El primer diente de leche se mueve y aquí no vendrá el Ratoncito Pérez

El primer diente de leche se mueve y aquí no vendrá el Ratoncito Pérez
41 comentarios

Este niño sonriente de la foto es Jon, mi hijo de seis años, que hace dos días nos sorprendió a todos en la cena cuando, de repente, nos dijo: “¡Se me mueve un diente!”. Por la exclamación seguro que estaréis pensando que lo dijo con entusiasmo e impaciencia, pero nada más lejos de la realidad, estaba asustado y aún se asustó más cuando le dije que era normal y que se le iban a caer todos (“¿Qué?, ¿todos?, ¡buaaaaa!”).

Entonces tuvimos que recurrir al truco del “mal de muchos, consuelo de tontos”, explicándole que a todos los niños de su edad se les caen, que a nosotros cuando éramos pequeños también se nos cayeron y que después nos salieron unos dientes más grandes y mucho más fuertes.

Como la cosa le seguía preocupando porque temía sufrir (el miedo era más al dolor que a la pérdida), le explicamos que hay casas donde, cuando un diente se cae, se hace un regalo. Nosotros pensando que no sabía quién era el famoso ratón, personaje que no teníamos intención de presentarle porque a nuestra casa no vendrá y va él y nos dice: “Lo sé, el Ratoncito Pérez”.

No sé dónde ni cuándo lo ha conocido, aunque teniendo en cuenta que algunos de sus compañeros de clase van “mellados” hace tiempo, es posible que hayan hablado de ello en el colegio. El caso es que en ese momento nos descolocó un poco, más cuando estábamos tratando de calmar su ansiedad.

Hablamos de ese diente que viene debajo de su incisivo, ese que viene con ganas de quedarse para toda la vida, grande, fuerte y que necesita un poco de espacio. Hablamos del diente de ahora, ese que ya ha cumplido su misión, que ya ha masticado todo cuanto tenía que masticar y que ya merece un descanso infinito.

Luego volvimos al tema de la celebración, porque como “es tu primer diente, tenemos que hacerte un regalo”. Como soy del club del humor (cachondo que es uno, que no puedo evitar decir tonterías en situaciones así) le dije que le daríamos un chicle de menta. “Pero no me gustaaaaaaannnn”, dijo en un largo lamento, casi abatido y seguramente pensando que, para eso, mejor no perder su diente.

“Bueno, pues entonces un chicle de fresa”, le dije siguiendo con la (absurda para un niño) broma. “Valeeeee, pues un chicle de fresaaaaa”, me dijo de nuevo con voz de lamento, pero contento por llegar al consenso. Entonces pensé que qué lastimica, él estaba preocupadísimo por perder una parte de su cuerpo que llevaba con él seis años, él temía por la posibilidad de que le doliera el desprendimiento, y va el idiota de su padre y le dice que lo celebrará regalándole un chicle de fresa. Para que luego digan que los niños lo quieren todo. Bien, es posible, pero Jon, al menos él, parece que no, de momento, no.

Arreglé el momento diciéndole que, como era su primer diente, en vez del chicle podríamos regalarle algo mejor, algo como un Lego, frase que pareció hacerle más gracia que las previas. Entonces empezaron a hablar él y Miriam sobre ratoncitos coleccionistas de dientes que hacen collares con ellos, porque el Sr. Pérez, a nuestra casa, no vendrá.

No lo hará porque queremos regalarle nosotros algo el día que se le caiga su primer diente, no vendrá porque es un ratón, un personaje de cuento que, para no existir, es mucha la admiración que los niños le profesan. Nosotros preferimos que el regalo sea nuestro, de mamá y de papá: un juguete y mil besos. Y con el diente, pues hacemos lo que él quiera. Quién sabe, igual se lo quiere guardar de recuerdo.

En Bebés y más | Carta para dejarle al Ratoncito Pérez cuando se cae un diente ¡Gratis!, Se le mueve un diente al niño, ¿Cómo se caen los dientes de leche y salen los definitivos?

Temas
Comentarios cerrados
    • brillante

      Y le direis que los Reyes magos y Papa Noel no existen ¿No? Que son los padres... Vaya forma de romper la magia de un niño.

      Los niños deben ser inocentes e imaginativos, si no los somos en esa edad cuando lo seremos, ya tendremos tiempo de afrontar la realidad... Yo sigo anclado a mi infancia, creo que tengo un poco complejo de Perter Pan, pero bueno soy feliz pintando el mundo del color que me gusta.

      No os preocupeis que los niños de mayores sabrán que los regalos son vuestros si eso es lo que os preocupa.

      Cada uno es libre de educar como quiera, pero a mi me gustan las tradiciones y la magia.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de icerra Respondiendo a Ivan Cerra
      brillante

      Hola Ivan, con el comentario 5 más o menos ya lo he explicado.

      Yo no digo que nuestra manera de hacerlo sea la mejor, ni mejor que la de nadie. Es simplemente el modo en que hemos decidido hacerlo con nuestros hijos por el pasado de ambos.

      No es una cuestión de que sepa que el regalo es nuestro, es una cuestión de que quiero que vea que nosotros participamos también de la "fiesta" y una cuestión de no inventarle personajes que no existen.

      La magia existe más allá de estos personajes, en los cuentos, en las historias que inventamos y sobretodo en las que él inventa y crea. Por eso no estamos preocupados.

      No sé, es un ¿"para qué inventar algo que luego habrá que desmentir"?

      He escrito la entrada para daros nuestra visión y para que la gente vea que hay quien lo hace diferente y también para recibir vuestras opiniones al respecto, que siempre es estimulante y enriquecedor.

      Un saludo!

    • Cerrar respuestas
    • interesante

      Si cada uno es libre de hacer lo que quiera, pero no sé... Los días más felices de mi vida los he tenido en esas edades, no tenía preocupaciones... No existían novias, dinero, impuestos, crisis,....

      Mi mundo era amigos, ratoncito Perez, cumpleaños, Papa noel, Reyes Magos, era un mundo especial lleno de alegría y felicidad, padres pendiente de ti organizando todo contigo, un rito envolver el pequeño diente y ponerlo bajo la almohada, soñar que venía el ratoncito y me lo cambiaba por dinero, imaginar que hacia con todos los dientes...

      No sé, hay tiempo para todo y para vivir esta realidad y sociedad llena de ladrones, políticos que no hacen política, malhechores, ecngaños, falsa libertad... Para eso ya habrá tiempo.

      Pero mi infancia la tengo bien guardada en todos y cada uno de mis sentidos, y si me hicieran como Morpheo en Matrix... prefiero la pildora de la infancia, que no me la quiten!!!!

      Pero cada uno tiene su opinión y eso nos hace grandes!! y autenticos, ni la tuya es la buena ni la mia, son diferentes.

      Esta mañana leí una estadística muy graciosa, hay un porcentaje elevadísimo de gente que dice que le gusta Cold Play y luego escucha Camela y Justin Bieber!!! Y eso¿? Por qué¿? Vivimos en una sociedad llena de falsedades, lo importante es que cada uno diga su opinión sin temor a nada, a corazón abierto!!!

      Un saludo a todos.

    • vaya...me equivoqué votando!! quería votar a Ivan juas restate uno Armando ;) jiji

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de lorenacondecabrero Respondiendo a lorenacondecabrero
      interesante

      Vaya... Si te sirve de consuelo yo he votado en positivo a Ivan.

    • interesante

      Yo sigo dándole: ¿nunca mentís a vuestros hijos? ¿mentirijillas? Os pongo en situación: niño de dos años encolerizado o enrrabietado o con una pataleta de toda la vida, que quiere quedarse en el parque, son las 20 h y tienes que bañarle, darle de cenar, etc. Mamá: "Cariño, es que tenemos que hacer cositas, vamos a casa, que se hace de noche". Niño: "Nooooooo, no quiero irme, casita noooooo". Madre: "Es que van a cerrar el parque, ahora viene un señor con una llave y lo cierra y mañana ya lo abren de nuevo". Niño accede de mala gana.

      Y ese tipo de mentirijillas en diversas situaciones, cuando la verdad tal cual no funciona, no la aceptan, etc. Los adultos nos mentimos entre nosotros muchas veces, con mentiras pequeñas, medias verdades (que no si no medias mentiras) ocasionales, sin importancia.

      Insisto en que lo que uno ha vivido le condiciona sin duda. Mi madre monta un gran Belén cada año, con agua en el río, castillo, pueblo, etc. Los Reyes Magos de toda la vida empezaban a moverse cuando se acercaba la fecha, hasta que la Noche de Reyes llegaban al pesebre. Yo soy agnóstica, sin embargo nunca olvidaré esos despertares, ese salir corriendo cuando todos estaban aún dormidos a ver si veía a los Reyes moverse por el Belén. Y me gustaría que mi hijo también viviese esa emoción. Y La Cabalgata, etc.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de ciberia Respondiendo a ciberia
      interesante

      Jajaja, yo una vez le dije a mi hijo que se quería salir a la calle después de cenar que había pasado el señor que recoge la calle y se la había llevado, parece que lo convencí pero cuando nos estábamos poniendo el pijama se asomo por su ventana y me gritó "¡mira mama, podemos salir a la calle que esta aun no la han recogido!" Uno de nuestros juegos favoritos es ir por la calle corriendo de portal en portal escondiéndonos de los monstruos que pueblan el mundo y cuando nos acorralan soltamos un petardo (todo simbólico, claro), sabe que es un juego pero a veces cuando no se quiere bañar le digo "que entonces tendremos que tener preparado un arsenal de petardos y fuegos artificiales porque los monstruos acuden al olor de los niños que no se han bañado", a veces corre a bañarse y otras no nos queda mas remedio que esperar a la caída de la noche para ver como acuden en hordas. Lo de los reyes en mi familia es sagrado porque ademas en Navidades hay tb cumples en mi casa.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de simonetta Respondiendo a simonetta

      En mi casa muchas veces nos duchamos igual. Me encorvo, pongo voz de maligno y digo "aquí huele a niño!!, a niño que no se ducha!! Porque si los niños se duchan, ya no les huelo y no los puedo coger!!", y se lo pasan pipa huyendo un rato de mí por todo el piso hasta que al final lo solucionan quitándose el olor a niño en la cámara desodorizante (ducha).

      Y esta tarde otra invención, el mayor jugando a pillar al pequeño, el pequeño que no quiere que jugar, al final el mayor dice "pillado" y el otro llorando, porque no quería jugar y tampoco quería ser pillado. No juegan pero el pequeño llora. Pues cojo una fregona pequeña que tenía allí al lado y le digo a Aran, "toma, corre, cójelo!! Es el cetro despillador, si lo tienes en la mano ya no estás pillado!" Lo coge, le levanto la mano y digo, "salvado!!" Y él más contento que unas Pascuas.

      Lo cuento porque sé simonetta que estas historias te gustan.

      Y lo cuento porque sé que creíais que mis hijos están en peligro de vivir en un mundo sin fantasía por no conocer al ratoncito Pérez... quizás así os tranquilice un poco ;)

    • Cerrar respuestas
    • jajaja! que no creo que tus nenes estén en peligro hombre!, si eres el que le dijo a su hijo mayor que las zapatillas con piedras corrían mas...y si, me encantan las historias así, imaginación al poder.

    • Avatar de simonetta Respondiendo a simonetta

      jajaja Yo me parto... pero eso no son mentirijillas, eso son guiones de ciencia ficción!!!

    • Avatar de ciberia Respondiendo a ciberia

      Pues supongo que mentirijillas sí, pero esa en concreto, pues no.

      Más o menos hablé de ello con el tema de las máquinas infantiles de moneditas, que la gente que no quiere pagar dice "no funciona"...

      Pues yo no le paso la responsabilidad ni a la máquina ni al señor que cierra el parque, sino que nos vamos porque nos tenemos que ir. Como a esa edad razonar es difícil, pues siempre he inventado algo para distraer la atención.

      Es como cuando en el CAP alguien le dice a su hijo "pórtate bien, que este chico te vigila"... pues me repatea y respondo "no, yo no vigilo a nadie". Yo cuando voy con mis hijos al médico procuro que se porten bien y les explico por qué, pero no traspaso esa responsabilidad a gente que no tiene nada que ver. Son responsabilidad mía.

      Luego pasa como con simonetta, que los niños te "pillan" la mentira. Yo recuerdo algunas mentiras de mis padres y me sentía muy decepcionado cuando conocía la verdad... Pero, ¿por qué me habían engañado?

      Que no digo que esté mal, los niños acceden, pero yo prefiero hacerlo de otra manera, desviando la atención, promoviendo juegos,...

    • interesante

      Cada otoño sigo con gran interés el debate que se forma en algunos foros de maternidad sobre si seguir o no las tradiciones que incluyen personajes fantásticos que otros llaman descaradamente mentiras. Lo sigo porque en mi casa, cuando yo era pequeña, siempre sabíamos que no existían y que los regalos que teníamos, eran de mis padres o mis abuelos.

      No digo que no sea bonito vivir ese mundo de fantasía, pero estoy de acuerdo con Armando en que una cosa es que ellos crean en algo, las hadas por ejemplo, y no desmentírselo, y otra que pregunten si existen y mentirles diciendo que sí.

      Es como cuando fuimos a Disney. Todos sabemos que los personajes que van por el parque firmando autógrafos, son señores disfrazados, como dice ahora mi hijo. Pero ellos creen que son realmente mickey o Pluto. No hace falta sacarlos de su error, pero si me preguntan si son o no reales, creo que decirle "sí, hijo, ese es el verdadero mickey" me parece mentir claramente, y eso sí que es normal que cause decepción en los hijos al descubrirlo.

      En casa los regalitos por los dientes los damos papá y mamá, y los dientes están guardados en una cajita, junto al cordón umbilical, el primer chupete y la pulsera del hospital. Son recuerdos que yo, su madre, me gusta tener.

      Pronto se le caerá su tercer diente, el primero de arriba, y buscaremos un regalito para darle. Y lo espera con ilusión, pero sabiendo que somos nosotros.

      Por supuesto no todos los niños se traumatizan por la no-existencia de los Reyes o del Ratoncito Pérez, pero otros sí. Y como no sabemos cómo lo llevarán nuestros hijos, creo que es mejor ser consecuente con los principios de cada cual y no juzgar a los demás.

      Armando y Miriam, como otras muchas parejas hacemos, prefieren decirle la verdad a sus hijos sobre el origen de esos regalos. Y estoy segura, porque les conozco lo suficiente, que sus hijos son muy pero que muy felices y no se sienten frustrados ni que nadie les haya robado su infancia y su inocencia.

      Por cierto, y sobre lo de que le destripen esa idea a sus compañeros de colegio, mi hijo sabe que no debe decirle a sus amigos la verdad sobre estos temas. Son sus padres los que llegado el momento ya se lo dirán.

    • interesante

      Bueno, pues mi forma de pensar en cuanto a estos temas se acerca a la vuestra. No quiero decirle a mis hijos algo que luego tendré que desdecir, si quiero que sepa que sus padres están para lo que necesite y que nunca le engañarán, no sé que hago convenciéndoles de que existen no se qué seres mágicos.

      Y como muy bien dices la magia y la ilusión de un niño no se pierde porque lo único que hacemos es cambiar al personaje fantástico por personas reales con las que imaginar todo lo que deseen y a las que darles sorpresas. Y realmente no disfrutamos nosotros de crear esa ilusión y esa magia y sorpresas en nuestros hijos?? Ellos también disfrutarán muchísimo si les enseñamos cómo.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de mamacolibri Respondiendo a mamacolibri
      interesante

      ¿En la infancia de tu hijo entonces no hay hadas, monstruos, duendes, gnomos, superhéroes, brujas malas, brujas buenas, elfos o animales que hablan? Lo digo porque son todos "no se qué seres mágicos" que no existen.

      Es decir, si tu hijo lee un cuento de un hada, imagino que estarás explicándole detrás: "No, cariño,las hadas no existen" o "No, no, no, es imposible que una vaca hable".

      No sé, me parece un poco exagerado, con todos mis respetos.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de ciberia Respondiendo a ciberia
      interesante

      No ciberia, yo no voy detrás explicándole lo que existe y lo que no existe. Él elige qué existe y qué no existe y él elige cuándo preguntar.

      No hace falta que le explique que una vaca no habla porque ya lo sabe sin que yo se lo haya dicho, sobre las hadas, no sé si cree en ellas, pero las películas de Campanilla le encantan y tiene cuentos de Peter Pan.

      Ahora, si me pregunta: Papá, existen las hadas? Pues no le diré que sí. Le diré que yo nunca he visto una y que tampoco conozco a nadie que haya visto una. Y si insiste o me pide la opinión, pues le diré que no creo que existan...

      Como le he dicho Iván, fantasía y magia hay en los cuentos que lee(mos), en los que le cuento, en los que invento, en los que él inventa y, cómo no, en las pelis que ve y en los juegos que juega. De ahí a convencerle yo de la existencia de un ratón que viene a coger un diente, pues hay una distancia, claro, porque yo diría que él ya sabe cómo son los ratones de verdad.

    • Cerrar respuestas
    • Ay, perdón!!! Creía que era para mí! Ahora he visto que respondías a mamacolibri... Perdón, perdón!

    • Cerrar respuestas
    • Jajajaja, no pasa nada, espero que a mamacolibrí no le importe. Ya te sigo contestando.

      Vuestro razonamiento me parece válido, pero no consigo convencerme -sé que no lo pretendes-. Me refiero a que estoy haciendo un ejercicio de balance entre lo que hacéis vosotros y lo establecido. Y quitarle la magia de los Reyes Magos... me cuesta mucho.

      Quizá cuando tenga la edad de Jon, seis años, lo vea diferente, no sé. Ahora sé que mi hijo cree muchas cosas que no son reales, entre otras es posible que crea que un ratón se lleva los dientes de leche.

      A veces me gustaría creérmelo hasta a mí.

      Buen finde!

    • Sin problemas, en tu respuesta lo has expresado mejor de lo que yo lo habría hecho!!! No se trata de erradicar cuentos ni tradiciones, simplemente es una decisión personal. Creo recordar que en mi casa nunca hubo ratoncito pérez y Papá Noel fue descubierto muy muy pronto, quizá con cuatro años o así...Así que mis Navidades no han sido por eso menos dulces, emocionantes y sorprendentes, sabía que mis padres pondrían los regalos y yo también me las ingeniaba con mi hermana para guardarlos durante días y ponerlos en el árbol sin ser descubiertas...La ilusión no se pierde!!Y en cuanto a los cuentos...la imaginación es algo muy valioso, aún más en los niños, pero no tiene por qué ir unido imaginar con creer.

    • Avatar de mamacolibri Respondiendo a mamacolibri

      No hay que desdecir, los niños solitos se darán cuenta....aun recuerdo cuando yo descubría la verdad detrás de esas fantasías y no le reclamaba nada a mis padres, mas bien me sentía mayor y entendía mejor las cosas.... me sentía grande y hasta responsable de mantener la fantasía en mis hermanos menores.

    • interesante

      Armando, respeto tu decisión, pero a mí me gusta la fantasía y la historia del Ratón Pérez me parece eso, una ilusión, una fantasía que un niño puede esperar con ganas y que amortiguará el miedo o dolor que puede sentir por la pérdida de un diente, que al fin y al cabo, es una parte de sí mismo.

      Cuando era pequeña y se me caía un diente el Ratón Pérez no me traiga grandes regalos, pero yo le escribía cartas. Y todavía conservo los cuentos infantiles que cada año traían a mi casa los Reyes Magos, con sus firmas y dedicatorias, de los 3, aunque mi preferido siempre fue Baltasar.

      Cada familia tiene sus códigos, sus formas de comunicarse y quererse. Nosotros no ponemos veto a la fantasía. Mi hijo hasta hace pocos días cuando veía una bandera de España decía: "Mira, mamá, una bandera pirata". Y para él todas las fábricas eran de chocolate. Nosotros no sentíamos la necesidad de corregirle, entendiendo que él solo se daría cuenta y de que además, su mundo ahora está lleno de piratas y chocolates.

      Luego se quedó una semana con los abuelos en el pueblo y cuando fui a por él me señaló la bandera y me dijo: "Mira mamá, la bandera de España". Y cuando vimos una fábrica me dijo: "No, no es de chocolate, es de pienso". Mis suegros le habían "reconducido" al lado real. Me dio un poco de pena la verdad. Sin dramas.

      Una abrazo!

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de ciberia Respondiendo a ciberia
      interesante

      Buenas ciberia,

      yo al ratoncito Pérez ni lo conocí, pero sí, lógicamente a Reyes Magos y Papá Noel. A Miriam siempre le dieron los regalos sus padres y ella siempre explica que lo disfrutó mucho, pues ella y su hermana, incluso cuando eran pequeñas, les hacían regalos a ellos. Digamos que la ilusión era doble, porque el día de Reyes recibían y ofrecían regalos.

      Yo me llevé un chasco enorme el día que me enteré de que los Reyes no existían. Me sentí engañado y me enfadé mucho con mis padres por haberme mentido.

      Así que el día que ella me dijo cómo lo hicieron sus padres con ella, me pareció estupendo.

      Con respecto a la magia y la ilusión, todo depende de cómo es el niño y cómo lo quieres llevar. Por ejemplo, si mi hijo de 3 años me dijera "mira, es una fábrica de chocolate" yo le diría que no, que en esa fabrican otras cosas, pero que "Oye, pero sería genial que fuera de chocolate, verdad??". Pero te hablo de Aran... si mi hijo fuera otro igual haría como tú.

    • Cerrar respuestas
    • interesante

      Lo cierto es que lo que uno ha vivido marca, no hay duda. Yo recuerdo nítidamente cuándo me enteré que los Reyes Magos eran los padres. Me lo dijo mi hermano en el cuarto de baño de casa, en una especie de reunión secreta que montó. Yo tenía 7 añitos. Si sentí mucha pena no lo recuerdo, veo el momento pero no recuerdo el sentimiento, no sé si me explico. Pero no me traumatizó ni nada así o al menos eso siento.

      Sí, lo de la magia también creo que depende del niño, sin duda. Y también es cierto que uno va dando un poco palos de ciego en algunos aspectos de la paternidad, modelándose con el crecimiento de su hijo y con el descubrimiento de su carácter, y también creando un modelo familiar único y especial, con sus matices, sus secretos, su lenguaje.

      Por eso a mí vuestra opción, aunque no es la nuestra, me parece igualmente válida. Y estoy segura de que eso no restará fantasía a la mente de los niños, porque afortunadamente ellos todavía son niños y de eso les sobra.

    • interesante

      Simonetta me parto con lo del hombre que recoge las calles. Insuperable :-D Yo me invento unos cuentos de niños que no se lavan el pelo y les salen bichitos que dan saltos por la cabeza... O de niños que decían todo el rato que no y de pronto un día se quedaron sin "nos" y aunque querían decirlo no les salía y por eso hay que decir que "sí" alguna vez, para que no se gasten... Besitos!

    • interesante

      Lo más importante es que no lo vea la caída del diente como un drama y si que estuviste muy ingenioso con lo del chicle. Lo que podría preparar es una caja que él decore a su gusto en la que guarde sus dientes, así vería la caída del diente como menos dramática. Sería una posibilidad. A parte de eso, tu hijo muy guapo! Es una mezcla de vosotros.

    • interesante

      No se si os pasará a vosotros también, pero yo recuerdo mi infancia con bastante nitidez y claridad, y estas cosas del ratoncito y los reyes, pues supongo que siempre he tenido el sentido común muy desarrollado, pero mis padres nunca me dijeron que eran ellos. Simplemente, até cabos. No podía entender cómo un ratón podría entrar en mi dormitorio así tan alegremente si cada vez que nos visitaba una cucarachilla se montaba la "operación cucal".

      Tampoco veía muy claro como se metían 3 señores con unos vestidos de cantante de ópera + 3 cammellacos en el salón de mi casa. Poco a poco vi cómo mis padres me decían que ellos ayudaban a los reyes y compraban algunas cosas, y luego ya entendí que lo compraban ellos todo y me sumé a la fiesta de dar regalos.

      Ni soltárselo del todo, ni ocultárselo para siempre. Como decís en este foro muchas veces.... "adaptándose a su proceso madurativo"...

    • interesante

      Mejor una pizca de fantasía que grandes dosis de realidad... y mientras se pueda escapar de ella mejor. Ya lo aprenderá... vivimos en una sociedad acelerada que quiere pasar... y quemar muchas etapas... en poco tiempo... tanto queremos saber y tantas ilusiones perdemos por el camino... yo a mi hijo seguirá los mismos pasos que el resto de los demás niños.. a mi parecer Armando es un error.. la manera de enfocarlo y darte mas protagonismo ante tu hijo.. Cada uno es libre según sus criterios de enseñarles unas cosas o otras... No hay nada perfecto solo el tiempo nos dará a los padres la razón o nos la quitara sobre como educar a nuestros hijos..

      _____________________________________________ Sólo la fantasía permanece siempre joven; lo que no ha ocurrido jamás no envejece nunca.

      Friedrich Poeta y dramaturgo alemán ______________________________________

    • uf!! como te llevan al cadalso... Que grande se hacen nuestros hijos! felicidades a él junto a mamá y papá!!! Por acá tampoco pasa el ratón de los dientes, tampoco ´papá noel ni el conejo.. yo no les inventaría ese tipo de cosas sólo porque el resto lo cree, mi peque mayor ya tiene 6 años y si alguien le pregunta sobre ese tipo de personajes, siempre responde que existen, núnca les ha aguado el cuento a ningún niño, todo depende como nosotros lospadres manejemos el tema, el menor tiene 4 años y va por las mismas. Me han dicho de todo, pero yo no insulto ni llamo la atención ni menos miro con mala cara a quienes hacen creer ésto a sus hijos. Depende la creencia de los progenitores también, en lo personal mis creencias van por el lado budista ¿cómo creer en papá noel y conejo?, no les miento simplemente porque no va con mis creencias. Les enseño el no consumismo, que va de la mano con estos seres. Y si leemos un cuento y me preguntan algo, les respondo lo que creo, ojo que eso no quita la fantasía, juegan a la magia, al hombre araña igual que sus compañeros. besos!!

    • Parecerá una bobada para muchos padres pero este tema me parece importantísimo de tratar con el entorno social directo del niño: familia y amigos. Ejercer la democracia, si la inmensa mayoría de los niños de su entorno mantienen la mágia del Ratón Pérez y de los Reyes Magos,yo como madre no voy a desmontar a esas familias diciéndole la verdad a un hijo que no está preparado para dicha verdad y que a la primera de cambio le destriparía el secreto a los otros niños.

      Todo depende también del carácter del niño y de su proceso madurativo, intuyo que mi hijo es de los que preferirá la magia y que si supiera la verdad descolocaría al resto, y que no le haría feliz ser diferente a los demás por el mero hecho de saberse posesor de la verdad: esos seres mágicos no existen y son los papás. Hay diferencias que harán a mi hijo feliz: no ser castigado, ser amado siempre haga bien o mal, no recibir azotes ni ser gritado, estar acostumbrado a razonamientos y no al "por que sí, por que no, o por que lo digo yo"... Pero no conservar su estado de inocencia en mundos mágicos me temo que felicidad no le daría. Otro asunto será tal vez con mi hija de 8 meses, ya lo veremos con el tiempo.

      Si mi hijo verbaliza con la caída de su primer diente la ilusión de una visita del Ratón Pérez pues lo respetaremos, por que es algo que decide él y me daño no le hará. Si poco a poco y en el día a día le hemos educado en el razonamiento cuando haya que decir la verdad entenderá el por qué de la ilusión del engaño, un engaño inocente y lleno de magia, y no creo que sienta que le hemos robado la verdad.

      Pero tiempo al tiempo, tal vez patinemos como padres en ésto, pero sinceramente no me parece un grave error.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de brujanorte Respondiendo a brujanorte
      interesante

      Yo entiendo lo que dices... más que democracia lo llamaría solidaridad.

      Pero no me veo haciendo algo que no quiero hacer con mi hijo, o mentirle, para que sea igual que los demás. Lo que haré es decirle que hay niños que sí creen en el Ratoncito Pérez y que él no debe ser quién les desvele la realidad, sino sus padres cuando crean conveniente.

      Ahora me diréis que es muy pequeño para tanta responsabilidad y yo os responderé que tiene 6 años, pero que es lo suficientemente maduro como para entenderlo. Yo creo que él prefiere la verdad a el engaño así que actuamos en base a ello.

      Y no hablo de errores, no me parece un error mi parecer como no me parece un error hacer llegar al ratoncito Pérez. Es más una cuestión de elecciones, querer seguir la tradición o no. Querer jugar con su inocencia y con la magia o no.

    • Cerrar respuestas
    • Pues espero que Jon sea más "responsable" que mis sobrinos de 6 y 4 años, que desde que saben hablar se dedican a desvelar lo de los Reyes Magos, Ratoncito Pérez y demás a los cuatro vientos. Mi hijo mayor no les ha hecho mucho caso en este tema, pero sé que a otros niños de su entorno les ha fastidiado bastante. Claro que respeto lo que cada padre decide enseñar a su hijo, pero no me gusta cuando se hace pensando en que así los demás verán lo listos, inteligentes y maduros que son mis niños, que no se tragan esas tonterías como los demás. Porque luego bien que vienen "tía, se me ha caído otro diente, ¿lo quieres? la abuela me ha cambiado uno por un billete de 50 euros", y pienso que a veces vendría mejor un poco menos de sinceridad y realismo (y por cierto, rehúso amablemente sus piños) y algo más de saber estar. A nuestra casa sí vienen los Reyes, y vendrá el Ratoncito: como bien habéis dicho, influye mucho lo que los padres hemos vivido en la infancia, y la mía, exenta de cualquier pizca de esta magia, ha sido bastante pobre, y no quiero lo mismo para mis pequeños. No estoy en absoluto de acuerdo con la idea de que a los niños hay que decirles siempre la verdad, a bocajarro, y aunque les duela. Si no lo hacemos con los adultos (por educación, respeto y cortesía) ¿vamos a hacerlo con nuestros hijos?

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de isabelinha Respondiendo a isabelinha

      Bueno, yo no he dicho que haya que decir siempre la verdad, a bocajarro, sólo he dicho que no me gusta mentirles, que no es lo mismo.

      A veces, claro, cuentas medias verdades o incluso medias mentiras, pero decir que un ratón se llevará su diente, no me sale, de verdad que no me sale.

      Como han dicho muchas por aquí tiene relación con las vivencias: mis reyes fueron un chasco cuando me enteré, no tuve ratoncito Pérez y además a los siete años creía en él y no pude dejarle un diente.

      Nunca había venido, pero me enteré que los de mi clase dejaban dientes bajo la almohada. Un día se me cayó un diente en clase y me alegré (esta noche lo dejaré bajo la almohada). Pusimos las sillas sobre las mesas a la hora de irnos y mientras esperábamos a salir empecé a jugar con mi diente sobre mi silla, se me coló por un agujero ínfimo, quedando atrapado dentro de las patas. Hice lo posible por sacarlo, pero no pude.

      No le dije nada a la profesora porque me sentía como un tonto por haber colado el diente en la silla, no le dije nada a mi madre porque ella no podía hacer nada. No le dije nada al ratoncito Pérez, porque no tenía diente para que viniera. Esa noche mi diente pasó la noche en la silla (y ahí seguirá si la silla sigue viva) y yo me quedé sin mi sorpresa. Nadie supo esto porque no vi necesidad de contárselo a nadie.

      Si ese día me hubiera llevado el diente a casa, a la mañana siguiente, bajo la almohada, habría tenido un diente, que no sé qué es peor (a no ser que le hubiera dicho a mi madre mis intenciones, que no creo).

      Con respecto a Jon, si dices que esperas que sea un niño respetuoso, pues espero que sí. Llevo 6 años tratando de que lo sea... los niños de los que hablas tienen muy poco o nada en común con el mío. Si acaso que saben que el Ratoncito Pérez no existe, pero no veo mucho más. Ni yo soy mejor padre por no seguir la tradición ni él es más listo por saber que no existe. No veo por qué tiene que alardear de ello.

    • Este es el debate tremendo en el que los padres tomamos la decisión por nuestros hijos, hay aspectos y situaciones en los que se ve clarísimo que la decisión es nuestra: cuando hay peligro o riesgo, pero este tema que tratamos es más peliagudo... Tenemos la potestad de acabar con esa ilusión por que son nuestros criterios y ya está o debemos cargar con la mala sensación moral de engañar a nuestros hijos????

      Quiero creer que nuestros hijos nos darán la pauta, Armando tienes muy claro que tu hijo prefiere la verdad y que será responsable a la hora de no divulgar la verdad. Otros padres vemos que nuestros hijos aprenden a ser responsables en unas cosas pero que tienen una naturaleza ansiosa, demasiado inquieta y nos tememos que no se guardarían tamaño secreto para sí mismos.

      A mí personalmente me hace sentir algo muy desagradable cada vez que tengo que imponer mi criterio sobre mis hijos, espero acostumbrarme con el tiempo y que según vayan creciendo sean ellos quienes me vayan mostrando el camino de las decisiones más correctas para la armonía en nuestra familia. Reconozco que esta es una de las tareas que considero ingrata en la educación y la de veces que tendré que apechugar con ella!!!!

    • YO te entiendo Armando perfectamente cada uno enseña a sus hijos lo que quiere por eso son tus hijos,yo si le voy enseñar lo del ratón perez al mio pero si tu no quieres no pasa nada son cosas de familia y respeto tu decisión.

    • Bueno, Armando, enhorabuena a Jon, la caída del primer diente es un paso de gigante, decir adiós a esas piececillas esmaltadas tan monas...si se las guardáis las vera de mayor y a lo mejor pensara "que pequeñajos eran". Sea el ratón, sea el hada de los dientes, sean los papis, celebradlo, ritualizadlo, dadle emoción, a mi me suelen gustar mucho las ideas que tienes con tus hijos (y que conste que a mi casa si que vendrá el ratón) Un abrazo

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de simonetta Respondiendo a simonetta

      Gracias simonetta. Miriam me contó ayer que cuando empezamos a salir aún guardaba sus dientes en una cajita, pero que hace unos años los tiró porque ya no veía sentido a guardarlos (los tuvo consigo más de 20 años!!!). Según me explicó se estaban ya rompiendo solos en trocitos.

    • Armando te respondo a ti, es que no sé por qué no me deja responder a la persona concreta. Yo estoy muy de acuerdo contigo y lo procuro hacer así, de hecho, no le voy contando trolas de estas que se te ve el plumero a la primera de cambio. Pero a veces, cuando todo se agota, cuando estás tan cansado que ni se te ocurren juegos (con Martín no suele fallar señalar una moto o autobús callejero, pero claro, no siempre pasan), pues le digo lo primero que se me ocurre, un poco fantasioso, inocuo, que le despierta la atención y le cambia el chip.

      Yo lo de los monstruos, hombre del saco y esos rollos no lo uso, no me gusta. Me parece que es crearle miedos gratuitamente, aunque sí le leo cuentos clásicos, un poco suavizados, claro. Y con respecto a los cochecitos estos infantiles recreativos que detesto, un poco de todo. Si no hay un niño a 200 m a la redonda, le digo que está estropeado, si hay niños le digo que no, que hoy no podemos y que otra vez será -no suele decir nada-. Y alguna vez pues le subo, qué remedio. Y si quiere repetir le digo que no, que ya no tengo más dinero para gastar en eso, y si se tira al suelo a llorar, pues le ignoro un poco y doy unos pasos y enseguida viene detrás.

      Hay tantas situaciones y tantos factores que influyen que es imposible hacerlo siempre bien. Lo importante es intentarlo por lo menos. Y afortunadamente o no me mintieron mucho o no me afectó demasiado porque no tengo ni un solo recuerdo así de decepciones, etc. También es cierto que tengo mala memoria. :-D

    • La educación de un niño es un tema muy personal de familia,las costumbres tradiciones son temas para mi tabú en una familia por eso no me gusta opinar y meterme.Cada uno enseña a sus hijos lo que quiere y si Armando no quiere que venga el ratón perez pues que no venga pero no le voy a criticar ni nada ni odiar por eso.Es lo mismo que me pasa a mi con el pecho yo le sigo dando pecho a mi hijo de 3 años y hay gente que me odia pero me da igual es mi hijo y sigo dándoselo porque me da la gana es un tema personal de cada familia.

    • JAJAJAJAJA A mi me pasó lo mismo, lo recuerdo perfectamente, fue decirme mi madre toda tranquila que se me iban a caer todos y echarme a llorar pensando que iba a ser una "vieja sin dientes" JAJAJAJAJJA

    • ¡Enhorabuena a Jon por hacerse mayor! Aunque me sorprende que a tí te sorprenda que conociera el Ratoncito Pérez. Hace un par de años estuve en una clase de niños de 3 años (que aún les falta bastante para que se le caigan los dientes) y todos los conocían, es más, a muchos ya les había visitado el Ratoncito Pérez para mordisquearles el chupete...

      Yo en este tema estoy de acuerdo contigo Armando, pero aunque no lo estuviera yo creo que esto es algo que solo concierne a la familia.

      Yo no soy madre (y soy consciente de que puedo cambiar de parecer hasta entonces), pero de todas formas tengo una opinión bastante formada sobre lo que me gustaría hacer, y según esta opinión me gustaría contestar a distintos argumentos que se utilizaron aquí.

      1º- La falta de fantasía en la infancia y privar a los niños de estos recuerdos.

      Que no quieras hacer que tu hijo crea en los Reyes, Papá Noel o Ratoncito Pérez, no significa negarles de fantasía ni de recuerdos infantiles, sino darles otros distintos (que aún pueden disfrutar durante más tiempo porque la fantasía no se rompe por descubrir que "son los padres"). Yo en particular no pienso celebrar la Navidad por ser una fiesta de carácter religioso que no comparto, pero los niños tienen que disfrutar igualmente de fiestas y fantasía, y más en esta época cuando todos los niños de su entorno van a estar cargados de regalos.

      Mi solución: En vez de que el niño reciba un montón de regalos en un día, sin que pueda prestarle atención a todos, ir distribuyéndolos a lo largo de las vacaciones, y que los vaya encontrando él mismo al estilo de las "búsquedas del tesoro", con pruebas, y con temáticas distintas cada año (piratas, Indiana Jones, etc.). Y una vez que tenga cierta edad, puede participar él mismo en la elaboración de pruebas, regalos y decoración.

      En el caso del Ratoncito Pérez, la caída de dientes puedes convertirla en una "fiesta de hacerse mayor", celebrando cada diente, no con una fiesta de verdad, obviamente, pero sí con algún detalle.

      2º- Si tu hijo sabe que no existen los Reyes Magos va a fastidiar a sus compañeros.

      También puede ser que se enteren por hermanos o compañeros del colegio (o de cualquier otra actividad), así que eso no es una escusa para cambiar la educación de tus hijos y tus propios principios. Además, ante estas "revelaciones", muchos niños (a no ser que se produzcan por gente de mucha confianza) aún defienden más la idea en la que creen, hasta que, según van creciendo, las dudas van aumentando y descubren la verdad.

      Bueno, iré terminando que me estoy extendiendo mucho, pero solo decir que yo soy una persona muy fantasiosa (incluso demasiado hasta para niños de 3 años, verídico) y que esto no tiene nada que ver con los Reyes. También creo que que muchas personas tengan estas experiencias tan idealizadas es porque las asocian a una infancia feliz, pero que un niño no tenga esta experiencia no significa que no tenga otras muchas diferentes (incluso mejores).

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de paustar Respondiendo a paustar

      Paustar, me sorprendió en el momento porque nunca había hablado con él de ello, aunque luego fríamente lo vi lógico porque en su clase ya han caído dientes.

      Sobre lo demás, de acuerdo en todo. Si limitamos la fantasía a los personajes inventados que regalan cosas, qué triste sería la infancia de los niños.

    • Lo encuentro súper acertado. Es algo que me planteo también, ya que yo misma cuando descubrí el "paripé" de estas tradiciones me sentí bastante absurda... Los peques siguen teniendo fantasía y su mundo imaginario, montemos "tinglados" o no.

      Y por favor, que mono que se conforma con un chicle de fresa... Me lo como...

    Inicio
    ×

    Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas de audiencia y mostrar publicidad personalizada analizando tu navegación. Si sigues navegando estarás aceptando su uso. Más información