En los cucos, capazos y maxicosi, y de hecho en la mayoría de asientos, bañeras y elementos en que dejar a un bebé, viene una pegatina que dice claramente, con un dibujito y una señal de prohibido, que no se puede poner dicho elemento en una mesa o altura porque, por difícil que parezca, a veces suceden desgracias.
Otra de las advertencias es que se use, siempre que los haya disponibles, los cinturones que tiene el aparato en cuestión, precisamente por si ocurriera un imprevisto.
¿Y qué pasa cuando no pones ningún cinturón y ubicas el capazo con tu bebé en un lugar que no es adecuado? Pues que corres el riesgo de que te pase lo que le sucedió al papá que vemos hoy en el vídeo: el capazo (o cuco, no tengo muy claro qué es) volcó, el bebé iba directo al suelo y gracias a los increíbles reflejos del administrativo que le estaba atendiendo se libró de su bebé recibiera un golpe que podría haber tenido consecuencias fatales.
Tal y como leemos en Levante, el héroe del vídeo es un administrativo que trabaja en un hospital de Brasil. El vídeo de seguridad del hospital grabó las imágenes del suceso y ahora se han hecho virales en la red.
Al parecer, el padre llegó para realizar una gestión y aunque le pareció que lo más seguro era dejar a su bebé en el mostrador, la falta de anchura del mismo provocó que volcara y el bebé cayera también. El trabajador actuó rápidamente y extendió un brazo con el que cogió al bebé, para luego levantarse y abrazarlo con ambos brazos.
Desde el mostrador, se ve cómo el padre hace varios gestos de lamentación, mientras el héroe anónimo se queda un rato más abrazado al bebé, probablemente para recuperarse él mismo del susto y comprender lo que acababa de hacer: salvar a un recién nacido de una caída muy peligrosa.
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