Habíamos leído sobre Scanadu hace tiempo cuando sólo eran un prototipo y una buena idea pendiente de desarrollar y madurar. Al parecer, Scanadu progresa adecuadamente y ya está muy avanzado en su desarrollo. El objetivo inicial era poder medir la tensión, la actividad pulmonar y la temperatura corporal y estaba pensado de forma prioritaria para los niños.
Aunque la evolución del dispositivo desde el prototipo inicial ha permitido que ahora registre información de seis constantes vitales: temperatura corporal, frecuencia respiratoria, oxígeno en sangre, frecuencia cardíaca, presión sanguínea y nivel de estrés y todo ello lo hace en diez segundos presionando en la sien y transmitiendo después los datos al teléfono móvil. De nuevo estamos ante un proyecto de crowdfunding, esta vez en la plataforma Indiegogo en la que ya ha superado el millón y medio de dólares. Y sí, también será válido para todos, no sólo para los niños aunque el foco inicial eran ellos por la necesidad de prevenir y descartar enfermedades comunes.
El precio del dispositivo está previsto que sea 149 dólares, menos de 120 euros, y que probablemente se pueda amortizar rápidamente por el ahorro en costes que incluye.
Como comentábamos el otro día con el manejo de grandes cantidades de información, es la gran posibilidad que se abre con este tipo de dispositivos no por el aparato, porque en el mercado hay útiles más baratos y prácticos, sino porque permiten que se enriquezca la información con aplicaciones que se desarrollen específicamente para ellos. Por ejemplo, disponer de un historial de los datos registrados por el scanadu permitiría identificar patrones debidos a la alimentación, al tiempo, al estado de ánimo, los viajes, los cambios de presión, etc. y eso tiene repercusión en ahorro de costes y especialmente en facilitar la vida a las familias.
Aunque algunos empezarán a decir que si la seguridad y que si los datos personales lo cierto es que ya hay cámaras por todos lados capaces de sacar patrones de quiénes somos, dónde vamos, con quién vamos y hasta para qué vamos. Así que me importa muy poco lo que se pueda registrar con este dispositivo y seguro que a muchas familias les vendrá bien conocer cómo evolucionan las constantes de los peques en el tiempo.
Estaremos muy atentos a Scanadu y especialmente a ver cómo este tipo de dispositivos probablemente modificarán la forma en la que actualmente nos relacionamos con los profesionales de la sanidad.
Vía | César Alonso Peña Más información | Enrique Dans Más información | Scanadu