El científico estadounidense Deb Roy está desarrollando un estudio para comprender cómo evoluciona el lenguaje en los niños, desde que balbucean hasta que dicen frases fluidas. El experimento se realizará en su casa y estudiará a su propio hijo de apenas unos meses. Instalarán micrófonos y cámaras de video que grabarán durante 14 horas al día, hasta que el niño cumpla tres años.
Las grabaciones comenzarán a las 8h. de la mañana y finalizarán a las 22h., y los papás tendrán opción de apagar las cámaras o borrar algunas grabaciones para preservar su intimidad. Pero aún así, este científico garantiza que se podrán analizar los progresos de su bebé día a día. Anteriormente se habían realizado otros estudios con este fin, pero según Roy, los resultados no eran tan fiables, pues al trasladar a los bebés a un lugar extraño, su comportamiento y su aprendizaje puede variar.
Para la familia, no es ninguna novedad vivir bajo la vigilancia de las cámaras, pues antes de que el bebé naciera habían participado en diferentes experimentos que lo requerían, pero, ¿cómo afectará al bebé? Posiblemente ni se entere, y cuando sea mayor podrá ver como fueron sus primeros años de vida, además de haber servido para que se aprenda más sobre la evolución del lenguaje humano, o quizá recrimine la actuación de sus padres, quién sabe…
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