Cuando éramos pequeños los niños de mi generación teníamos el número de contenidos para enriquecer nuestro cerebro muy limitado y aún así era tremendamente más elevado que los de la generación anterior. Esa tendencia se mantiene, probablemente, desde la llegada de la revolución industrial y cada etapa infantil tiene un número de estímulos mucho más amplio y variado que el de sus antecesores.
En un artículo leído recientemente en Microsiervos se indicaba que parece que, a los padres actuales, nos pasa que nos acostumbramos a buscar información pasando la vista rápidamente por las líneas de un texto y nos quedamos con palabras clave o conceptos específicos sobre lo que necesitamos saber y finalmente recordaremos. Aunque en el artículo no se menciona nada me imagino que para los niños actuales estas cosas tienen que estar pasando ya y nuestros hijos son capaces de ver la televisión, atender al ordenador y leer libros físicos o en tabletas. Así que su capacidad para estimular su cerebro creo que supera a la que teníamos nosotros a su edad y por supuesto les condicionará en el futuro porque leerán de una forma parecida, filtrando conceptos, buscando el contenido que aporta y pasando a otra cosa rápidamente.
Así que las lecturas que nosotros nos hacíamos de pequeños a falta de nada mejor nuestros hijos probablemente no las harán y las realizarán de forma interrumpida en el tiempo mientras hacen varias cosas a la vez.
Además las obras para niños que se realizan en la actualidad forman parte de un transmedia que hacen que la lectura sea una parte más y no la más importante. En mi época te podías leer una novela, de aventuras por supuesto, y luego descubrías que además, había una película sobre ello (típicamente de las que ponían los sábados a medio día en televisión española).
Así que nuestros hijos están configurando su esquema mental para hacer varias cosas a la vez, tener capacidad para seguir una historia en páginas escritas, en ordenadores o consolas con videojuegos, en tabletas con libros interactivos, en cine con películas en 3D, etc.
La lectura para los nativos digitales no será como la nuestra, tranquila, reposada, serena, junto a la ventana, calentitos en invierno, o en la piscina o la terraza en verano. Me parece que todo será muy diferente y que ellos van a leer y disfrutar del placer de la lectura de otra forma.
Y los autores que sean capaces de responder a esa necesidad de leer, entretenerse y disfrutar van a triunfar, y de hecho ya lo están haciendo.
Imagen | Alec Couros