"La mayoría de los bebés que nacen en el hospital se llevan un susto de muerte". Entrevista al doctor Emilio Santos (V)

"La mayoría de los bebés que nacen en el hospital se llevan un susto de muerte". Entrevista al doctor Emilio Santos (V)
10 comentarios

Continuamos nuestra entrevista con el doctor Emilio Santos, psiquiatra y ginecólogo, especialista en parto natural, que atiende actualmente partos en casa en Madrid, pero que ha desarrollado su formación y trayectoria profesional en todos los ámbitos sanitarios, además de ser un habitual ponente en congresos dedicados al parto natural y la promoción de la lactancia materna.

En esta ocasión hemos hablado con él sobre las consecuencias que tiene para un bebé nacer de una manera respetada, incidiendo en aspectos como la separación de su madre, el corte precoz del cordón, la donación de sangre del cordón y las consecuencias físicas y psicológicas de las prácticas sanitarias que se le realizan en el ámbito hospitalario tradicional y en los protocolos más adecuados para su naturaleza como mamífero, aportándonos, como siempre, los más actualizados datos científicos.

¿Influye el tipo de parto y la separación en el bebé?

Mucho. Influye en aspectos de la salud de ese futuro adulto que con la ciencia de hoy ni siquiera sospechamos.


¿Qué prácticas se deben evitar en el nacimiento?

Hay muchas cosas que se debería evitar hacer a los bebés cuando acaban de nacer. Pero considero que hay dos aspectos dentro de la atención habitual al parto que son especialmente dañinos.


El primero de los dos aspectos es el corte precoz del cordón umbilical. La naturaleza tiene previsto que cuando un bebé ha nacido coexista con su madre, unidos durante un tiempo, entre uno y veinte minutos. En ese periódo simultáneamente el bebé comienza las primeras respiraciones a la vez que disfruta de una continuación de la oxigenación mediante el cordón umbilical que le une a la placenta, la cual todavía está siendo oxigenada por la sangre materna.

El segundo aspecto es la separación de la madre. El programa genético del recién nacido tiene previsto que cuando acaba de nacer le acojan unos brazos y un pecho cálidos y los mismos olores y la misma voz que le ha acompañado durante todo el embarazo.

Cuando en un parto de los habituales en nuestra época nada más nacer se corta el cordón en un ánimo de contribuir al reflejo que le haga respirar y para evitar un supuesto exceso de glóbulos rojos y acto seguido se le separa de la madre queriendo así poder vigilar exhaustivamente sus constantes vitales, esté bebé sufre el gran susto de su vida.

Si en la naturaleza un recién nacido mamífero sufriera hechos fisiologicamente análogos probablemente lo siguiente que iba a ocurrir es que el depredador que lo ha arrancado de los brazos de su madre lo devorara para alimentarse. En castellano tenemos la expresión “un susto de muerte” para describir un evento agudo de pánico.

Literalmente es un “susto de muerte” lo que sufren la mayoría de los bebés cuando nacen en nuestros hospitales.

Y este susto de muerte tiene gran repercusión sobre las horas y días subsiguientes, este bebé asustado y estresado va a tener dificultades para estar tranquilo y sereno y, muy posiblemente también las tendrá para conseguir mamar. La madre de esté bebé, a su vez, va a estar estresada porque su hijo no mama bien, no duerme bien y no para de llorar. Estamos poniendo el caldo de cultivo para crear un vínculo madre-recién nacido entorpecido y, en casos, patológico.

Este vínculo alterado influye a su vez en lo que pasará en las siguientes semanas. Lo que ocurra en las primeras semanas influirá en lo que ocurra en los primeros meses y lo que ocurra los primeros meses influirá en lo que pasará en los primeros años.

No debemos olvidar que un evento altamente estresante en un adulto puede causar un trastorno por estrés postraumático. Si este evento ha ocurrido en un niño el trastorno puede ser mucho más grave. Cuando más joven es el niño más severo es el trastorno por estrés postraumático y más severos son los daños colaterales. Hasta aquí la teoría.

Pero si miro a la práctica, además, puedo afirmar con rotundidad que los bebés nacidos en parto en casa, sin que se corte el cordón prematuramente, sin separación madre-hijo, son después niños apreciablemente más serenos que los nacidos en partos hospitalarios.

¿Qué supone para el bebé cortar precozmente el cordón para guardar la sangre?

Cuando yo he atendido partos en hospital donde el protocolo me obligaba a cortar precozmente el cordón he observado como el momento del pinzamiento se reflejaba en la expresión de la cara del recién nacido y en que este rompía a llorar.

Los bebés nacidos en casa o a los que nadie corta el cordón mientras late no suelen llorar, pues no necesitan llorar.

Cuando un bebé acaba de nacer el momento del pinzamiento del cordón le produce una repentina sensación de ahogo, le falta el aire. Tiene la sensación terrorífica de que se puede morir.

¿Qué opinas tu de la recogida de sangre de cordón?

Con la sangre de cordón umbilical se tiene previsto un posible tratamiento de la posible leucemia que un día ese niño podría llegar a desarrollar. Pero hace poco leí una editorial en una revista científica de un profesor de universidad que apuntaba la posibilidad de que el corte tardío de cordón sea un factor protector de leucemia mucho más potente que el tratamiento mediante autotransfusión con la sangre de cordón guardada.

Es verdad que en la mayoría de los hospitales se realiza corte precoz del cordón; si este es el caso en ese esquema de abordaje la recogida de sangre de cordón no tiene más inconveniente que el puramente económico.

Pero si la alternativa a la recogida de sangre de cordón es un pinzamiento tardío del cordón, creo que merece la pena. La recogida de sangre del cordón supone necesariamente un pinzamiento precoz. Si se deja latir el cordón éste empieza a obstruirse y es muy difícil recoger la cantidad de sangre que el laboratorio necesita.

En mi opinión la recogida de sangre del cordón es “más de lo mismo” en la medicalización del parto, es dar más importancia a estar preparados para una catástrofe que pueda surgir en el futuro en vez de dar prioridad a evitar que surja una catástrofe en el momento actual.

Cuando se recoge la sangre de cordón y para ello se hace un pinzamiento precoz se está evitando que al bebé le lleguen unos 200 o 300 mililitros de sangre que le pertenecen, casi podemos hablar de una sexta parte de la sangre que debe tener.

¿En que casos una madre no debe permanecer al lado de su hijo recién nacido?

Únicamente estaría justificada la separación madre-bebé por causa de la madre, por ejemplo, una madre que ha de ser intervenida quirúrgicamente o que tiene una alteración psiquiátrica grave; en fin, casos excepcionales.

Nunca debería separarse por causa del bebé. Si un bebé es prematuro, más motivo aún para que esté junto a su madre. Si un recién nacido tiene neumonía: es más motivo para que esté pegado a su madre. Si un recién nacido tiene cualquier trastorno: es más motivo para que esté pegado a su madre.

La medicina ha olvidado que las incubadoras se inventaron como un intento de imitar a una madre; no al revés. Se ha llegado a la paradójica situación de excepcionalmente poner a un bebé enfermo con su madre como tratamiento de última generación.

Profundizar en esta entrevista al doctor Emilio Santos en lo que sienten y padecen los bebés a los que se priva de un nacimiento respetado, a los que se separa de sus madres innecesariamente y a los que se corta prematuramente el cordón nos permite comprender mejor las consecuencias de estas prácticas, no solo a nivel médico, sino sobre todo en las emociones y miedos de los pequeños.

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    • interesante

      No sé. Pienso que el artículo está bien y hace reflexionar, pero, por otra parte, creo que cae en consideraciones extremas: "nacer en un hospital es un susto de muerte para un bebé". Supongo que nacer en casa y que haya complicaciones y que pueda pasar algo grave, tiene que ser un susto de muerte para el bebé, la madre y toda la gente alrededor. Al hilo de esto, me gustaría hacer un comentario. De algo que nos dijo la matrona en la primera clase de preparación al parto.(Ya voy por la cuarta, jejeje). Que da igual cómo nazca al final el bebé: si con cesárea, epidural, episiotomía, de esta u otra guisa (ella tuvo a sus hijos en casa, y lleva como cuarenta años trabajando en ello). Que lo verdaderamente importante era la actitud nuestra, lo que le transmitiésemos nosotras al bebé, cómo afrontásemos el momento del parto, la sensación de tranquilidad y seguridad que le proporcionásemos en esos instantes. Porque luego, complicaciones puede haberlas todas o ninguna. Me llamó la atención esto que nos comentó, y quiero pensar que, independientemente de las circunstancias externas que rodeen el momento del nacimiento, nuestra conexión con el bebé puede, en cualquier caso, propiciarle bienestar más allá de los contextos. Yo prefiero tender a lo más natural posible, pero me gusta la seguridad ante lo que no se puede predecir con certeza, por eso pariré, si Dios quiere, en el hospital, aunque parece que a priori no tienen una inclinación exagerada al intervencionismo, siempre que no sea necesario, lo cual me alivia también. Saludos a todas y todos.

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    • Avatar de hope Respondiendo a hope
      interesante

      Estoy totalmente deacuerdo contigo.

    • interesante

      Hombre yo creo que decir que la mayoría se llevan "literalmente un susto de muerte" es algo más que una exageración, porque si esto fuera cierto la mayoría estarían "literalmente muertos" y no es así. Eso sí, yo también creo que en los hospitales tendrían que cambiar mucho las cosas, no solo en las maternidades, pero especialmente ahí.

      Saludos

      Eva P

    • interesante

      Hombre me parece un poco exagerado, la mayoría de los bebes nacen en el hospital y los hay tan tranquilotes que da miedo, de hecho mi hija que fue cesárea, fíjate que susto que la sacaron sin avisar y la alejaron de mi durante varias horas, aunque estuvo con su papi, los tres días en el hospital fue una niña muy tranquila que solo lloraba para comer, la verdad es que nunca ha llorado por cambiarla el pañal, ni por frió o calor, y que lo único que tb la provocaba estrés era oír llorar a la otra nena que estaba con nosotros en la habitación, a día de hoy todavía le angustia mucho oír y ver llorar a otros niños. Sobre todo los bebes y también le angustia cuando las madres le sujetan el chupete al bebe para que no lo escupa. Me dice ¡Mami no quiere, po que lo pone! La verdad no se que contestarla ya que yo tampoco lo entiendo. Creo que todos nosotros hemos nacido en un hospital y no somos personas fuera de lo normal con ningún trauma ni nada por el estilo. Me parece un poco un intento de demonizar el parto hospitalario a favor del parto en casa y seguramente aun así hay madres que ni locas parirían en casa. Yo no lo haría ya que si algo sale mal en el ultimo momento, que tb pasa esos segundo o minutos que tardas en ir al hospital puedes ser cruciales para la vida del bebe y de la madre. Y prefiero un hospital que respete aunque no sea un 100% que ya me hago yo de respetar que menuda soy. Vamos que muchas cosas que dice este hombre están muy bien pero en algunos casos se exagera un poco.

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    • Avatar de zarintia Respondiendo a zarintia

      Lei por ahi que los bebes que nacen por cesarea suelen ser mas tranquilos porque no han pasado por el parto, no han recibido los estimulos de las contracciones ni el baño hormonal, eso los lleva a creer que aun estan en el utero y por eso aumentan las tasas de muerte perinatal durante el sueño, porque se les olvida respirar porque aun no son conscientes de que no han nacido. No recuerdo donde lo lei ni cuando, pero lo lei por algun sitio y me llamo la atencion.

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    • Avatar de reyrey Respondiendo a reyrey
      interesante

      Pues la mía cuando la sacaron no veas como lloraba, estaba claro que no le hacia mucha gracia que la sacaran sin previo a viso. Por lógica tiene que ser mucho mas impactante para el bebe pasar de estar en un espacio oscuro, reducido, húmedo y calentado a uno mas frió con muchísima mas luz debido a los focos del quirófano, amplio y seco de repente y sin mas, y encima te llevan y te dejan con tu papa, que le reconocerás la voz pero que no es mama, ni su olor ni su voz ni el pecho. Y no veas si sabia que ya no estaba dentro cunado empezó a sentir el hambre y mama todavía no estaba para darle el pecho. Yo no creo que la forma de nacer influya en ser mas tranquilo o no, ni en los traumas, ni en los sentimientos de la madre hacia su hijo o el apego que valla a tener. Creo que en todo eso influye el carácter, la genética y el trato que le den los padres y en como estén educados estos.

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    • Avatar de zarintia Respondiendo a zarintia

      Respecto al estrés en el momento de nacer, como ha comentado reyrey está comprobado q las cesáreas programadas son las menos estresantes para los bebés, claro q tienen otros inconvenientes q no las hacen nada apropiadas para un nacimiento siempre q exista la opción de nacer por vía vaginal... Sobre ese estudio q salió en el documental de Punset lo comentamos aquí, por si queréis recordarlo:

      http://www.bebesymas.com/bebes-de-0-a-6-meses/cuan...

    • Avatar de zarintia Respondiendo a zarintia

      Si, eso mismo pense yo, pero luego vi un reportaje de Punset que mas o menos afianzaba la teoria, es decir, decia que los niños nacidos por cesarea tienen menos estress pero que el estress es positivo en el nacimiento porque ayuda a la transicion. Lo que es cierto es que cada bebe es un mundo y cada madre tambien, y, aunque no se puede generalizar, a mi me parece que la teoria de que el parto en casa, agusto y en ambiente seguro ayuda a la adaptacion a la nueva situacion no solo del bebe sino tambien de la madre.

    • Y aún así, seguimos viendo el corte precoz del cordón y la separación innecesaria como algo 'normal', igualito que la episiotomía.

      Estoy segura que la reacción de muchas personas que lean esto será 'bah, esto es una exageración, qué va a sufrir tanto un bebé por eso'...

      Me ha gustado mucho su punto de vista hacia la recogida de la sangre del cordón. Desconocía esos datos y me han parecido muy interesantes, al igual que su reflexión acerca de su necesidad.

    • Vuelvo a repetir en esta entrega de la entrevista que me encanta leer a este señor. Y que en esta entrada he aprendido bastantes cosas que desconocía como lo de la sangre del cordón.

      Sigo pensando que en pleno S. XXI somos muy vanguardistas para algunas cosas que está muy bien pero para otras lo hemos sido tanto que al final nos hemos pasado . Están muy bien ciertas cosas, pero lo que tiene que primar es el deseo de la madre, dentro de unos límites. De si quiere o no epidural, si quiere o no ir al hospital, de tener libertad de movimientos, etc.; y además de tener la posibilidad de hacerlo en la seguridad social que tenemos en este pais de la que tanto se presume cuando se pasan nuestras fronteras y con la que no estamos luego para nada contentos.

      Es muy triste que una mujer tenga que pagar una cantidad de dinero X para que su parto sea respetado.

      Y sin salirme más del artículo, felicidades de nuevo al doctor Emilio Santos.

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