Ayer todos los papás y mamás que tenemos hijos escolarizados en Primaria escuchábamos con cierta preocupación una noticia que nos contaba lo siguiente: ‘en matemáticas, España se encuentra por debajo de la media y solo por delante de Rumanía, Polonia y Turquía, los países que lideran las mejores puntuaciones son Singapur, Corea del Sur y China (Hong Kong)'.
Pero no sólo se notan los déficits educativos en matemáticas, porque en Ciencias los alumnos de nuestro país obtienen puntuaciones inferiores a la media de la OCDE, siendo las naciones con mayor rendimiento en la materia Finlandia, Federación Rusa y los países anglosajones. Los resultados fueron publicados ayer y nos hablan de las evaluaciones realizadas a niños de cuarto de Primaria. El informe del que hablamos es similar al de PISA (se trata de las pruebas PIRLS aplicadas durante 2011), y fue realizado por la institución de evaluación internacional IEA a 8580 alumnos de 312 centros. Los datos nos dan para reflexionar, porque muy probablemente los problemas más graves de la educación en nuestro país se estén originando desde tempranas edades.
¿Qué factores determinan el rendimiento? Por una parte encontramos el énfasis en el éxito académico (sacar buenas notas) y el interés en las clases. Creo que el primero puede condicionar el segundo, aunque tengo claro que (como apuntó una madre hace poco durante una de las charlas que imparto) los padres debemos hacer valer el esfuerzo por conseguir buenos resultados, sin desmerecer otros aspectos educativos que nos sirvan para conseguir una formación integral de nuestros hijos.
Los alumnos españoles no sólo presentan menores resultados que los otros países en matemáticas y ciencias, sino que han obtenido sólo 513 puntos en lectura (frente a los 538 de media OCDE, y los 534 de la Unión Europea). En esa competencia, sólo estamos por delante de Noruega, Bélgica, Rumanía y Malta.
Influencia del nivel social en el rendimiento
Al parecer los hijos de los padres con estudios universitarios obtienen mayor puntuación más que aquellos cuyos progenitores sólo poseen estudios universitarios, sin embargo la diferencia es menor que cuando tomamos como referencia la media de los países de la OCDE.
El documento que presenta el organismo internacional IEA afirma que entre centros concertados / privados y públicos sí que son remarcables, aunque esto no es porque la educación sea mejor, sino porque sus estudiantes proceden de entornos socio económicos más favorecidos. Al respecto estoy convencida de que esta afirmación es muy parcial puesto que en la escuela pública también hay alumnos de entornos privilegiados, que aprenden a convivir con aquellos que carecen de recursos.
Y, por supuesto, no dejo de estar de acuerdo con aquellos expertos que apuntan hacia la necesidad de apoyar a los niños que tienen interés por los estudios (vengan de dónde vengan). Para que así no se produzcan situaciones muy comunes en Secundaria, mediante las cuales se incrementan las ayudas a grupos con dificultades, desatendiendo a los alumnos que por el motivo que sea ofrecen resultados más brillantes.
¿Hay lugar para la esperanza?
En España todos los niños poseen las mismas oportunidades de estudiar (que no de ‘rendir’ académicamente, añadiría yo) independientemente de su clase social. Aquí los alumnos excelentes no se concentran en algunos centros, o los que tienen dificultades en otros, aunque la reforma educativa puede cambiar esto.
De todo este entramado de cifras pienso que podemos extraer como una conclusión, que es necesario que las familias traslademos a los niños la motivación como aspecto a trabajar en relación a los estudios. Y que les prestemos el apoyo necesario en el seguimiento de su evolución (acudiendo a tutorías) o proporcionándoles los medios necesarios para que estudien o realicen tareas satisfactoriamente en casa.
Está claro que (y paralelamente) debemos exigir que las metodologías educativas se adapten ya a los tiempos que corren, sólo de esta forma los contenidos que aprenden los alumnos tendrán aplicación en la vida real, además de que muy probablemente así los niños se encontraran más motivados.
Puede que el futuro aún sea más convulso de lo que es el presente, a los niños les serán útiles muchas competencias que no siempre se enseñan en las escuelas. Pero el buen rendimiento escolar también es necesario a fin de conseguir estabilidad social.
Imagen | flickingerbrad En Peques y Más | En qué consisten las pruebas que permiten generar el informe PISA de los países de la OCDE, La comparecencia del Ministro de educación Wert del 31 de enero 2012 propone importantes cambios en educación