Os traigo de la mano de nuestros compañeros de Bebés y Más un fragmento de la emisión de uno de los programas “Buenas noches y Buenafuente” emitido en Antena 3. En él Berto Romero (uno de los colaboradores de Buenafuente), recrea tres situaciones bastante frecuentes en el trato que los adultos dispensamos a los niños.
Soy la primera que, a pesar de que siempre me he sentido cómoda con los niños, y he tenido la oportunidad de trabajar con ellos en varias ocasiones, tenía una idea de la maternidad / paternidad que difiere bastante de la manera como trato a mis hijos.
Por no alargar mucho esta explicación os diré que algunas de las convicciones que tenía antes de tener a mi primer hijo, desaparecieron en el momento que me quedé embarazada: ya entonces acepté que no soportaría dejarle dormir solo por la noche (y menos si lloraba), y que preferiría utilizar el poder del diálogo antes que los castigos.
Y ahora estoy convencida de que deberíamos tratar a los niños igual que lo hacemos con los adultos. Con nuestros amigos, compañeros de trabajo, familiares, pareja, etc. tenemos un trato respetuoso que excluye los gritos, los castigos y las ironías gratuitas. En lugar de ello somos comprensivos, dialogantes, tenemos paciencia e intentamos ponernos en su lugar. ¿No debería ser así (y con mucha más razón) con nuestros pequeños? Sé que no está bien generalizar y que muchos tenemos presentes que los niños también son personas a las que afectan la forma en que nos relacionamos con ellos. Pero ¿cómo nos sentiríamos si nos viéramos “desde fuera” mientras amenazamos o ridiculizamos a nuestros pequeños?
En este video podréis ver tres situaciones de lo más comunes en la vida cotidiana con los niños, abordan los siguientes temas: dejar solos a los niños en su habitación mientras lloran, minimizar su dolor y sus sentimientos cuando se caen y “obligarles” (o casi) a compartir en el parque.
Los peques necesitan sentirse seguros por la noche para dormir tranquilamente, es una cuestión de supervivencia (aunque no lo creamos) ya que no hace mucho los cachorros humanos no tenían una habitación segura y confortable donde pasar las horas de descanso. Es decir que si los padres no permanecían a su lado, se quedaban sin protección. Acompañarles cuando se desvelan o mientras se duermen es lo mínimo que podemos hacer por ellos.
Y ¿qué ocurre cuando se lastiman?, si la situación ocurre en público (léase un parque) parece que los mayores nos de vergüenza atender correctamente al niño. Por bien me refiero no sólo a curar la herida, sino también a hacernos cargo de sus sentimientos, a todos nos gusta que cuando sufrimos alguien entienda nuestro dolor.
Y ahora vamos con un aspecto controvertido dónde los hayan: compartir las propiedades. Mis hijos (y creo que en general todos los niños) pueden llegar a ser generosos por naturaleza en el momento que lo decidan. Ellos se preocupan por los amiguitos enfermos, les regalan manualidades y les abrazan espontáneamente, si quieren dejarles los juguetes (que lo hacen cuando deciden) bien, si no pues también.
Creo que las personas debemos sentirnos libres de compartir o no objetos que son nuestros, y pienso que es correcto que en un momento dado los niños no quieran dejar sus pertenencias, de hecho yo misma no prestaría muchas de las cosas que llevo en el bolso, aunque sí que ayudo a otros cuando lo necesitan y siempre que pueda. Es una enseñanza para aprender a tomar decisiones, y también para expresarse correctamente aunque lo que digamos no guste al otro.
A mí me ha gustado el vídeo, es divertido y se ve claramente lo ridícula que sería nuestra postura si tratáramos a unos adultos de la forma que lo hacemos (en ocasiones) con los niños.
Video | You Tube En Peques y Más | Los niños son una excelente oportunidad para que aprendamos En Bebés y Más | ¿Qué pasaría si tratáramos a los adultos como niños? en "Buenas noches y Buenafuente"