Los bebés son seres humanos asombrosos. En sus primeros años de vida, se desarrollan a una velocidad increíble, adquiriendo habilidades para toda la vida.
Pero a pesar de ser tan pequeñitos, guardan algunas sorpresas y características especiales en esta primera etapa. Te compartimos nueve curiosidades interesantes, tiernas y divertidas sobre los bebés recién nacidos.
Al principio solo ven "en blanco y negro"
Cuando nace, el bebé no puede diferenciar la gama de colores que vemos los adultos. Al abrir los ojos por primera vez fuera del útero materno, se encuentra con una nebulosa de imágenes en la gama de los grises, por lo que una de las primeras cosas que capta su interés son los patrones en blanco y negro.
Será hasta los dos meses cuando todos los receptores del ojo sensibles al color estén en pleno funcionamiento y pueda comenzar a distinguir con mayor claridad los colores: primero el rojo, luego el verde, para posteriormente distinguir el azul y amarillo cerca de los tres meses.
Reconocen a mamá por el olor
Otra curiosidad relacionada con los cinco sentidos, es que los bebés al nacer se guían por el olfato, que es uno de los sentidos que tiene más desarrollado durante sus primeros meses de vida. Gracias a él, pueden identificar a sus madres incluso antes de poder distinguirlas con la mirada.
Se dice que el olfato lo tienen aún más desarrollado que los adultos, y es tan poderoso que si colocas al bebé sobre el pecho de su madre nada más nacer, es capaz de reptar hasta el pecho para alimentarse, por puro instinto.
Se emocionan con la voz de sus madres
Una curiosidad sobre los bebés que nos resulta muy tierna y emotiva, es el poder que tiene la voz de mamá en ellos. Algunos estudios han encontrado, por ejemplo, que escuchar la voz de la madre eleva los niveles de oxitocina en los bebés.
Además, la voz materna es, junto con el contacto y el olor materno, la combinación más eficaz para calmar y confortar al bebé. De hecho, sabemos que cuando la madre habla o canta a su bebé prematuro mientras le realizan alguna intervención médica, disminuye su expresión de dolor.
Prefieren los sabores dulces
Hablando de los sentidos, tenemos una curiosidad divertida sobre ellos: los bebés prefieren los sabores dulces durante sus primeros meses de vida, como la leche materna. Aunque es el sentido que tiene menos desarrollado al nacer, se ha encontrado que no le gustan los sabores amargos ni ácidos.
No distinguen el día de la noche
Seguro alguna vez más de un padre o madre se ha preguntado por qué su bebé no duerme a pesar de que ya ha oscurecido. La razón es muy simple: los bebés no distinguen el día de la noche durante sus primeros meses de vida, tal y como cuando estaban en el útero materno.
Es entre los 3 y los 6 meses de edad, cuando adquieren su ritmo circadiano y pueden comenzar a diferenciar el día de la noche, por lo que antes de esa edad su rutina de sueño no tendrá un patrón establecido.
Tienen manos y pies fríos (y a veces, azules)
La circulación de los recién nacidos todavía es inmadura, especialmente los capilares, que son los vasos sanguíneos más pequeños y los de aquellas zonas más alejadas, como manos y pies.
Por ello, las manos y los pies de los recién nacidos tienden a estar más frías que el resto de su cuerpo y, a veces, azulados. Si aumentamos su temperatura o les frotamos un poco las manos o los pies, ese color desaparecerá.
Pueden "caminar"
O al menos simular que lo hacen, gracias al reflejo de caminata o marcha automática, uno de los diversos reflejos con los que nacen los bebés. En este reflejo en particular, si mantenemos al bebé sujetado por debajo de los brazos, y lo posamos sobre una superficie dura, en cuanto toque con el pie el suelo y lo impulsemos un poco, levantará el pie, flexionando la rodilla y dando un paso hacia delante.
Son capaces de aguantar su propio peso
Suena impresionante, pero en realidad se trata de otro de los reflejos con los que nacen los bebés: el reflejo de presión palmar, ese con el que sujetan fuertemente tu dedo al acercarlo a su manita.
Presionan con tanta fuerza, que podríamos levantarlo hasta ponerle de pie sin que se soltara y también son capaces de aguantar su propio peso suspendidos en el aire durante segundos.
El llanto es su forma de comunicarlo todo
Finalmente, un dato que quizás es bastante conocido pero siempre vale la pena recordar: el llanto es la forma en la que los bebés nos comunican todo lo que necesita o le molesta. Básicamente, es su primer idioma y por ello, es importante nunca ignorarlo.
Foto de portada | Tim Bish en Unsplash