Son muchas las iniciativas que se realizan para ayudar a determinadas organizaciones solidarias en pro de los niños del tercer mundo, una de ellas es la que realiza la cadena de hipermercados Alcampo con la venta de juguetes solidarios, de los que 0,25 céntimos de euro (del precio de cada juguete) se destinan a la Fundación Save the Children que se encargará de invertir esa ayudita en mejorar las pésimas condiciones a las que muchos niños se encuentran sometidos.
El pasado año esta cadena comercial recaudó 27.000 euros para la ONG y este año ha aumentado la gama de los juguetes solidarios con la intención de aumentar las ventas y en consecuencia la donación a Save the Children. En cierta manera lo encontramos solidario, aunque nos indigna un poco que la ayuda se encuentre condicionada a las ventas, los niños necesitan la ayuda hoy, mañana quizá sea tarde. 27.000 euros es una ridícula suma para una cadena comercial de esta envergadura, perfectamente podrían aportar una donación sin necesidad de esperar a las ventas. Si realmente quieren demostrar lo solidarios que son, que no se escuden en la venta de unos juguetes y adelanten esa ayuda.
De acuerdo, no están obligados a nada pero matizar una cuestión es necesario moralmente, cuando alguien ayuda desinteresadamente, con respeto, comprensión y preocupación, no necesita lanzar a los cuatro vientos que está colaborando. Lo hace y se siente bien consigo mismo, con las ONGs es diferente, ellas reclaman ayuda y ya hacen lo humanamente posible, pero bueno, menos es nada.
Sean solidarios pero de verdad, que una ayuda necesaria hoy no sea condicionada por la venta de un juguete y sea ofrecida mañana, quizá ya sea tarde.
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