Ayer nos adentramos en el excitante mundo de los remedios florales que prometen mucho y cumplen poco (como los políticos, oigan). Los remedios florales más conocidos son los de Bach, que son los que llevan más tiempo vendiéndose y los que más gente utiliza.
Sabemos de mujeres embarazadas que los utilizan y de madres y padres que los utilizan con sus hijos. El efecto placebo no se discute, así que si alguien quiere utilizar estos remedios como efecto placebo adelante. Yo personalmente, cuando quiero hacer el "cura sana, cura sana, tómate esto que verás como se te pasa", prefiero utilizar cosas más económicas, pero cada uno es libre de comprar el placebo que quiera.
Ayer explicamos qué son las Flores de Bach y cuáles son sus fundamentos. Hoy explicaremos qué pueden hacer por nuestros hijos (bueno, qué dicen que pueden hacer) y comentaremos también qué dicen los estudios científicos al respecto. Vamos a ello:
¿Qué pueden hacer las Flores de Bach por mis hijos?
Nada. La respuesta es nada más allá de lo que puedan hacer unas gotas de Fanta si a tu hijo le dices que le van a hacer sentir mejor. De todas maneras, vamos a ver qué dicen las personas que creen en las Flores de Bach sobre lo que pueden hacer a los bebés y niños (y adultos), pero resumido, porque ya que es mentira, tampoco hace falta que os ponga aquí un tratado extenso. Por cierto, entre paréntesis pongo mis comentarios, por si sirven para hacer la lectura un poco más amena.
- Agrimony: Para estados emocionales ocultos. Ayuda a los niños que no saben expresar lo que sienten.
- Aspen: Para niños con temores a cosas desconocidas o intangibles como la oscuridad (algo rarísimo que sin duda hay que tratar como sea).
- Beech: Para niños intolerantes, que siempre quieren tener la razón, muy perfeccionistas.
- Centaury: Niños que se someten a los demás, de voluntad débil, con dificultad para decir "no".
- Cerato: Niños dubitativos, preguntones, piden consejo antes de hacer nada, inseguros (nada de ayudarles a conseguir las cosas por sí mismos ni tratar de darles herramientas para que poco a poco lleguen los logros. Unas gotitas y listos).
- Cherry Plum: Niños con muchas rabietas, con ideas fijas y obsesivas (para todos los niños de dos años, sin duda).
- Chestnut Bud: Niños a los que les cuesta aprender, que caen siempre en el mismo error (para todos los niños de un año y para los que no sean muy capaces de aprender alguna materia, que eso es raro, raro).
- Chicory: Para niños egocéntricos, que necesitan mucho afecto, que no quieren estar solos ni quieren compartir sus cosas (para todos los niños menores de 3-4 años, entonces).
- Clematis: Niños soñadores, distraídos, ausentes. Con falta de concentración (este debe ser para esos niños que están en un sitio pero preferirían estar en otro...).
- Crab Apple: Niños que no soportan mancharse, maniáticos, necesitan que todo esté ordenado (pero, ¿qué hay de malo? Yo a éste no le daba nada...).
- Elm: Para los niños fuertes que de repente quieren tirar la toalla, cuando las responsabilidades les abruman ("mamá, no puedo más... entre el cole, el piano, el fútbol, el inglés y todo lo demás, sólo vivo dos horas despierto en las que no estoy haciendo algo controlado por los adultos. Anda, dáme unas gotas de esas").
- Gentian: Para niños deprimidos, negativos, pesimistas, que se desaniman rápidamente.
- Gorse: Para el momento de desespero total. Si se encuentran en una situación tal que no ven salida. Poco común en niños.
- Heather: Para niños que no escuchan pero quieren ser escuchados, niños necesitados, autocompasivos (a esto yo lo llamo problema de comunicación. "Veamos a qué se debe... no, espera, dále unas gotas y arreglao").
- Holly: Para niños que muestran odio, celos, ganas de vengarse, que se ofenden fácilmente (dos no se pelean si uno no quiere, muchos niños sienten deseos de venganza porque los padres somos demasiado agresivos o injustos, si no es así, un poco de diálogo suele ir bastante bien para acercar posturas).
- Honeysuckle: Para niños que viven el pasado, que sufren cambios importantes y sufren regresiones (¿a nadie le suena eso de apoyar al niño en los cambios y ayudarle a superarlos?).
- Hornbeam: Para niños con cansancio mental por las rutinas, el estudio, etc., que si cambian de actividad vuelven a tener fuerzas (aburrimiento, se llama aburrimiento... luego, cuando hacen lo que les gusta, pues disfrutan).
- Impatients: Para los niños impacientes e irritables. Lo quieren todo rápido, no pueden esperar ("Hijo mío, entiendo que quieras comerte un bocadillo de queso ahora mismo, pero tendrás que esperar a que vaya a comprar el pan y te lo prepare").
- Larch: Para niños con miedo a hacer el ridículo, sin confianza en sí mismos, con poco valor (la falta de autoestima es un tema muy importante como para dejarlo en manos de "Larch", demostrad a vuestros hijos cada día que les queréis sin condiciones, que son importantes para vosotros sean como sean y hagan lo que hagan y veréis como su autoestima crece).
- Mimulus: Para niños con miedo a cosas conocidas como los insectos o animales (porque si no le das las gotas crecerán y claro, un tío de 30 años corriendo delante de un mosquito es patético).
- ¿De verdad aún estáis leyendo esto? Vale, vale, pues sigo...
- Mustard: Niños que pasan unos días deprimidos pero sin razón aparente vuelven a estar contentos, volviendo a caer en la depresión más adelante (pues habrá que ver a qué se deben estos cambios de humor, ¿no?, que igual al niño lo están martirizando en el cole...).
- Oak: Niños tremendamente trabajadores, que siguen haciendo lo que tienen que hacer aún cuando el cuerpo no da para más (no sé yo si hay niños de estos...).
- Olive: Niños que están en un estado de agotamiento total, tanto físico como mental.
- Pine: Para niños con sentimientos de culpa, se reprochan cosas que no tienen por qué ser culpa suya, nunca están satisfechos.
- Red Chestnut: Niños que se preocupan demasiado de los demás, una enfermedad de su mascota les hace pensar que la perderán (no hay nada como la vida para ir aprendiéndolo todo... si la mascota se tiene que morir, pues se morirá hagas lo que hagas, si no se tiene que morir, el niño aprenderá que una enfermedad no es sinónimo de muerte).
- Rock Rose: Para niños con pesadillas, terror o miedo extremo. Si han sufrido un accidente grave (estos son los que tienen que tomarse un rescate rápidamente, ¿no?).
- Rock Water: Para niños que se exigen mucho a sí mismos, muy disciplinados, muy críticos consigo mismo, hasta el punto de no poder dormir y estar estresados (habrá que ver por qué se exigen tanto... normalmente es porque alguien les exige mucho y quieren demostrar que realmente son capaces de hacerlo).
- Sclerantus: Para niños indecisos, temblorosos, que se marean fácilmente, cambios de ánimo frecuentes.
- Star of Bethlehem: Para niños que sufren algún shock psicológico. Depresión por muerte de un familiar, traumatismos, accidentes, malas noticias (otra vez, el tiempo y la vida acaban por enseñar cómo vivir con ello, mientras tanto, nada mejor que arropar al niño, darle nuestro soporte, resolver sus dudas...).
- Sweet Chestnut: Para niños que se sienten muy angustiados, que sienten que todo se va a acabar, que no hay salida. Infrecuente en niños.
- Vervain: Niños fánaticos, revolucionarios, que se enfadan ante las injusticias, que quieren convencer a los demás, que quieren mostrar todo lo que han aprendido en el colegio, que viven en tensión por no saber relajarse (estos son los niños que cambiarán el mundo, por Dios, que nadie les de gotitas de nada, que nadie los intente cambiar...).
- Vine: Para niños que quieren poder, quieren dominar, mandar, tener la razón, dirige a los demás. Los conocidos como "niños dictadores" (¿y de verdad alguien se cree que con unas gotitas el niño va a dejar de tratar a sus padres como si fueran unos esclavos?).
- Walnut: Es un remedio para los cambios. Para utilizar cuando se acerca algún cambio importante: guardería, dormir solo, va a tener un hermano.
- Water Violet: Para los niños a los que les gusta la soledad, son reservados, se sienten diferentes a los demás, a veces incluso superiores. Tienen dificultad para comunicarse (habrá que ver por qué se sienten diferentes, por qué se sienten superiores... podrían tener alguna sobredotación, podrían ser realmente diferentes o podrían ser simplemente uno más, pero habría que verlo, no darle flores).
- White Chestnut: Para niños que tienen ideas persistentes, pensamientos repetitivos, que viven en tensión porque siempre están dando vueltas a lo mismo.
- Wild Oat: Para niños que se sienten insatisfechos o aburridos por hacer cosas que no sienten prioritarias, sentimiento de vacío interno. Suele suceder más en la edad adulta (aunque yo sé de muchos niños que se aburren como ostras con según qué cosas que los adultos insistimos en que hagan "para aprender" o "para pasarlo bien").
- Wild Rose: Niños apáticos a los que todo les da igual. Están aburridos, no les importa su situación y simplemente están porque tienen que estar (tiene que ser muy triste ser niño y decidir que todo da igual).
- Willow: Para niños resentidos, que se quejan y lamentan pero sin grandes aspavientos. Echan la culpa a los demás de lo que les sucede (niños quejiquillas, que llaman la atención... hágale más caso a su hijo, pase más tiempo con él, verá como empieza a quejarse menos).
Después de esta tortura a la que os he sometido supongo que llegaréis a la misma conclusión que yo: si soy padre y mis hijos tienen estos problemas, haré uso de la comunicación y el diálogo, del compartir tiempo y experiencias con ellos y de mejorar nuestra relación para ayudarles, pero nunca lo dejaré en manos de unas gotas que provienen de una dilución hecha con unas flores que se supone que están transmitiendo la energía que contienen a mi hijo.
De todas maneras, por si acaso alguien prefiere tirar de gotitas antes que ir a la raíz de los problemas, os comento qué dicen los estudios al respecto:
Cuál es la evidencia científica de las Flores de Bach
El estudio más completo realizado con Flores de Bach es el realizado por Edzard Ernst en agosto de 2010, que se puede leer completo aquí.
Sólo voy a comentar éste porque se trata de un metaanálisis (un estudio en el que se miran muchos estudios bien realizados, para tener una muestra mayor y conseguir una conclusión más acertada) en el que se analizaron estudios realizados hasta mayo de 2010 y para el que se solicitó a los fabricantes de los productos florales que enviaran ensayos realizados por ellos mismos, si tenían, incluso si no habían sido publicados. También se indagó en artículos relacionados de revistas especializadas.
Para dar con los estudios se realizó una búsqueda en las principales bibliotecas virtuales (Medline, EMBASE, BIOSIS, Cochrane Library y AMED). Sólo se incluyeron estudios aleatorios (las personas se escogen aleatoriamente dentro de un grupo de población que puede creer en las flores de bach o no, no se sabe) y en los que se comparara el efecto de las Flores de Bach con un placebo.
Se hallaron seis estudios válidos, en los que se utilizaban las Flores de Bach para estudiantes en época de exámenes, niños con TDAH y pacientes quirúrgicos, siendo los resultados en todos ellos que "no se observaron diferencias significativas entre los grupos", con lo que se concluye que, a día de hoy (y a día de mañana, ya os lo puedo asegurar), las terapias con Flores de Bach no pueden demostrar evidencias de que tengan un efecto superior al de un placebo.
¿Cuál es el peligro de tratar con Flores de Bach?
El peligro de tratar a los niños con Flores de Bach son los mismos que los que surgen de utilizar la homeopatía si los padres rechazan, al utilizar estos métodos, otros tratamientos que sí tienen efecto y que son necesarios.
Como las Flores de Bach se asocian más con problemas emocionales o de relación, el peligro podría ser el que he comentado más arriba, que unos padres no busquen una solución real al problema de su hijo y que cedan el protagonismo a las gotitas de flores que no hacen nada.
Más allá de eso, el único peligro es para la cartera, que te gastas el dinero inútilmente.
Más información | Wikipedia, La ciencia y sus demonios Foto | Fotomontaje realizado con foto de nathalielaure en Flickr En Bebés y más | Flores de Bach para bebés, niños y embarazadas: otro placebo que ha conseguido triunfar (I), Homeopatía para bebés: por qué no funciona, Homeopatía para bebés: por qué no funciona incluso cuando “a mi hijo le funciona” (I), Homeopatía para bebés: por qué no funciona incluso cuando “a mi hijo le funciona” (II)