Como os habíamos prometido, en cuanto hemos tenido en las manos ‘Entre tinieblas’ de Begoña Torres, lo hemos leído, y nos parece que es un libro juvenil muy atractivo para los niños.
Se trata de una novela de misterio y aventuras protagonizada por dos amigos muy especiales, que narra la historia de Luna y su familia, o mejor dicho que va desgranando poco a poco la razón de que la protagonista (una niña de solo 10 años) deba vivir aislada del resto del mundo. Una vida de cautiverio motivada por la necesidad que tienen sus padres de protegerla, debido al peligro que acecha a toda la familia. Su corta vida está marcada por varias mudanzas y una reclusión que ella no ha elegido, pero no está sola en esto: su madre (que también la educa para que aprenda como otros niños) y su hermano, están igualmente encerrados, su padre sale a trabajar cada día.
Sin embargo con esa edad, uno ya empieza a plantearse su relación con el mundo más allá de la familia, y Daniel (que acaba de mudarse a la casa de enfrente) ayudará a Luna a conocer un poquito más lo que hay más allá de las paredes de su casa.
Hasta entonces, sólo había salido al jardín de noche, y se vestía de negro… En el momento en que los motivos de su madre empiezan a perder el sentido, se atisba la posibilidad de vivir de otra forma. No sólo es Daniel el que ayuda a que Luna se cuestione su vida, los pedazos de existencia de sus padres antes del nacimiento de los niños, aguardan en forma de recuerdos en el desván.
Me sentía como cualquier otra niña de diez años. Era cierto que no iba al colegio porque mis padres preferían que estudiase en casa, que no me llevaban al parque a no ser que fuese por la noche y que por eso no tenía amigos, pero yo no era diferente. Yo quería ir al colegio, salir de día y viajar, deseaba ver el mar, poder tumbarme en la arena y tostarme al sol, pero sobre todo quería tener un amigo, alguien con quien hablar, jugar y compartir secretos
Con 12 años, Daniel ya es capaz de entender cómo se siente Luna, y además sus largas conversaciones a oscuras la convierten en la mejor amiga a pesar de las diferencias. El deseo de afirmación y el no sentirse comprendida por sus padres hacen que Luna salte las normas familiares, después de la fiesta llega la escapada y la búsqueda de la verdad.
Unos abuelos que ni siquiera conocía, un tío que traicionó a la familia, la conmovedora historia de amor de sus padres (dos seres tremendamente diferentes), y el descubrimiento de su secreto, mantienen nuestra atención y dejan entrever un final emocionante.
A pesar de todo, Luna ya sabe que su madre la ama, nunca volverá a tener dudas, porque ha estado a su lado en el peor momento, igual que Daniel. Su amistad ahora está sellada con la confianza y el respeto.
La familia ahora es tan feliz como lo fueron sus padres en el pasado, y aunque a su hermano pequeño no le gustará el cole tanto como a ella, por lo menos ahora todos pueden broncearse un poco a la luz del sol, eso sí con protección solar porque… (esto no os lo debo contar, ya lo descubriréis).
Es un libro muy recomendable, para niños de nueve a 14 años que disfruten con historias de misterio. Cuenta con un estilo descriptivo muy interesante, y está salpicado de pequeñas sorpresas para mantener la atención.
Os gustará y les gustará, si queréis un anticipo, este es el primer capítulo. Y si tenéis claro que lo queréis comprar, mirad aquí.
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