No sé de vinos, entre otras cosas porque no suelo beber alcohol más que algo de cava en Navidades y a la larga alguna cerveza, aunque las prefiero ‘sin’, así que creo al señor Domecq, que es presidente del Consejo Regulador del Vino de Jerez, cuando habla de las cualidades de los vinos de Jerez.
Sin embargo, me muestro en desacuerdo cuando afirma el señor Domecq, que a los niños hay que enseñarles para que aprendan a beber, especialmente los vinos (cuyo beneficio es el sabor); remarca nuestro protagonista que ‘igual se les debe echar agua’.
Y es que no debería ser normal que los niños beban alcohol, y estoy convencida de que no haberles enseñado en familia (a beber), no es el motivo de que hagan botellones cuando son más grandes, ingiriendo grandes cantidades de bebidas alcohólicas de dudosa procedencia y calidad ínfima
El aumento de consumo de alcohol entre menores es un grave problema social y sanitario. Física y psicológicamente, cualquier droga (alcohol incluido) hace más daño a niños y adolescentes. Pero la educación familiar no debería pasar por procurar que aprecien el sabor del vino, sino por que los padres ejerzan su labor preventiva.
Parece que el señor Domecq tuvo la oportunidad de saborear por primera vez los vinos de Jerez a los ocho o diez años, pero hoy en día se tiene más información sobre los efectos del alcohol. Al desaparecer esa que pudo ser una moda o costumbre entre las familias (permitir que los niños probaran alcohol), no se está negando la oportunidad a los jóvenes de conocer, sino que se está aplicando sensatez.
Imagen | fotologic Vía | Diario de Jerez En Peques y Más | ¿Sancionar a los padres?, la responsabilidad de la familia cuando los menores de edad consumen alcohol, 'Los que no': Campaña para prevenir el inicio temprano en el consumo de alcohol