Inmaculada Teva es investigadora en el Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento de la Universidad de Granada, está realizando un estudio sobre la sexualidad en adolescentes, que parece evidenciar la influencia de roles y estereotipos de género.
Son los estereotipos que marcan que las chicas deben mostrarse más evasivas o pasivas, y que para conseguir mayor desarrollo emocional de la relación, deben implicarse en experiencias sexuales. También las expectativas según el rol de género, pueden mover a los chicos a tener más parejas y más relaciones, mientras que en las chicas, se espera justo lo contrario.
Los adolescentes inician sus relaciones sexuales orales y vaginales a los 15 años y la variedad de conductas se amplía según crecen. El preservativo es el método anticonceptivo más utilizado, pero no en el sexo oral y anal; además el motivo por el que lo utilizan es la prevención de embarazos, y no evitar las infecciones de transmisión sexual.
Las chicas se sienten menos capaces de hablar o negociar el uso de preservativo, por eso es importante potenciar el desarrollo de habilidades sociales desde la familia, e interesarse por los programas que sobre este tema se desarrollan en colegios, Institutos u otras entidades. Las habilidades sociales no sirven sólo en el terreno de las relaciones sexuales, pero hacen que la persona se sienta más segura.
Estoy pensando que no sé si el hecho de que las chicas se vean menos capaces de expresarse en una relación sexual, no tendrá (en ocasiones digo) también que ver con esas relaciones de aumento del control en la pareja entre menores, de las que nos hablaba Angel Peralbo.
El estudio sobre conducta sexual y prácticas sexuales, se ha realizado con una muestra de 4612 jóvenes
En mi opinión, la utilidad que tienen estos estudios es actuar como recordatorio a los adultos, en el sentido de que la educación sexual cuando los hijos están cerca de la adolescencia, no se debería centrar tanto en transmitir información, como en escuchar (suponiendo que quieran hablar), exponer nuestros valores, evitar los juicios, y estar ‘disponibles’ cuando los niños (ya no tanto) reclamen nuestra ayuda de alguna forma.
Impartiendo charlas sobre educación sexual en Escuelas de Padres, he escuchado llamadas de atención por parte de chicos o chicas que habían acudido con sus padres. Son especialmente llamativas dos: por una parte se quejan de que los padres se preocupan mucho por los posible riesgos, y muy poco acerca de los sentimientos de los más jóvenes en ere terreno. Y en segundo lugar, creen que los adultos no confían en ellos.
Imagen | Oteo Vía | 20 minutos En Peques y Más | La sexualidad en adolescentes y jóvenes, DESExO es un cómic sobre Educación Sexual dirigido a adolescentes, Por una sociedad que sepa integrar a las adolescentes embarazadas