Empieza el curso escolar y al menos el primer día, antes de que los profesores organicen sus clases, sus horarios y sus programas de estudios, los peques tienen que echar material escolar en la mochila para poder empezar a realizar sus tareas. Así que es el momento de adquirir los lápices, bolígrafos, gomas de borrar, pegamento, grapadora, tijeras, lápices de colores, ceras, reglas (escuadra y cartabón), compás, cuadernos, agendas y muchas cosas más.
Y las marcas siguen haciéndolo fácil a los padres y podemos acudir a cualquier centro comercial y elegir entre múltiples productos que los fabricantes han preparado para los peques. Las marcas siguen siendo las referencias conocidas por todos, incluso muchas se mantienen desde que nosotros éramos peques. Los rotuladores Staedler, los bolígrafos Paper Mate, los colores de Alpino, las ceras de Plastidecor (Bic), los cuadernos de Oxford, el pegamento Pritt, la cinta adhesiva de Scotch y por supuesto las licencias que los fabricantes incorporan en sus productos para hacerlos más atractivos y exigen a los padres un sobreesfuerzo económico para que su equipamiento luzca con los personajes de Violetta (Disney), Vengadores (Marvel), Skylanders (Activision) o Hello Kitty (Sanrio).
Es muy importante revisar el material escolar que van a utilizar los niños en el aula y en casa y no pensar en ahorrar adquiriendo productos más baratos aunque de peor calidad. También conviene enseñarles a ser responsables con el material cuidándolo y haciendo un uso razonable de él para que se prolongue su duración en el tiempo.
El material escolar exige a los padres realizar inversiones que pueden superar los 50 euros teniendo en cuenta mochilas, estuches, bolígrafos, cuadernos, etc. así que conviene revisar y ser críticos a la hora de hacer la compra además de elegir las mejores opciones del mercado.
Imagen | PlayPress