Aunque esta sea una idea un poco sesgada, hoy en día se observa que algunos menores demuestran poco apego por algunos de los valores claves para la convivencia, entre ellos el cuidado de la intimidad propia y ajena, o el respeto a los demás. La Fiscalía General del Estado, en su Memoria de 2012, refleja la tendencia en aumento en la utilización de la red para amenazar, vejar o injuriar a sus iguales.
Se trata de un "fenómeno" que crece entre los jóvenes, pero que no deja de ser producto de una sociedad en la que se permite (y fomenta) la vulgaridad, la falta de valores, y la agresividad. Parece ser que son varias las fiscalías que lo explican aludiendo a un "déficit" educacional que provoca "actitudes tiranas" en los jóvenes, y por ello apelan a la necesidad de prevención y control paterno.
Pero ¿qué comportamientos reproducen los niños? ¿qué contenidos ven en la televisión? ¿qué impacto tendrá en ellos ver como adultos conocidos se amenazan o insultan en público?, o más aún ¿por qué no dejamos de hablar de los valores que tienen nuestros jóvenes, y empezamos a revisar los nuestros propios?
Y es que parece que los jóvenes están en contra de la violencia (quizás como consecuencia de un discurso teórico muy bien intencionado), pero utilizan la red para ejercer comportamientos abusivos. Quizás haga falta más reflexiones sobre la necesidad de que en Internet nos debemos relacionar "como en la vida real".
En cualquier caso, poco se sabe del impacto que puede llegar a tener el ciberbullying en la vida de un niño (recordemos: de una persona en desarrollo), aunque si que somos conscientes (lo somos ¿verdad?) de que puede acabar en suicidio de la víctima como ocurrió con Amanda Todd o Rebecca Ann Sedwick.
Acoso en Internet, y más…
Por una parte descienden los comportamientos abusivos en las aulas, por otra parte aumentan cuando los chicos y chicas están en línea, esto puede intensificar el hostigamiento y ser "asfixiante" para la víctima, sobre todo si no se tienen en cuenta los límites psicológicos ("hasta dónde voy a aguantar") o físicos (¡cuántos niños se acuestan con el smartphone en la mesita de al lado, y encendido!).
Y aunque la utilización de Internet tiene muchas cosas positivas (y estas son las que deberíamos potenciar), no debemos perder de vista que los menores pueden participar en el sexting, o convertirse en víctimas de grooming. Y si nos parece que todo esto es exagerado y nunca ocurrirá en nuestra familia, pensemos que todos deberíamos tener más cuidado al compartir fotos que no son nuestras, y este es un fallo que somos los adultos los primeros en cometer, y resulta mucho más frecuente.
La legislación poco a poco se va adaptando a nuevos comportamientos delictivos, por eso en la nueva reforma del Código Penal, también se incluye la penalización de la divulgación de grabaciones o imágenes íntimas obtenidas con el consentimiento de la víctima, pero luego divulgadas sin que ésta lo sepa, cuando afecten gravemente a su intimidad. Y se considerará delito contactar con menores a través de medios tecnológicos para embaucarles y que facilite imágenes pornográficas.
En mi opinión, los padres debemos tener más presencia en la vida de nuestros hijos, con todo lo que ello implica. Por una parte para estar atentos por si surge algún problema, y por otra para guiarles, mostrarles nuestros valores, en un intento de que consigan tener un comportamiento cívico en Internet, y desarrollen sentido crítico.
Esto es algo que si no hacemos nosotros nadie lo va a hacer.
Imagen | Intel Free Press Vía | ABC En Peques y Más | Los casos de ciberbullying entre escolares de Secundaria toledanos se producen en el 50% de los alumnos, Los padres no podemos ser los últimos en enterarnos de que humillan, vejan (o cosas peores) a los niños en Internet, Consejos para proteger a nuestros hijos del ciberacoso y el grooming