Cuando el otro día hablábamos del paso del Gois que une la isla de Noirmoutier con el continente anticipábamos que era una isla llena de contrastes e ideal para viajar en familia. Porque en Noirmoutier tienes un montón de atractivos para viajar con niños y hacer con ellos un montón de actividades. La isla tiene unas playas inmensas en las que poder practicar deportes novedosos como el carrovelismo. Se trata de un carro con ruedas impulsado por el viento que llena una vela de aire y que permite alcanzar grandes velocidades en la arena de la playa. Es un deporte muy espectacular con la plasticidad de las velas, el ruido del aire inflándolas y la sensación de velocidad con las ruedas del carro girando rápidamente junto a nosotros. Desde 8 años hasta el infinito.
Y hay muchos más alicientes. Se trata de una isla en la que no encontrarás casas de más de dos alturas, la mayoría son incluso menores. Tienen unas casas blancas preciosas coronadas por bonitas veletas y con unas persianas o contraventanas de colores que dan un contraste precioso al paisaje. Las casas se pueden alquilar desde semanas, aunque la oferta de alojamientos es amplia especialmente con la tupida red de campings que hay en toda la isla algunos de lujo y otros municipales. Y es que para los parisinos, los británicos y los belgas, es uno de los destinos más atractivos y preferidos para pasar sus vacaciones.
En la isla se mantienen costumbres y tradiciones arraigadas. Por ejemplo, la isla cría unas patatas pequeñitas muy famosas y muy sabrosas. En seis semanas están listas para su consumo. Además hay salinas y mucha variedad de moluscos, que se pueden recoger en la playa como ya comentamos cuando hablamos del Gois, aunque lo más fácil es ir a las muchas tiendas que hay y comprar ostras. Una amplia oferta que hace que los precios resulten muy competitivos e irresistibles para consumir en cualquier momento del día. Y todo lo que se puede pescar: rodaballo, sardina, lubina, lenguado, etc.
Y los niños pueden hacer muchas actividades: navegar a vela por el mar, utilizar los canales que recorren la isla y por los que sube y baja la marea, practicar el carrovelismo que hemos comentado, jugar al tenis y también montar en bicicleta. Es una gozada recorrer la isla en bicicleta. Es muy sencillo con caminos muy bien habilitados, señalizados y practicables. Se puede disfrutar de preciosas vistas y además si te cansas no hay más que atar la bicicleta y a la playa o a reponer fuerzas en cualquiera de sus múltiples bares habilitados y preparados para atender al turista. Además hay una interesante isla de la mariposas en las que poder disfrutar de estos preciosos insectos en un hábitat tropical y un entretenido acuario para toda la familia.
La isla tiene una población estable de 10.000 personas que se incrementa hasta las 100.000 en la época de verano. Me encantaron las playas, especialmente la de Les Souzeaux que me fascinó por su contraste entre el bosque, las casas de época, probablemente de antiguos viajantes importadores de productos de la isla, y la playa limpia y enorme desde la que se puede ver el continente.
Además la isla tiene su zona de compras y de disfrute para hacer turismo muy ocioso. También religioso porque en la iglesia del pueblo de Noirmoutier-en-l'île del siglo XII, junto al castillo que se ve en la primera imagen, está enterrado San Filiberto y se pueden contemplar algunas de sus reliquias, por ejemplo, una de sus vértebras.
Nota importante: he sido invitado a Noirmoutier por Oeste Francia que promociona tres regiones del oeste de Francia (Poitou-Charentes, Pays de la Loire y Bretaña) en España.
Más información | Vendee-Tourisme
Más información | Passage du Gois en Vendee-Tourisme en Flickr
En Peques y Más | El Passage du Gois
Imagen | Marcos López