Tal como anticipábamos ayer, os hemos preparado una mini serie de entradas sobre la seguridad en Halloween, porque nos encanta divertirnos en esa noche tan mágica y especial, pero nos interesa tener control sobre los acontecimientos que sucederán, para poder disfrutar más y tener un buen recuerdo.
Hoy nos vamos a ocupar de ofrecer una serie de recomendaciones a fin de asegurarnos que esos niños grandes que ya empiezan a querer ir con sus amigos a pedir dulces por las casas, no tengan ningún problema en el recorrido. ¿Tenéis hijos de más de 10 años que no quieren que les acompañéis, o prefieren concretar un lugar y una hora de encuentro para regresar a casa?, entonces puede que esto os interese.
Por supuesto, no me veo capaz de deciros con qué años les podéis dejar, yo desde luego si tuvieran menos de diez, no me atrevería; y son a tener en cuenta para determinar el umbral mínimo el entorno (pueblo o ciudad), los amigos o compañeros con los que salga (y la confianza que nos den), así como la responsabilidad que haya demostrado en otras ocasiones
Condiciones para que los niños puedan salir en grupo con otros de su edad
- Previamente un adulto debe hablar con los participantes para establecer las normas, y asegurarse de que las han entendido.
La preparación
Debemos hablar con los niños sobre la hora en la que deberán regresar o en la que les recogeremos, en cuyo caso aclararemos exactamente el punto de reunión.
Es conveniente que al menos uno del grupo lleve encima un teléfono móvil, y que les facilitemos en la lista de llamadas los teléfonos a los que deberán llamar en primer lugar si desean pedir más tiempo o si quieren que vayamos antes a por ellos.
Los niños sabrán exactamente a qué personas les pediríamos un favor nosotros para que se hiciera cargo de ellos si llegamos tarde a recogerlos, o deseamos darles un recado urgente.
Prepararemos linterna para nuestro hijo, y un par adicionales por si alguno de sus compañeros no lleva encima. Esto es incluso si hay buena iluminación en las calles. ¡Nada de llevar farolillos con fuego real!
El recorrido
Si vivimos en una ciudad, y los niños son pequeños (menos de 14 años), es conveniente que se muevan sólo por el barrio en el que viven. Allí conocen los espacios, saben identificar las personas de confianza a las que pueden pedir una pequeña ayuda si surge un contratiempo, y no están muy lejos de casa, lo cual nos da seguridad a todos. Si el barrio es muy grande conviene delimitar los límites razonables por los que podrán transitar.
Independientemente del tamaño de la población, nos interesaremos por el recorrido que han planeado, y podemos hacer sugerencias o incluir variaciones. Por ejemplo, puede que no queremos que pasen por ese descampado que parece siempre desierto.
Por supuesto, Halloween es una buena ocasión para recordar instrucciones básicas de seguridad: está prohibido entrar a las casas o introducirse en automóviles, no importa lo que se les prometa a cambio, y no importa las intenciones de las personas que les sugieren (por ejemplo) “pasad al salón mientras busco los caramelos”. Los dulces se recogen en el exterior de los lugares escogidos.
Tampoco deben dar crédito a indicaciones que utilicen como excusa supuestas peticiones por parte de los padres de los niños (“vuestras madres me han dicho que os esperéis aquí”), esto vale incluso con personas a las que conozcan (recordad que deben saber exactamente a quien o quienes recurriríamos en esa situación) . El hecho de haber hablado muchas veces con nuestros hijos sobre este tema, no es impedimento para recordarlo
Los coches también circulan en ese día
Y por lo tanto deben hacer caso de la señalización vial (semáforos, paso de cebra), y asegurarse de que los coches o motos también respetan esa norma y se paran para dejarles paso.
No es conveniente bajar de la acera si van por calles muy transitadas, ni utilizar un parking público exterior como lugar de tránsito para llegar a otro sitio. Esto es porque inesperadamente se pueden encontrar un vehículo en movimiento.
“Tampoco se cruza por entre dos automóviles estacionados”
El regreso
Ahora se hace de noche pronto, así que podemos quedar con los niños a las nueve, aunque ellos nos digan que no han tenido bastante. Doy por supuesto que si son pequeños procuraremos que salgan como muy tarde a las siete y media de la tarde, así que el tiempo de que disponen es más que suficiente.
Los dulces, para cuando vuelvan, y también para tener en cuenta mientras dan el paseo: cualquier golosina que hayan recogido y esté en malas condiciones visuales, olfativas, o debido a que el paquete ha sido abierto previamente, se desechará y no valdrá para su consumo.
Es hora (o no) de seguir la fiesta en casa de uno de ellos, o en la intimidad del hogar, y momento de recordar estos consejos para evitar que a fuerza de atiborrarse a productos azucarados, se pongan enfermos.
Lo dejamos por hoy, y seguiremos mañana hablando de las medidas de seguridad cuando organizamos la fiesta de Halloween en casa, os esperamos.
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