del parque lleva una capacitación especial para tratar a personas con autismo, así como otras necesidades especiales. Al despedirse de ella, toda la familia fue al área de atención al cliente para agradecerles lo que Jen había hecho por ellos, y que había significado muchísimo para todos, especialmente para Ralph.
Finalmente, Lenora agradece una vez más a Jen, y nombra a otros empleados en diversas áreas del parque, que fueron totalmente amables e inclusivos y atendieron las necesidades de Ralph de una forma verdaderamente conmovedora, y pide que se comparta su historia para reconocer a todas esas personas maravillosas.
La experiencia de Ralph y su familia, es una historia de amor, inclusión y empatía, algo que todas las familias de personas con autismo deberían sentir a donde quiera que vayan. Gracias a la capacitación proporcionada por la empresa a sus empleados, y por la amabilidad de Jen, el día de Ralph fue salvado y la familia se llevó una grata visita a ese parque temático, a pesar de no haber logrado que el pequeño pudiera subirse a la atracción que deseaba.
Vía | CNN