El Secreto de la pirámide (Young Sherlock Holmes, 1985) fue dirigida por Barry Levinson utilizando un guión especialmente realizado por Chris Columbus. Algunos años más tarde Columbus dirigió dos películas de Harry Potter (la piedra filosofal y la cámara secreta), el famoso niño mago, que tiene muchos puntos en común con esta película.
La revisión de El Secreto de la pirámide, una película que suelen poner en la televisión aunque es muy fácil de conseguir, ha estado condicionada por la lectura del artículo de Sergio Benítez en Blog de Cine en el que explica muchos detalles de la película y especialmente reflexiona sobre la banda sonora de la película, realizada en los años 80, una época en la que se cuidaba la producción con mucho detalle. También he leído que la película cubrió gastos por poco lo que impidió que hubiera una segunda parte o en general una serie como sí lo hizo Harry Potter. Detrás de esta película, con historias de amistad, amor adolescente, malvados, misterio e historias de Egipto, está Steven Spielberg como productor ejecutivo y un joven John Lasseter que trabajaba entonces en ILM (Industrial Light and Magic) de la que saldría Pixar y que finalmente compraría Disney. John Lasseter fue el animador del caballero que salta de la vidriera y camina por el pasillo de la iglesia acosando al reverendo con una cara feroz y una gran espada.
Si esta mañana hablábamos de las locuras e imaginación de Las aventuras del Barón de Münchhausen esta tarde toca hablar del método científico y racional de Sherlock Holmes adornado con grandes aventuras que quedan estupendamente en el cine como un artefacto volador que recuerda a los inventos de Leonardo Da Vinci como se puede ver en la imagen.
La película está protagonizada por Sherlock Holmes y John Watson, muy jovencitos porque están en edad escolar, acompañados de la joven Elisabeth que es la protagonista además de los momentos más tensos de la película por los líos en los que se mete y que tienen que ver con el mantenimiento de costumbres egipcias un poco terroríficas. Además este trío protagonista recuerda también a la fórmula seguida por Harry Potter con el propio Harry, Hermione Granger y Ron Weasley.
Y es que, para los que quieran buscar y encontrar coincidencias entre Harry Potter y El secreto de la pirámide (Young Sherlock Holmes) recomiendo revisar este blog, con un solo artículo, que dibuja muchas conexiones entre ambos productos. A mi me parece que Chris se adelantó a su tiempo y que aunque la idea la tenía clara no conseguía convencer a nadie de que aquello pasase a ser una serie de éxito. Así que cuando pasó el tiempo suficiente se lanzó a construir un producto de enorme repercusión en el que JK Rowling iba a tener un gran protagonismo y en el que él, además, se aseguró la dirección de un par de películas como hemos comentado, probablemente las más brillantes y sorprendentes.
En todo caso la película de El secreto de la Pirámide (Young Sherlock Holmes) está llena de aventuras, atractivos, actores serios, gran guión, un malo estupendo y sobre todo un final que se prolonga mucho más allá de los títulos de crédito y que presenta al rival más poderoso contra el que Sherlock se enfrentará cuando crezca. Aunque eso formará parte de otro artículo cuando hablemos de las obras de Sir Arthur Conan Doyle.
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