Desde la Fundación Roger Torné, nos ofrecen los mejores consejos para planificar comidas veraniegas divertidas y saludables. Elaborados por la experta en nutrición Nuria Llata, dan un montón ideas prácticas.
La hidratación es la primera idea básica a transmitir, ya que ‘cuando hace calor’, perdemos más líquidos. Y la mejor bebida es el agua, por lo tanto les ofreceremos aunque nos digan que no tienen sed. Y después del agua, los alimentos que más hidratan son las frutas y verduras, en verano deben formar parte irrenunciable (e innegociable) de nuestros menús.
Aunque eso sí, recordemos que no es conveniente obligar a nuestros hijos a comer determinados alimentos o acabarse el plato, pero nosotros sí que estamos obligados a facilitarles una alimentación saludable.
Para facilitar que los niños se acostumbren al sabor de frutas y verduras, y lleguen a apreciarlos, nos ofrecen algunos trucos como pedirles que nos acompañen, tener las frutas a la vista y al alcance de los peques, llevarlas a las excursiones, piscinas o parques, y hacerlos partícipes de formas creativas de preparar.
También es buena idea (aprovechando que hace calor) prepara helados con fruta de temporada y yogur
La base de la alimentación de los niños en edad escolar son los alimentos ricos en hidratos de carbono como el arroz, la patata, la pasta, las legumbres que junto a una gran variedad de verduras ayudan a obtener suculentos platos únicos tan económicos como nutritivos. Por eso ‘los platos únicos son una excelente opción’.
Se deben restringir (aunque sabemos que es difícil en esta época, ¡hasta para nosotros!) los alimentos poco nutritivos que tienen muchas calorías vacías. Es decir: helado, golosinas dulces, pasteles, etc.
Y aunque ya hemos hablado de las intoxicaciones alimentarias en verano, y de cómo evitar que las bacterias acompañen nuestros picnics, recordaremos brevemente estas recomendaciones:
Cocinar a temperatura óptima, evitando carnes poco hechas, descongelar los alimentos en la parte baja de la nevera, realizar la compra empezando por los productos menos perecederos, y transportar la comida fresca (carnes, embutidos, lácteos, pescados) y congelada que hemos comprado en bolsas isotérmicas.
Por último, no olvidemos el componente emocional de las comidas, dando protagonismo a la comunicación y el buen ambiente. Se trata de un momento del día al que no invitaremos a televisores y smartphones, y en el que evitaremos discusiones.
Imágenes | OakleyOriginals, Shoshanah Vía | Fundación Roger Torné En Peques y Más | En verano... alimentos frescos, ligeros y saludables