Todos los padres de bebés prematuros que conozco, y que deben pasar tiempo hospitalizados, coinciden en afirmar que la relación que se establece entre ellos y el personal sanitario que atiende a sus hijos acaba siendo mágica y especial. También los profesionales médicos sienten esa unión, y viven con inmensa alegría cada paso adelante que da el bebé en su recuperación.
Esta fotografía, publicada en la red social Reddit nos ha cautivado a todos porque precisamente transmite en un sólo gesto esta unión, lucha, entrega, dedicación y fuerza de la que hablamos, tanto por parte del bebé como de las personas que le atienden.
La unión hace la fuerza
Un bebé con el puño cerrado saca su bracito de la incubadora, y el médico que le atiende pone su puño junto al del pequeño, como si se tratara de un choque amistoso que viniera a decir algo así como: "Adelante, bebé. Sigue así de fuerte que yo te acompañaré".
Pocas fotografías me han resultado tan emotivas como esta, compartida por un usuario en la red social Reddit y que ha conmocionado a miles de seguidores, volviéndose rápidamente viral.
Una relación muy especial
Nuria, enfermera en una UCI de Neonatologia de un hospital de Madrid lleva 12 años trabajando con bebés prematuros, sintiéndolos como parte de su familia y estableciendo con sus padres una preciosa relación de cariño y respeto mutuo.
"Los grandes prematuros, que pasan mucho tiempo con nosotros llegan a formar parte de tu corazón. Sufres y lo pasas mal con cada paso atrás que dan, e incluso a veces tenemos que escondernos si estamos tristes o necesitamos llorar porque no queremos que los familiares nos vean mal. Ante ellos siempre mostramos nuestra mejor cara y toda nuestra positividad" - confiesa Nuria.
Ese positivismo y alegría es precisamente lo que destaca Vicky del personal que atendió a su bebé, nacido de forma prematura en un hospital de Sevilla:
"Los médicos siempre nos hablaban con una sonrisa tranquilizadora en los labios, explicándonos con todo detalle cómo se encontraba nuestro hijo y consolándonos cuando decaíamos. Las enfermeras, que eran quienes más tiempo pasaban con nuestro bebé, siempre tenían una palabra de cariño para él y para nosotros, y eso nos tranquilizaba mucho" - recuerda.
Y es que la implicación emocional por parte de los profesionales sanitarios siempre está ahí, y cuando toca acabar el día y volver a casa es imposible no pensar en los pequeños luchadores que se quedan, una noche más, en el hospital:
"La relación que llega a establecerse en algunos casos es muy estrecha. Recuerdo especialmente a un bebé que pasó tres meses con nosotros y en ese tiempo tuvo innumerables altibajos y sufrió importantes recaídas por las que todos sufrimos mucho; tanto su familia como los médicos y enfermeras que le atendíamos".
"Cuando por fin fue dado de alta, la unión tan grande que habíamos forjado había llegado a tal punto que los padres acabaron invitándonos al bautizo de su bebé, y el sacerdote agradeció públicamente durante la ceremonia la labor que habíamos hecho todos los profesionales sanitarios que le habíamos atendido. Fue realmente emotivo" -recuerda Nuria.
Por su parte, los padres coinciden en indicar que la relación que establecen con quienes dedican sus esfuerzos y conocimientos en salvar la vida de sus hijos es, sencillamente, única, y admiran la entrega incondicional con la que trabajan cada día.
"El trato que recibimos cuando mi hija estuvo ingresada en neonatología fue cercano, empático y cauto. Sin duda lo calificaría de sobresaliente." - comenta Verónica con respecto al personal que les atendió en el Hospital universitario Marqués de Valdecilla, en Santander.
"Llegas a sentir que son parte de tu familia. Les sientes cercanos y su profesionalidad es inmensa" - recuerda Ana, que tuvo a su bebé ingresada durante casi un mes en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
"Ver la alegría en el rosto de los médicos y enfermeras que atendieron a nuestro bebé durante dos meses cuando fue dado de alta, es una imagen que no se me olvidará jamás. Eran sonrisas puras y auténticas, de alguien que se alegraba de verdad por nosotros" - afirma Lorena, madre de un bebé prematuro que estuvo ingresado en el Hospital de Montepríncipe, de Madrid.
Así recordaba Cris el momento en que su hijo Andrés fue dado de alta en Neonatología, tras un mes de ingreso hospitalario:
"El día del alta, nuestro neonátologo lloraba cuando se despidió de nosotros. Recuerdo que cogió a mi hijo en brazos y le dijo: Andrés, qué valiente y qué grande eres. Ahora vete a casita con mamá y se feliz toda la vida. Nos acordaremos de ti siempre"
Y es que para los médicos y enfermeras/enfermeros que se han ocupado durante un tiempo de los bebés, este momento resulta realmente emotivo y, tal y como explica Nuria, lo viven con sentimientos encontrados.
"Por un lado sentimos una profunda alegría por saber que por fin se marchan a casa y empiezan una nueva vida junto a su familia. Pero por otro lado sientes mucha tristeza por tener que despedirte de personas a las que después de tanto tiempo sientes realmente como una parte de tu familia" - confiesa la enfermera, Nuria.
Muchas son las familias que jamás olvidan a los médicos y enfermeras que atendieron a sus hijos, por más que pase el tiempo:
"Casi todas las familias nos escriben cartas de agradecimiento el día del alta, y durante el primer año de vida del bebé solemos recibir fotografías y noticias sobre su evolución. También tenemos casos de niños que siguen viniendo a vernos por cada cumpleaños, y ya han cumplido diez años. Es realmente emotivo, y una de las cosas más bonitas de nuestra profesión" - nos cuenta Nuria.
Cuando tu bebé nace de forma prematura nada es como esperabas. Es una vivencia dura, angustiosa y para la que nadie te prepara. Por eso, es fundamental el acompañamiento físico y emocional por parte del equipo médico, y saber que desde el primer momento, tanto vuestro bebé como vosotros estaréis en las mejores manos.
Vía Faro de Vigo
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