Cuando creemos que todo ya ha sido inventado, solo falta darnos una vuelta por una tienda de puericultura para comprobar que nos equivocamos. Esto fue precisamente lo que me sucedió al conocer la Thule Shine Air Purifier Canopy, una capota que garantiza que el bebé respire aire purificado, pensado para las familias que vivimos en ciudades muy contaminadas.
La contaminación, un problema creciente y cada vez más grave
La contaminación es un problema que va en aumento y al cual se le atribuye un número creciente de problemas de salud y de muertes. La OMS afirma que casi toda la población mundial (el 99%) respiramos un aire que supera los límites recomendados por la Organización y contiene altos niveles de contaminantes.
Para no ir muy lejos, otro estudio reciente realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) en más de 1.000 ciudades europeas, encontró que Madrid y Barcelona se encuentran entre las ciudades europeas con más mortalidad atribuible a dióxido de nitrógeno (NO2).
Estos datos preocupan especialmente a los padres, teniendo en cuenta que los bebés son los más vulnerables a los efectos nocivos de la contaminación, no solo porque se desplazan más cerca de los gases de escape de los coches, sino porque sus pulmones se encuentran en fases cruciales de desarrollo.
¿Cómo funciona la capota con purificador de aire de Thule?
El purificador de aire para bebés se integra en la capota y utiliza tecnología desarrollada por expertos médicos para crear un flujo suave de aire purificado alrededor del bebé. El aire se renueva varias veces por minuto, para aportar aire limpio en cada respiración.
Un ventilador situado en la parte trasera de la capota introduce el aire, lo filtra y, a continuación, lo expulsa suavemente en el capazo o el carro. Según la marca, el filtro EPA de alta eficiencia captura hasta el 98% de partículas de contaminación nocivas, así como virus, bacterias y polen.
Es importante tener en cuenta que con el tiempo, los filtros HEPA se llenan de partículas y se deben cambiar aproximadamente entre 3 y 4 veces al año, según el nivel de uso.
Adicionalmente Thule ha desarrollado una app que funciona mediante Bluetooth para realizar un seguimiento de los niveles de calidad del aire. Esta permite comparar el aire en la capota del bebé con el aire a su alrededor y tras 60 o 70 segundos, se obtiene un resultado para saber el estado actual de la calidad del aire. También genera una notificación cuando sea el momento de cambiar el filtro.
Sin duda un producto interesante para padres de bebés y niños pequeños que vivimos rodeados de contaminación, aunque su precio no es apto para todos los bolsillos (499,95 euros).