Cuando el pasado día 2 de abril celebrábamos el Día Mundial de Concienciación sobre el autismo, encontré un vídeo emotivo protagonizado por un niño de 8 años llamado Mattias.
Mattias tiene un hermano con autismo dos años más mayor, se llama Christian; y su relación es tan especial que un vídeo que dura poco más de un minuto es capaz de transmitirnosla. Es verdad que nunca me había parado a pensar ‘qué pasaba con los hermanos de los niños autistas’, aunque es de suponer que a pesar del amor y de la necesidad de protegerles, la relación no estará exenta de ciertas complicaciones.
Buscando en Internet, he encontrado un texto de Bárbara Cain (en Ideas Time), del cual resalta que no siempre el impacto del autismo sobre los hermanos es negativo. Y esto es porque asumen responsabilidades precozmente, y en cierto sentido maduran antes de tiempo.
La otra cara de la moneda es - quizás - que en ocasiones les gustaría tener más atención por parte de sus padres, o sufren al observar la incomprensión social.
El vídeo que encabeza el post se llama “Autism Stories: Siblings”, en él Mattias explica que es duro tener un hermano con autismo, aunque también se divierten mucho juntos. Sabe que lo que siente por Christian no cambiará jamás, pero que le gustaría que algún día sus vidas fueran un poco más fáciles.
En un breve recorrido por esta relación fraterna, mediante dibujos y un niño que se explica muy bien, conocemos cómo a Christian se le quedan las palabras dentro como si estuvieran encarceladas; y de qué forma afecta a Mattias pensar que un niño que hace unas horas estaba feliz, se despierta llorando desconsolado, y confuso consigo mismo y con su entorno.
Vía | The Autism Site En Peques y Más | Neurólogos estadounidenses revelan un descubrimiento que podría mejorar la comprensión y tratamiento del autismo