El pasado verano descubrí la multiplicación de números grandes con tapones gracias a Malena de Aprendiendo Matemáticas, y la practicamos en diversas ocasiones en casa.
Es una forma muy creativa y divertida que permite a los niños entender las multiplicaciones, y es que a todos los peques no les satisface ‘unicamente’ aprender de memoria las tablas, por lo que en ocasiones los padres debemos ‘dar un paso más allá’. Por ejemplo yo tengo un hijo que no tuvo dificultades en memorizarlas, sin embargo se aburre con la monotonía de los cálculos matemáticos, a él le viene bien que alguien se preocupe por alentar su imaginación y sus expectativas respecto de los aprendizajes.
Intuyo que a la niña no le resultará tan sencillo aprender ‘de memoria’ las tablas, y esa también es una razón para realizar esta actividad que es tan sencilla como entretenida.
Materiales necesarios:
- Tapones de color azul, verde, rojo y blanco, una cartulina de tamaño A3, rotuladores de colores que contrasten con el tono de la cartulina.
No os contarán de conseguir, y más en estos tiempos, en los que muchas familias recogen tapones de plásticos en casa para colaborar con causas solidarias
Malena se ha inspirado en Marcel Bösch, y de hecho revisando un post antiguo que escribimos sobre los talleres de este último, me he dado cuenta de que la ilustración de portada es un tablero de multiplicaciones con tapones.
Nos cuenta que ha intentado respetar los colores ‘montessorianos’: unidades en verde, decenas en azul, centenas en rojo y unidades de millar en blanco (este es una excepción a los colores del material Montessori).
Procedimiento
Es muy fácil, ya lo veréis: se traza sobre la cartulina un gráfico de coordenadas que representen los factores a multiplicar. Por otra parte en trozos de papel rectangulares se escribe la multiplicación (por ejemplo 22 x 61), y por el otro lado el resultado, con la consigna de no dar la vuelta hasta no haber contabilizado los tapones.
A los lados de la gráfica se colocan los tapones que simbolizan los factores (el 22 son dos tapones azules y dos verdes, el 61 seis tapones azules y uno verde). Después es cuestión de calcular los resultados y transformarlos.
Es decir cada tapón de la coordenada vertical se multiplica por los horizontales que le corresponden (o viceversa) y se ‘anota’ con otros tapones los resultados. El resultado de multiplicar un tapón decena por otro igual es una centena, con lo que en la intersección se coloca un color rojo.
Viendo las ilustraciones probablemente lo entenderéis mejor, y el último paso es contabilizar (sumar) todos los tapones que quedan en el interior, y comprobar si el resultado obtenido es el mismo que aparece en el reverso de la cartulina.
Creo que es importante no pensar que este método sustituye a las tablas, aunque sí que automatiza el proceso de las multiplicaciones, y desarrolla una forma de pensamiento respecto a ellas que puede simplificar el proceso cuando los niños se enfrentan a este cálculo. Además, y en mi opinión, es que el niño participa muy activamente, y eso siempre es bueno porque además de reforzar el aprendizaje, les da autonomía.
Vía | Aprendiendo Matemáticas En Peques y Más | Qué matemáticas aprenden los niños en el colegio y cómo las utilizarán cuando crezcan