De la cesárea asistida o cesárea natural os hablamos hace unos meses, porque nos parecía una innovación que debería empezar a hacerse, si es que no encuentran contraindicaciones, que por el momento parece que no, en todos los hospitales del mundo, siempre que la madre esté dispuesta a ello.
Os explicamos que, de igual manera que los partos se intentan hacer cada vez más respetados, dejando el protagonismo del momento a la mujer y el bebé, las cesáreas se están intentando hacer también del mismo modo para que el sentimiento de las mujeres sea más cercano al del parto y el momento no sea tanto un "me sacan al niño" sino, al menos, un "he sacado a mi niño".
Esto se está haciendo sobre todo en Australia y el tema vuelve de nuevo a la palestra porque una mujer acaba de hacer algo muy poco habitual: sacar a sus gemelas de su propio útero, gracias a la cesárea natural.
Su nombre es Gerri Wolfe, tiene 41 años y las gemelas han sido su décimo y undécimo hijos. Sucedió en el Hospital John Hunter en Newcastle, Nueva Gales del Sur. Este parto iba a ser la quinta cesárea que le practicarían y ella estaba ya cansada de llegar al hospital, que no viera nada, que no sintiera nada y que finalmente le entregaran a sus bebés. Por eso se rebeló ante su destino y, conocedora de la cesárea asistida, decidió luchar por dar a luz de esa manera.
En palabras de ella misma, según el Daily Mail:
Mis otros cesáreas fueron todas en un ambiente muy estéril, muy quirúrgico, muy impersonal [...] Es mi cuerpo, es mi nacimiento, son mis bebés.
Y esto último lo dijo porque cuando se lo comentó a su marido, éste le puso pegas. Y cuando se lo comentó a su ginecólogo, también le puso pegas. Pero ella había leído en alguna parte algo así y el ginecólogo, finalmente, decidió investigar. Vio que no era tan peligroso, que el riesgo de infección, si se hacía bien, no aumentaba, y accedió.
El día de la cesárea le pusieron unos guantes estériles hasta el codo y dio a luz como ella quería, mediante cesárea (porque en la semana 36 vieron complicaciones) pero trayendo ella misma a sus hijas al mundo. Primero cogió a una, cuando le avisaron de que ya podía, y se la llevó al pecho. Luego, cuando estuvo preparada, más o menos un minutos después, cogió a la segunda, y se juntó con ambas encima. Matilda pesó 3,04 kg, mientras que Violet pesó 2,54 kg.
Ella, la mamá, por supuesto, se mostró exultante, y no es para menos. La diferencia entre que alguien sacara a sus bebés a que los sacara ella, a nivel médico, es muy poca. Sin embargo, para una madre, media un abismo.
Ojalá este caso dé la vuelta al mundo y cada vez más ginecólogos empiecen a valorar la posibilidad de hacerlo de este modo.
Vía y Fotos | Daily Mail
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