Alfie Kohn es un autor americano especializado en comportamiento humano, educación y crianza de los hijos. Es especialmente crítico con el sistema de calificaciones en el sistema educativo, y con los deberes (o tareas para casa). Ha escrito 12 libros y muchísimos artículos sobre estos temas, pero hoy os traigo uno que creo especialmente necesario en estos tiempos, en los que puede que tengamos la oportunidad de "darle la vuelta" - y modernizar -a la educación.
Se trata de "El mito de los deberes- ¿Por qué son perjudiciales para el aprendizaje y la convivencia?", que está editado por Kaleida Forma. En él Kohn afirma que los deberes no promueven la autonomía ni los buenos hábitos de estudio, además no proporcionan ningún beneficio académico para los alumnos de Primaria, y existen serias dudas sobre si son recomendables para los de Secundaria. No es la primera vez que proporcionamos un análisis tan amplio (y controvertido) en Peques y Más, pero en esta ocasión contamos con un aliado muy poderoso. Por que este autor plantea medidas concretas para cambiar lo que ocurre en las escuelas (y en las casas), con un objetivo muy claro: "rescatar el gusto por aprender de nuestros hijos, y el bienestar en nuestras familias".
¿Para qué sirven los deberes?
Nos cuentan desde la web El mito de los deberes, que en España se está reforzando la visión más tradicional y antigua (¡tanto hablar de modernidad para esto!) sobre la educación. Es debido a la extensión de políticas educativas que llegan desde Estados Unidos, esas que nos hablan sin cesar de esfuerzo, exigencia, reválidas, control y competitividad de y entre los alumnos (y centros educativos).
Es justo lo que estamos viendo en la práctica, ¿o pensáis que no?. Todo ello perjudica el aprendizaje y desarrollo de nuestros hijos e hijas, y además suponen una intromisión en la dinámica de los hogares: cada vez más deberes y más temprano. Los padres debemos asumir una "obligación" relacionada con la escolarización de los hijos, más allá de una educación familiar que se adecue a las características de cada uno de nosotros, y de nuestros hijos.
Ya sabemos que esto supone (según los casos), que el niño pierda parte de su tiempo libre, que se canse más de lo debido, discusiones con los padres, frustración, etc., ¿es lo que queremos? ¿es esto una la escuela actual?
La verdad, no creo que completar 10 restas llevando, o colorear la ficha de inglés (sin salirse, eso sí), sea nada productivo ni incentive el gusto por aprender de nadie. Otra cosa sería "dentro de una semana veremos lo que habéis descubierto cada uno de vosotros sobre los seres autótrofos, traedme fotos si podéis".
El mito de los deberes pretende ser una herramienta en este debate educativo y social. Su brillante análisis no solo pone al descubierto el sinsentido de los deberes, sino también las fuertes conexiones entre estos y una visión de la educación gravemente equivocada en su concepción del aprendizaje. Proporciona argumentos que nos ayudarán a fundamentar lo que intuimos, y a participar activamente en la defensa de la educación y la vida de nuestros hijos.
¿Por qué participamos los padres en este ataque a la educación constructiva y placentera?
Kohn es muy incisivo en este aspecto, y señala tres causas principales:
Tenemos un conjunto de creencias equivocadas sobre el aprendizaje.
Al parecer no confiamos demasiado en la infancia y la juventud.
Puede que nos hayamos rendido al enfoque de la educación contaminado por la competición.
¿Qué me decís?, ¿os apetece leerlo?. Cuesta 21 euros, y quizás cambie nuestra idea sobre los deberes.
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