Los niños no tienen ninguna culpa de la irresponsabilidad de los padres, pero hay gente solidaria con espíritu de servicio dispuestos a ayudarles, como han hecho dos policías del estado de Virginia Occidental (Estados Unidos) que se encontraron con una sorpresa en un control rutinario de alcoholemia.
Los policías Dereck Graham y su compañera B.R. Wood detuvieron a una mujer que conducía borracha y encontraron en el asiento trasero a un bebé cubierto en vómito, orina y heces. El oficial no dudó en llevarlo a la sede policial y darle un baño en el fregadero para limpiar al niño.
El oficial es padre y sintió que no podía dejar allí al niño sentado todo sucio y oliendo tan mal. Así que decidió darle un buen baño hasta que llegaran los servicios de protección infantil. Allí fueron tomadas estas fotos en las que el bebé parece agradecerle lo que ha hecho por él.
Según declaró a The Washington Post, "Como padre, no podría dejar que mi bebé estuviese cubierto de vómitos, orina y heces". "Por ello decidí prepararle un baño en el fregadero para que se sintiera mejor", añadió.
Una triste historia
Detrás de esta bella anécdota y esa sonrisa de agradecimiento que les regala el bebé hay una historia muy triste: el bebé quedará bajo la custodia de un tutor legal y será supervisado por los Servicios de Protección Infantil.
Es triste que no sea la propia madre quien sea capaz de cuidar a su bebé, pero sin duda a partir de ahora estará mejor cuidado. Dos ángeles de la guarda se cruzaron en su camino.
Vía | Today
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