El lazo entre primos, una relación que debemos alimentar desde la infancia
La relación entre hermanos es una muy especial, que se construye desde el momento en que llega un nuevo integrante a la familia. Entre ellos se crea un vínculo muy especial y único, que comparten en muchos momentos de su vida: en los alegres, los tristes, en las travesuras y en los logros. Tener hermanos es sin duda algo positivo para los niños.
Pero existe también otra relación que puede ser única y maravillosa, especialmente si se le cultiva desde temprana edad: los primos. Hoy quiero hablarte de por qué debes alimentar ese vínculo con ellos desde la infancia y del papel importante que desempeñan los primos en la vida de tus hijos.
Un vínculo que comienza en la infancia
Quiero comenzar este artículo contándoles un poco acerca de mi experiencia y del por qué decidí escribir sobre este tema. Mi hermana y yo (las únicas hijas de mis padres) fuimos las últimas en llegar a la familia por el lado materno.
Por parte de mi madre, el primo más cercano nos llevaba 7 años y él a su vez era muchos años menor que sus tres hermanos. Había más primos pero con ellos la diferencia era de más de 15 años. Convivíamos poco y la diferencia de edad hacía que tuviéramos poco o nada en común.
Por el lado de mi padre, las edades de los primos son más cercanas, somos siete en total, pero eran muy pocas las veces que nos veíamos. Si bien jugábamos juntos y convivíamos en fiestas y reuniones familiares, nunca fuimos los grandes amigos. Pero hay algo que he notado en mis primos paternos: entre ellos sí existe una gran amistad.
Supongo que sus madres, las hermanas de mi padre, procuraban que se frecuentaran y pasaban muchos más tiempo juntos. Hay un lazo que entre nosotras (mi hermana y yo) y ellos (mis primos paternos) nunca tuvimos. Apenas ahora en nuestra vida adulta y siendo madres es cuando nos hemos acercado un poco más y encontramos cosas en común.
Ahora que mi hermana y yo somos madres, procuramos que nuestras hijas pasen tiempo juntas varias veces por semana, y debo decir que sin duda existe ahora un fuerte lazo de amistad y cariño entre ellas. Por mi historia familiar y por lo que ahora veo con mi hija y su prima, a quien le lleva menos de un año y medio, veo que el vínculo entre los primos es uno que nace desde la infancia.
Por qué son importantes los primos
Como comentaba al principio, además de los hermanos, la relación entre primos puede ser una muy especial y llena de cariño. Justamente por eso es importante hacer lo posible porque nuestros hijos convivan con sus primos. Te comparto ahora, tres razones por las que debemos alimentar esta hermosa relación desde temprana edad.
Son los primeros amigos de tus hijos
Si tienes la suerte de que tus hijos y sus primos sean cercanos en edad, es posible que veas nacer frente a tus ojos una bella y perdurable amistad. Además de los hermanos, los primos son esos primeros amigos, los cómplices de las primeras travesuras y aventuras de tus hijos.
Son hermanos de otra madre
Con un primo comparten la familia, pero viven en casas distintas. Son una especie de combinación entre un hermano y un amigo. Además del vínculo que puede nacer entre ellos, les une el cariño que tienen hacia sus tíos, haciendo aún más especial y significativa su relación.
Es una amistad para toda la vida
Al pasar tiempo juntos, sin duda vivirán distintas experiencias e irán creando recuerdos que perdurarán para toda la vida. No sólo jugarán y tendrán cosas en común, sino que además irán creciendo juntos y acompañándose en los distintos momentos importantes que ocurran en sus vidas.
Yo no tuve una relación estrecha con mis primos por distintos factores, sin duda me hubiera gustado frecuentarlos más para tener un vínculo especial con ellos. Pero veo ahora con mi hija, que es algo que debemos construir desde los primeros años. Si tus hijos tienen la suerte de tener primos cercanos en edad y que vivan cerca, son muy afortunados.