Besar a los bebés ajenos es algo que a la gente le encanta hacer, pero además de ser una costumbre irrespetuosa, puede entrañar un grave peligro para la salud del recién nacido. Sin embargo, lamentablemente la mayoría de las personas no son conscientes de lo que este gesto puede acarrear.
Laura Escanes, la mujer de Risto Mejide, acaba de vivir esta situación con su hija Roma, quien apenas tiene un mes de vida. A través de un Stories de Instagram, Laura contó que una mujer desconocida había besado a su bebé y criticó este tipo de comportamientos: "a una recién nacida que está sin vacunar se le puede pegar cualquier cosa. Para ella un resfriado puede ser mucho más serio que para nosotros", se lamentaba.
"No me ha dado tiempo a reaccionar"
Todo ocurrió cuando Laura acudió con su hija a una tienda de fotografía para imprimir unas fotos de carnet que ella misma le había hecho a su bebé. Pero en la tienda no pudieron imprimirlas, y como las necesitaba para el pasaporte decidió hacérselas allí mismo.
Y así es como comenzaron a sucederse una serie de acontecimientos desagradables que Laura compartió con sus seguidores a través de un Stories en Instagram:
"Esta mañana hemos ido a hacerle el pasaporte a Roma porque vamos a hacer un viaje pronto. Total, que para hacerle la foto yo le había hecho una foto en casa porque no aguanta la cabeza. La he llevado a que la imprimieran, pero en la tienda no tenían papel fotográfico y tenía que hacerla sí o sí allí"
"Me han dicho: 'No te preocupes, que trabajamos mucho con bebés'. Qué desastre le han hecho a la pobre; La han tenido que despertar y todo"
"Encima, la señora le ha dado un beso a mi hija cuando no hace ni un mes que ha nacido. Lo siento mucho, pero no lo entiendo. Las que sois mamis me vais a entender más. Porque claro, a una recién nacida que está sin vacunar se le puede pegar cualquier cosa. Para ella un resfriado puede ser mucho más serio que para nosotros. Me río por no llorar, en ese momento no me ha dado tiempo a reaccionar"- se lamentaba.
Una desagradable situación que nos ha pasado a muchos
Confieso que las palabras de Laura me han removido, porque me han hecho recordar un episodio similar que viví con mi hija, cuando apenas tenía tres meses. Me encontraba haciendo cola en una farmacia, y llevaba a mi niña en brazos. Su carita estaba apoyada sobre mi hombro, cuando de pronto sentí el aliento en mi oreja de la persona que tenía detrás.
Me volví dando un respingo y me quedé de piedra al comprobar que esa persona, totalmente desconocida para mí, había dado un beso a mi hija en la cara. "Parecen ángeles, cuando duermen", recuerdo que me dijo con una sonrisa en los labios mientras la miraba.
Se que aquel gesto fue cariñoso, y que probablemente aquella mujer actuara por impulso movida por la dulzura que desprende un bebé recién nacido. Pero a mí me indignó muchísimo esa invasión de nuestra intimidad y lo peor fue que no supe cómo reaccionar.
Lo ocurrido se me vino a la cabeza varias veces durante muchos días, y en mi mente resonaban las palabras que debía haber dicho y no fui capaz de decir. Pero aquello me sirvió de lección, y como lamentablemente la historia volvió a repetirse, tanto con mi hija como con mi tercer bebé, (aunque ya no fueron besos en la cara, sino caricias y besos en las manos), ya no me corté a la hora de expresar mi malestar con esos gestos y el riesgo que podían entrañar.
Mucho cuidado con tocar y besar a bebés ajenos
Aunque la tentación de besar a un bebé, cogerle en brazos y acariciarle la cara y las manos sea enorme, en realidad no debemos hacerlo nunca si no le conocemos, y en caso de conocerle debemos contar previamente con permiso de los padres y extremar las medidas de higiene.
En 'Bebés y Más' hemos conocido historias terribles vinculadas a la infección del virus del herpes simple contraído a través de un beso. Y hace tiempo nos hicimos eco del caso de un bebé que falleció tras una meningitis VHS-1 que contrajo a través del contacto estrecho de una persona que fue a visitarla. Personalmente también puedo compartir mi experiencia con mi hijo, que tuvo que ser ingresado con tan solo tres meses por una bronquiolitis causada por el virus VRS, contraído tras una visita que acudió a nuestra casa con síntomas catarrales.
Es por ello que se hace imprescindible tomar conciencia, y extremar las precauciones antes de visitar a un bebé, como lavarse las manos si vamos a cogerle en brazos, no acudir si estamos enfermos, y por supuesto no besarle cerca de la boca o en las manos.
Foto de portada | @lauraescanes
Vía | 20 minutos
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