Nuestros compañeros de Decoesfera, han encontrado esta maravillosa idea para convertir el hueco de la escalara en ¡una casita para niños! ¡Qué decir!, me encanta, además responde perfectamente a esa necesidad que tienen los niños de encontrar un espacio aunque sea pequeño para descansar, pensar, leer, esconderse de sus hermanos, o jugar con ellos, merendar.
Creo que todos los niños en algún momento de sus vidas juegan a tener sus casitas: algunos las reciben como regalo de Reyes y resultan enormes (hasta que cumplen siete años cuando deberán agacharse para entrar por la puerta), otros se las construyen aprovechando el ángulo que forma el tronco y una de las ramas de cualquier árbol… Cuando mi hijo tenía cuatro años juntaba dos sillas en el pequeño pasillo de un piso minúsculo, las cubría con telas y toallas, y se llevaba allí su plato de comida. Cuando logramos vivir en un sitio más grande y volver a instalar la casita en la que jugó apenas un año mientras fue casi un bebé, ya habían crecido los dos, pero siempre había algún vecinito o amigo que entraba a hacer ‘comiditas’ o que se subía encima del tejado.
Ahora todavía juegan los dos a poner límites entre su mundo y el nuestro, les basta con colgar un edredón de la litera, y así se les queda la cama de abajo tapada para meterse y contarse secretos, o puede que pelearse (dependiendo del día)
Creo que estoy liándolo todo demasiado, la idea es de la decoradora y estilista Holly Mathis, y como podéis observar en los detalles, la casita cuenta con iluminación independiente y paredes interiores en madera. A tener en cuenta es que la ventana no tiene cristal (por si acaso), y bueno, viendo las fotos, una anhela volver aunque sea por 30 minutos a la niñez para meterse ahí. Fijaos además en la puerta holandesa y el farol de la entrada, ¡encantador!
¿Qué os parece?
Vía | Decoesfera Más información | Holly Mathis En Peques y Más | Pon una caravana cama en el dormitorio de tu peque, ¿A qué jugarían vuestros hijos en este tipi de indios?