Ha sido un placer charlar con Javier Arcos Pitarque, creador de los robots que se pueden ver en las imágenes que ilustran el artículo y de muchos más que se pueden ver en su página en Internet. Hemos hablado sobre el proceso de creación de robots, los materiales utilizados, los proyectos en los que está trabajando, las referencias y los próximos pasos que quiere realizar con su taller en el Barrio de Prosperidad de Madrid.
El objetivo de Javier es realizar talleres para niños de entre 9 y 11 años para que ellos construyan su propio robot. Javier cree que a veces hay un exceso juegos como Nintendo o Playstation y trabajar con las manos y la imaginación siempre es necesario y apasionante.
Javier, que es un experto en publicidad, cuenta que desde pequeño le gustan los robots. Su afición le llegó desde que veía una serie de televisión que se llamaba Perdidos en el espacio y que veía en su Ecuador natal (creo que en España no se programó). Y es que el personaje principal de la serie llamado Will Robinson tenía un amigo robot, que es la fuente de inspiración de Javier. Le comentaba que ese robot o ese tipo de diseños sí lo pudimos ver en la película Planeta Prohibido (Forbidden Planet).
Los robots de Javier no se mueven. Aunque a algunos les ha incorporado movimiento, con un motor eléctrico que hace girar unas ruedas para darle movilidad o una creación sobre coches teledirigidos, sus creaciones son estáticas y bellas para ser contempladas y disfrutadas. Son evocadoras y llenas de detalles que él mismo va encadenando con mimo y paciencia. Sus creaciones son reflexivas y trabajadas aunque la explosión de creatividad está en su capacidad para ver robots en muchos materiales y objetos que colecciona y clasifica mientras esperan a ser ensamblados en el diseño definitivo.
Sus creaciones evocan los tiempos en los que las cosas se construían con las manos, trabajando los materiales y utilizando mucho oficio. Sus creaciones son un homenaje a aquellas formas de trabajar y de construir. Son la imaginación, la pasión y la ilusión en su trabajo la que consigue un resultado atractivo, espectacular y con mucho sabor a clásico.
La inspiración de Javier está en los mercadillos, en los talleres de reparación, en los montones de aparatos viejos en los que él es capaz de ver cabezas y cuerpos de robots. O piernas o brazos. Javier elige los materiales que guarda con cuidado a la espera de encontrar el momento de realizar su creación. En el taller todo está clasificado y organizado a la espera de ser utilizado. En el rato que estuve por allí pude ver radios, cámaras de fotos, flashes, tornillos, cojinetes y mucho material que en la imaginación de Javier toma forma y cuerpo.
Lleva más de cinco años haciendo robots y recientemente se ha atrevido a mostrarlos a todo el mundo a través de su blog en el que recibe comentarios, felicitaciones y peticiones de compra. Sus creaciones ya se pueden ver en la tienda del Cosmo Caixa de Madrid, en tiendas de ropa y por supuesto en su taller en el que están expuestos más de 30 robots de todos los tamaños.
Uno de sus últimos proyectos es construir un robot de más 150 centímetros de alto que equipará un cuerpo de bidón y una báscula de esas en las que nos pesábamos en los años 80. Además las extremidades serán tratadas aparte exigiendo el conjunto mucho esfuerzo y trabajo con herramientas sofisticadas de escultor de obras grandes.
Como hemos comentado sus planes son crear talleres para niños, acompañados de sus padres, en los que se trabajen los materiales, previamente elegidos y se construya un robot. El escenario es el que se puede ver en la imagen, su espacio de trabajo acondicionado para que los peques puedan construir y llevarse su robot a un precio ajustado. Javier nos explicó que su hijo ya diseña sus propios robots aunque sus inspiraciones son otras y sus creaciones son más modernas. Al parecer no todos son bípedos y no todos tienen apariencia humana.
A Javier la influencia le llega de los mundos fantásticos que nos enseñaba la televisión en los años 70 y 80 y que inspiraba un mundo nuevo y diferente para el siglo XXI. Aunque al final nada de aquello pasó y seguimos viajando en coches, en vez de en naves espaciales y vistiendo ropa normal en vez de aquellos monos de una única pieza.
También hablamos de la inspiración de Javier y de la búsqueda de otras referencias, por ejemplo, de Theo Jansen, la Compañía Royal de Luxe de Nantes con sus máquinas inspiradas en la obra de Julio Verne o las actuaciones de La Fura dels Baus.
Y hasta aquí la entrevista con Javier Arcos Pitarque en la que nos ha enseñado muchas pistas para iniciarnos en la construcción de robots y en desarrollar una afición que ayuda a restaurar el orden interior trabajando materiales, creaciones y consiguiendo resultados bellos y espectaculares. Le agradecemos a Javier su atención con nosotros, tiene la puerta abierta en Peques y Más para venir a contarnos sus proyectos y estaremos muy atentos al desarrollo de los talleres infantiles que quiere realizar para construir robots con los peques.
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