El diagnóstico de cáncer de un hijo es absolutamente devastador para toda la familia. A partir de ese momento la vida parece detenerse y todos los planes quedan suspendidos en el aire para dedicarse a lo más importante, el cuidado del niño.
Celia y Geff Kinzel, una pareja de Ohio, tenían programada su boda para 2018, pero decidieron adelantar la celebración debido a la gravedad de Logan, su hijo de dos años, afectado de un cáncer cerebral. Nunca imaginaron que se casarían en la capilla del hospital infantil de Nationwide de Columbus donde permanece ingresado, porque deseaban que su hijo fuese testigo de ese momento.
Si no puedes ir a la boda, la boda viene a ti
Tras una operación y meses de sesiones de quimioterapia debido a un meduloblastoma, la familia recibió hace pocos meses la terrible noticia de que el cáncer había regresado, por lo que el niño debía volver a recibir tratamiento.
Como no saben si Logan conseguirá sobrevivir, y debido a que no puede salir del hospital, decidieron llevar allí la boda. A la ceremonia asistieron Logan, el otro hijo de la pareja, Rowan y unas treinta personas que se acercaron al hospital para compartir con la familia ese agridulce momento.
La foto que vemos arriba fue tomada por Megan, la abuela del niño, mientras los tres caminaban por el pasillo del hospital hacia la habitación de Logan después de celebrarse la boda. Ella comentaba:
Y a pesar de la tristeza que refleja la imagen, Megan espera que reflejen un mensaje diferente: "Me habla de la valentía, el amor y la capacidad de encontrar alegría y felicidad en casi cualquier situación."
Decidieron compartir la foto para generar una mayor concientización sobre el cáncer pediátrico y darle visibilidad a una enfermedad de la que cada año se diagnostican más de 150.000 casos a nivel mundial.
Vía | PopSugar
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