En el marco del último Congreso Extraordinario de la Asociación Española de Pediatría, los pediatras han recordado que la actividad y el ejercicio físico son necesarios en el mantenimiento de la salud. Por eso se deben fomentar durante la infancia, a fin de prevenir patologías como la obesidad, y ayudar en el bienestar psicológico.
En general se debería practicar una actividad física de moderada a vigorosa una hora diaria durante almenos cinco días a la semana. Para cumplir ese objetivo no es suficiente con las horas de Educación Física, sino que los niños deben tener la oportunidad de practicar su deporte favorito, o jugar libremente. De cara al verano no resultará difícil, pero durante el curso escolar, hay ocasiones en las que debido a que el colegio queda muy lejos , o a la carga de deberes, … algunos peques lo tendrán complicado.
El ritmo que hoy en día seguimos (horarios, actividades extracurriculares, etc), no es nada facilitador
No podemos olvidar que el aumento de la obesidad en nuestro país, se relaciona con cambios en los hábitos como una menor actividad física y una mayor inactividad. Los expertos señalan que las actividades sedentarias no educativas no pueden exceder de dos horas diarias, teniendo en cuenta que el sedentario es un problema equiparable a hipertensión o tabaquismo.
Reiteramos la importancia de que los niños y adolescentes incorporen la actividad deportiva como un estilo de vida
Pero la actividad física no sólo se asocia a la salud, sino que permite potenciar determinadas capacidades y habilidades en los niños. Por ejemplo, entre los dos y los cinco años se puede estimular la percepción sensorial, coordinación motriz, y el sentido del ritmo, mientras que entre los seis y los 12 años, se busca el dominio y control del equilibrio, así como el perfeccionamiento de movimientos automáticos.
Parece ser importante mostrar diferentes deportes entre los 10 y los 11 años, e intentar evitar el abandono en la adolescencia.
Se habla mucho de promocionar el ejercicio físico en las escuelas, pero la familia también es muy importante en la transmisión de estos hábitos saludable, como ocurre con la alimentación.
En cualquier caso, para compensar el posible déficit de actividad física durante la semana, puede ser buena idea dedicar un tiempo el fin de semana para practicar senderismo en familia, potenciar deportes con participación de todos, o nadar en la playa / piscina.
Imagen | Peter.Lorre Vía | 20 minutos En Peques y Más | No se cumplen las recomendaciones sobre alimentación y ejercicio físico en la infancia, Nuevo cuaderno FAROS: los beneficios del ejercicio físico en la salud integral del niño