En lo que concierne al cuidado y crianza de los hijos, hay algunos temas que resultan polémicos por los diferentes puntos de vista y creencias que se tiene sobre ellos. Uno de estos temas, son las vacunas, que a pesar de tener demostrado que salvan millones de vidas cada año, algunas personas no confían en ellas y están en contra.
El movimiento antivacunas ya se considera por la OMS como una amenaza para la salud mundial, y a pesar de las diversas medidas que se han tomado para detenerlo, éste no parece reducirse. Pero tal vez, existe una mejor forma de tratarlo.
Una madre antivacunas finalmente ha vacunado a sus tres hijos, después de 15 años de haber tomado la decisión de no hacerlo, y comparte qué fue lo que la hizo cambiar de opinión sobre la inmunización.
Kristina Kruzan es doula y madre de tres hijos. Hace 15 años, cuando su primer bebé tenía 3 años de edad comenzó a sentirse muy interesada por conocer más información acerca de las vacunas, para saber exactamente qué era lo que contenían y cómo le afectaría a su hijo.
Sin embargo, debido a que aún tenía muchas dudas, Kristina decidió preguntarle a los pediatras que conocía, para que pudieran explicarle de una forma más clara todo acerca de las vacunas. Según recuerda en entrevista para TIME, en lugar de recibir una respuesta comprensiva, los pediatras parecían enfadados al ser molestados con sus preguntas.
Derivado de esas experiencias, y de no encontrar quién pudiera hablarle claramente acerca de las vacunas, decidió que no podría confiar en ellas: "¿Quieren que pinche con una aguja a mi bebé, ponerle químicos dentro y no pueden ni siquiera decirme qué es lo que contiene?", argumenta.
Todo cambió alrededor de 14 años después de tomar esa decisión, cuando conoció a un pediatra naturópata llamado Elias Klass, durante una conferencia para parteras. Al tocar el tema de las vacunas, él se tomó el tiempo de responder todas sus dudas, explicándole lo importante que eran éstas para proteger no sólo a sus hijos, sino a las personas a su alrededor.
Para Kristina, la amabilidad de éste pediatra cambió su forma de pensar y de ver las vacunas, ya que a diferencia de otros médicos, no la hacía sentir inferior y respondió amable y pacientemente cada pregunta que ella tenía. Después de un año de hablar con él, ella vacunó a sus tres hijos, quienes entonces ya tenían 18, 13 y 7 años de edad.
La atención y amabilidad médica, un factor decisivo
Algo que hay que destacar de todo esto, es que el pediatra que aconsejó a Kristina es un naturópata, que viene a ser un complemento del médico tradicional, ya que la naturopatía es una medicina alternativa, similar a la homeopatía o la medicina naturista.
Sin embargo, se piensa que éste tipo de médicos, con la información correcta, podrían ayudar a aumentar la confianza en las vacunas, ya que las personas que dudan acerca de ellas los perciben como un elemento separado o alejado de la medicina tradicional, lo que les podría hacerlos más abiertos a escuchar sus argumentos a favor de las vacunas.
Pero además de que este tipo de médicos puedan ser una opción para acercarse a quienes se encuentren escépticos ante las vacunas, el testimonio de Kristina revela algo en lo que probablemente se necesite poner más atención: el trato de los médicos en general hacia los pacientes. Esto es algo que sin duda influye grandemente no solo en la vacunación, sino en el tratamiento de múltiples temas de salud.
Es importante que el personal médico transmita confianza, calidez y amabilidad, para que las personas se sientan más cómodas con ellos, así como responder sus preguntas, que son dudas auténticas y tan válidas como cualquiera, por más simples que puedan parecer. Y desde luego, también sería ideal que quienes no confían en la inmunización tengan la disposición de escuchar.
Recordemos que entre los principales motivos por los que los padres no vacunan a sus hijos, además de razones culturales o religiosas, la desinformación y los mitos acerca de las vacunas son uno de los temas que se deben atender y la mejor forma de hacerlo, es de una manera más clara, amigable y detallada, para que así puedan entender la importancia de las vacunas y se sientan escuchados.
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Vía | TIME