Zeke Puig, de Phenix, Virginia (Estados Unidos) fue diagnosticado el año pasado con leucemia mieloide aguda (AML) y síndrome mielodisplásico (MDS), así que desde octubre de 2019 se ha pasado 147 días hospitalizado. Con solo seis años ha tenido que someterse a dos trasplantes de médula tras un agresivo proceso de quimioterapia, lo que ha provocado que tuviera que estar aislado durante 75 días en el hospital a causa de la pandemia de coronavirus, con la única compañía de uno de sus padres.
Al fin, ha logrado regresar a su casa donde sus tres hermanos y su abuela se han emocionado al verle al fin. Las imágenes del reencuentro se han hecho virales en las redes sociales.
La generosidad de los donantes en tiempo de pandemia
Danielle Puig pide a sus tres hijos que cierren los ojos y abran las manos, mientras les coloca unos caramelos encima. Les invita a que sigan así hasta que ella les diga lo contrario porque aún les queda una sorpresa más. Y es entonces cuando tras una cuenta atrás les avisa que ya pueden abrirlos y se encuentran con su hermano, al que solo habían visto a través de una ventana durante los últimos dos meses y medio.
La alegría y emoción de los niños al poder abrazarse de nuevo es tal, que hace que las lágrimas se salten al ver el vídeo que su madre colgó en la cuenta de Facebook para seguir la evolución de su hijo.
After 75 days straight in the hospital, 147 since March, ( and not having seen anyone but mom and dad) We have something to share......
Publicada por Pray for Zeke- fighting MDS ,AML with monosomy 7 en Jueves, 3 de septiembre de 2020
Lo explicaba emocionada en el programa de televisión Good Morning America, donde recordaba a esas dos personas anónimas que habían entrado en un hospital en medio de la pandemia para donar sus médulas óseas que "salvaron realmente la vida de Zeke".
Muchos días sin ver a su hermano
La alegría de la familia es de entender, tras conocer la historia que ha contado su madre:
"Les habíamos dicho a los niños, 'Zeke estará en el hospital, pero podrán visitarlo y hay una sala de juegos para jugar'. Sin embargo, el día que ingresó fue cuando los hospitales comenzaron a cerrar."
Añade que su hermano mayor de 10 años, Elijah, les acompañó hasta el hospital y allí tuvieron que abrazarse y decirse adiós: "Era un día muy difícil porque sabíamos que nos estábamos separando completamente de Zeke y no sabíamos por cuánto tiempo". Desde ese momento solo uno de sus padres pudo acompañar al pequeño.
Solo unos días después del primer trasplante de médula ósea de Zeke, su cuerpo comenzó a rechazar las células y se determinó que necesitaría un segundo tratamiento para salvar su vida. Con la reserva de donantes más pequeña debido a la pandemia, sus padres rezaron por un milagro y sucedió. En solo un mes tuvieron un segundo donante de médula.
De momento, la familia se encuentra confinada para no poner en riesgo la salud del pequeño, que continuará su tratamiento tan pronto como sea posible. Su madre señala:
“No sabemos qué nos deparará el futuro, pero lo importante es que agradecemos que Zeke esté bien”.
Vía | Good morning America
Fotos | Facebook Pray for Zeke
En Bebés y Más | La preciosa reacción de unas gemelas al reunirse después de estar separadas más de 200 días por cuestiones médicas, Gerard de 13 años ingresó en agosto en silla de ruedas por un tumor cerebral y se va corriendo gracias a la terapia con protones