‘El colecho es una práctica beneficiosa para la lactancia, y si se evitan los factores de riesgo, no guarda relación con la muerte súbita del lactante’. Esta afirmación se puede leer en la revisión de estudios acerca de esta controvertida práctica de crianza, elaborada por un equipo de especialistas en pediatría coordinados por el doctor Leonardo Landa Rivera (del Hospital Marina Baixa - Villajoyosa / Alicante - , que ha sido publicada en la Revista Pediátrica de Atención Primaria.
En definitiva este informe viene a contarnos lo que muchos padres y madres ya sabíamos de forma intuitiva, y por eso no hemos tenido reparos en dormir con nuestros bebés y niños pequeños. Y es que no sólo facilita la lactancia a demanda, sino que – además – resulta comodísimo para todos y nos permite estar más tiempo en contacto con los peques. Una práctica recomendada para quien lo desee, sin menoscabo de otras formas de organización familiar nocturna que sean mínimamente respetuosas con las necesidades de los niños. Las necesidades de los bebés, esas grandes olvidadas en ocasiones (debido al frenético ritmo de vida y a la adopción de ‘modernas prácticas de crianza’ que nos hemos sacado de la manga), están presentes en un fragmento de ‘La sonrisa etrusca’, así que voy a aprovechar este inciso para recordar el sentido común del recientemente fallecido José Luis Sampedro.
Al viejo le sorprende algo…. ¡Eso es! ¿Cómo no lo advirtió antes?. ¿Duerme ahí el niño? – y, ante el mudo asentimiento, insiste: ¿También por las noches?.... Pero ¿es que aquí en Milán estos niños tan pequeños no duermen con sus padres? ¿Quién les cuida, entonces? - Eso era antes; cuando yo servía de niñera. Ahora no; los médicos mandan que duerman solos
Mis hijos ya tienen su propia habitación aunque hemos colechado varios años: una para los dos, así siguen estando en compañía, creo que en un par de años el mayor que tiene nueve años y medio, querrá más intimidad. Eso sí, esperamos a que se duerman tras el cuento (esta vez uno para cada uno), y si necesitan nuestra presencia de madrugada alguno de los mayores cambia de habitación.
El equipo de profesionales que ha realizado la revisión mencionada (la podéis encontrar aquí), recuerdan que ‘la práctica de los padres de dormir junto a sus hijos ha sido una constante en la humanidad'. En la actualidad, y con el aumento de la prevalencia y duración de la lactancia materna, se ha observado paralelamente un incremento de esta práctica que posiblemente se dé con más frecuencia que la reconocida en las encuestas (algo que habréis oído decir a Rosa Jové si la habéis escuchado o leído).
Aún así, seguimos teniendo tasas bajas de lactancia materna (en España y el resto del mundo), a pesar de los riesgos para la salud presente y futura de niños y madres, que trae la falta de amamantamiento.
Pero volvamos con el colecho: ‘no existe evidencia científica firme que desaconseje su práctica en bebés amamantados’. La alternativa ante la presencia de alguna situación de riesgo, es la práctica de cohabitación con la cuna del bebé cercana a la cama de los padres (cuna adosada sin barandilla de separación).
Factores que sí aumentan el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante
Ausencia de lactancia materna exclusiva.
Posición del bebé ‘boca abajo’ mientras duerme.
Consumo de tabaco por uno o ambos progenitores.
Consumo de alcohol, drogas u otras sustancias o medicamentos que alteren la capacidad de respuesta de los progenitores.
Colecho en superficies blandas y no planas.
Arropamiento excesivo del bebé.
Colecho con otras personas que no sean los padres.
Uso de almohadas, cojines o edredones.
Obesidad mórbida de alguno de los progenitores.
Los consejos efectuados por asociaciones y organizaciones pediátricas que recomiendan evitar el colecho, están basadas en estudios que no están controlados en su mayoría
Me ha parecido muy interesante divulgar este trabajo, sobre todo para aquellas familias con bebés que deseen dormir con ellos pero se sienten inseguras, o estén presionadas por el entorno. Y reitero que se debe mostrar respeto por aquellas personas que atendiendo ‘todas’ las necesidades de los bebés se decanten por otras maneras de dormir, aunque, yo personalmente amplío la cita de Unamuno ‘cuando duerme una madre junto al niño, duerme el niño dos veces…’, añadiendo que también los padres ‘duermen dos veces’ puesto que se despiertan más descansados.
Imagen | Gutsibikes Vía | AEPED En Peques y Más | ¿Es bueno que comparta el cuarto con su hermano?, La Guia del Descanso Saludable ofrece recomendaciones y pautas dirigidas a adultos y niños para mejorar el descanso