Ayer se supo que los niños tutelados por la Administración de la Comunidad Valenciana, se han convertido en las víctimas últimas de los recortes aplicados en los presupuestos destinados a Bienestar Social.
Al parecer los centros residenciales, han llegado a estar el límite, y tienen que recurrir al Banco de Alimentos y donaciones particulares para poder alimentar a los menores que viven bajo sus techos. Y digo yo ¿no es suficiente que esos pequeños hayan debido ser apartados de sus familias, como para que ahora deban pasar hambre? Creo yo que si un Gobierno tiene la responsabilidad de tutelar a los niños, es a quien se le debe atribuir la obligación de que estén bien atendidos.
¿Imagináis? niños doblemente desamparados, niños víctimas de una situación que no han generado ellos (ni sus familias), y que se ven obligados a estar encerrados en lugares en los que de persistir el estado actual de las cosas, no dispondrán de condiciones adecuadas para su desarrollo.
Hoy mismo, la consellera de Bienestar Social, se ha afanado a afirmar que se pagarán las deudas contraídos con los centros (que irónicamente son de titularidad pública). Esperemos que sea cierto, no vaya a ser que la tutela pública de estos menores, sea peor solución que haberse quedado con sus padres (todo depende de cada caso en particular, claro).
Si es una cuestión de prioridades, se debería notar que las Administraciones deben velar en primer lugar por sus ciudadanos, digo yo (que aunque esté desencantada de muchas cosas, aún tengo una especie de esperanza ‘ciega’), al menos en un Estado de Bienestar.
Me ha llamado la atención leer sobre esos ciudadanos extranjeros que llevan alimentos y jabón al centro residencial de Altea (Alicante), no sé que deben pensar de nuestro país, pero en cualquier caso, bienvenidas sean sus aportaciones.
No es diferente este caso, de los niños que este verano comerán gracias a que los comedores escolares permanecen abiertos este verano, pero estos peques que están tutelados, sufren doblemente porque ya han sido separados de sus familias. ¡Ah!, y por cierto, parece que también se les debe dinero a las familias de acogida, algunas de ellas no pueden seguir haciéndose cargo de los niños.
Imagen | U.S. Department of Agriculture Vía | Diario Información En Peques y Más | La hipoterapia es una alternativa terapeútica para potenciar la integración de los niños tutelados