Todos los padres sabemos del riesgo de atragantamiento por ingestión de cuerpos extraños en forma de pequeños objetos que los niños se llevan a la boca y tragan accidentalmente. Solo imaginar que nuestro hijo pueda sufrir asfixia porque se le han obstruido las vías aéreas nos aterroriza.
Pero no tengo claro que seamos conscientes de que según los especialistas en pediatría, entre el 60 y el 80 por ciento de los atragantamientos son a causa de los frutos secos (en especial de los cacahuetes). A partir de los seis meses vamos introduciendo poco a poco diferentes alimentos en la dieta de los bebés, y aquellos que potencialmente son más alérgenos los dejamos para el final (en algunos casos un alimento en cuestión no se puede tomar antes de los tres años, como es el caso de los frutos secos). Están muy ricos y tienen muchas propiedades beneficiosas, pero ¡para qué arriesgarnos si tienen por delante toda una vida para tomarlos!
Sin embargo, muchos pediatras advierten que los frutos secos no deben ofrecerse a niños menores de seis años, excepto si están molidos (y tomando las precauciones para evitar el peligro de alergia). Es un riesgo bastante desconocido, hasta tal punto que se ven niños más pequeños comiendo pipas, nueces enteras o palomitas (ya han causado algún desgraciado accidente con resultado fatal).
Y es que, aunque los niños más mayores también pueden atragantarse, controlan mejor su cuerpo, y reaccionan mejor en caso de que un alimento intente alcanzar la tráquea, además de que tienen más fuerza en la mandíbula, y por eso mastican con más eficiencia.
Un atragantamiento puede causar lesiones graves e incluso la muerte, así que no es para tomarlo a la ligera
Las Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, explica claramente que los padres ‘deben imponerse la prohibición de darles a menores de cinco / seis años frutos secos, pues un atragantamiento puede conducir a la asfixia o lesión pulmonar (a causa esta última del aceite destilado por estos alimentos)’.
No siempre los padres somos conscientes de lo que ocurre con nuestros hijos, porque puede suceder que el peque sufra un atragantamiento con un trozo de cacahuete que vaya a los bronquios, e incluso si esto desencadena la tos, es posible que no lo sospechemos. Por eso es mejor tener los frutos secos fuera del alcance de los niños muy pequeños, y si los sacamos a la mesa durante una comida, ponerles un plato delante con un puñadito bien triturado y una cucharita para comerlos.
Pero ¿cómo reaccionar en caso de que suceda y estemos presentes?, la mejor recomendación es acudir a un servicio de urgencias (la tos persistente que aparece de repente mientras comemos puede indicar un atragantamiento, el cuerpo del niño intenta expulsar el objeto o alimento causante). Y siempre es bueno que los padres conozcamos las maniobras de reanimación, porque a veces deberemos valorar si prestar primeros auxilios mientras pedimos ayuda.
En este post hablábamos de la actuación en caso de atragantamiento con cuerpo extraño, y durante esta entrevista con dos enfermeras, también nos aconsejaron tener nociones de primeros auxilios.
El 40 % de las muertes accidentales en menores de un año, se deben a atragantamientos, no precisamente de frutos secos, pero es un dato a tener en cuenta. La salud e integridad de los niños cuando son pequeños depende en gran parte de nuestro sentido común.
Imagen | quinn.anya En Peques y Más | ¿Cuáles con las causas de los accidentes infantiles?, Se extiende entre niños y adolescentes la moda de ingerir cucharadas de canela poniendo en peligro su salud