Famosa ha tenido que salir al paso de las acusaciones que organizaciones que trabajan en el ámbito de los trastornos alimentarios y la salud mental infantil, habían vertido sobre uno de sus productos. Se trata del muñeco “Nenuco no me come”, que al parecer cierra la boca mediante un imán cuando se le acerca la cuchara.
El juguete se vende ya en varios países europeos, aunque no ha salido aún al mercado en el Reino Unido, desde dónde provienen la mayoría de las críticas. Se piensa que influirá negativamente a las niñas, y pueda provocar actitudes negativas hacia la comida y la imagen corporal. Sin embargo Famosa considera injustificada la alarma, y los creadores de este Nenuco, están convencidos de que los niños que jueguen con este muñeco, tienen la oportunidad de animarle a comer, a la vez que aprenden sobre la alimentación saludable. El juego consiste en proporcionar estímulos al bebé, para que acabe comiendo con normalidad.
Este juguete ha sido distinguido junto a otros productos con el premio al ‘Mejor nuevo juguete’ en la categoría de muñecas, y el galardón se obtiene mediante el voto de un panel independiente de expertos que valoran el potencial en base a su seguridad, innovación y creatividad
He intentado que no me falten datos a la hora de elaborar esta entrada, pero lo que realmente me parece alarmista es considerar a este Nenuco como un muñeco ‘anoréxico’, y creo que es muy reduccionista atribuir los Trastornos de la Alimentación al simple hecho de jugar con un juguete que no quiere comer.
Muchos bebés cierran la boca cuando no les gusta la comida, o no tienen más apetito, sin embargo ningún bebé o niño pequeño deja de recibir voluntariamente el sustento vital, es más cuestión de adaptarnos a los gustos de los peques, a la vez que vamos probando nuevos alimentos (no descuidando por tanto una alimentación equilibrada).
Quiero decir que en ocasiones no comen el puré porque prefieren los mismos espaguetis que comen sus padres (¿habría problema en trocearlos?), o no quieren el plátano machacado pero si entero, quizás se trate de que escogen zanahoria cocida porque la patata les parece insípida, o de que no les gusta la carne (en ese caso nos podemos esperar un poco para volverlo a intentar).
Este Nenuco representa un bebé, así que es un poco forzado pensar que incita a no comer en niños más grandes. En cualquier caso el momento en que un niño empieza a comer con la normalidad que los padres esperarían, no está fijado de antemano, ¡depende de tantos factores!
Entiendo la preocupación por los trastornos de la alimentación, más aún cuando se presentan en edades tempranas, pero puede que los problemas con la comida aparezcan secundariamente. Respecto a este muñeco, yo vería mal también que se trasladara la imagen de obligar a comer al bebé, porque es una práctica perjudicial, pero no parece que sea el objetivo, sino más bien el de educar.
Algunos de los expertos de distintas organizaciones como la Asociación Nacional de Trastornos de Alimentación (Nueva York) o Young Minds (Reino Unido), creen que a causa del juego con este muñeco, las niñas quieran dejar de comer para observar la reacción de los padres. Y sinceramente creo que si este comportamiento se da como un juego, será puntual, y desaparecerá cuando el padre o la padre no desistan en el ofrecimiento de alimentación saludable frente a otra llena de grasas o azúcares; y si se da como respuesta a la tendencia (emergente en la actualidad) a estar ‘delgadas’, los padres lo detectarán y buscarán solución por todos los medios, no es el tema que nos ocupa ahora, pero podemos abordarlo en otro momento.
En casa preferimos los muñecos más simples (hablo por mi hija porque al grande jamás le han gustado) porque admiten más variedad de propuestas de juego, no obstante y a riesgo de repetirme, no veo nada dañino en el Nenuco que no come ¿y vosotros?
Vía | Daily Mail Imagen / Más información | Famosa En Peques y Más | Juguete que recrea el atraco a un banco: ¿puede incitar a la violencia en los niños?, La sociedad transmite cánones de belleza sesgados, pero desde la familia podemos educar a los niños. Entrevista con Marta Ampuero